En la ciudad de Querétaro, la cual en los últimos cuatro años tuvo un incremento de su flota vehicular del 40% y enfrenta problemáticas de movilidad como cualquier gran urbe en Latinoamérica, se creó un proyecto de abastecimiento de pequeños negocios conocidos como changarros, el cual opera bajo el modelo de inteligencia colectiva que promueve la colaboración entre diferentes actores para el diseño de soluciones logísticas.
Este proyecto arrancó como piloto en empresas como Bimbo, Heineken, Jumex y Bonafon y consiste en la aplicación de tecnología en flota y en la creación de 10 bahías para carga y descarga de mercancías en la zona centro de Querétaro con el objetivo de agilizar tiempos de abasto, eficientar el uso de las unidades, reducir el impacto ambiental y optimizar las rutas.
El programa forma parte de una iniciativa del Logisti-X Lab, el primer laboratorio en tiempo real de logística urbana de América Latina del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), y en el que participan organismos como la Universidad Tecnológica de Eindhoven, la embajada de Holanda, Tom-Tom Telematics, así como el Tecnológico de Monterrey y el sector gobierno.
Gastón Cedillo, responsable técnico del Logisti-X Lab, indicó que este proyecto fue pensado para 10 años y esa dependencia se encargó de identificar las zonas críticas para poder habilitar las bahías y así atender la demanda de abasto de al menos 900 changarros en la zona centro.
“Con la implementación del piloto se busca desarrollar ecosistemas de innovación para fortalecer la colaboración entre actores logísticos a través de la experiencia activa; esto es aplicable a cualquier ciudad con un mismo patrón de desarrollo de las ciudades latinoamericanas”, expresó Cedillo.
En esta primera fase se instaló la herramienta Webfleet de Tom-Tom Telematics en unidades de las cuatro empresas de reparto a fin de medir indicadores de tiempo de carga y descarga, traslado de un punto a otro, horarios de salida y llegada, etc. Con esta gestión se redujo hasta una hora el abasto de la mercancía.
“Se instalaron dispositivos electrónicos con sensores que miden la actividad de la unidad y de los choferes, se pueden conectar a la computadora del camión y operan mediante un GPS, se manda la información a la nube y con un software as a service (Saas) las empresas se conectan, sacan información, toman decisiones y transmiten a un centro de monitoreo”, explicó Andreu Casadella, CEO de Tom-Tom Telematics.
Informó que con estas primeras cuatro empresas esperan instalar dispositivos en 80 mil vehículos, y, posteriormente, pretenden abarcar 10 de las empresas más grandes en otras partes del país, con lo que podrían rebasar los 200 mil vehículos de transporte ligero y pesado.
Andreu Casadella pronosticó que el futuro cercano será de ciudades conectadas mediante tecnología que permita la toma de decisiones, “en Holanda esto está muy avanzado y México va hacia allá. Con este proyecto en Querétaro se logró un ahorro de 16% en combustible”, dijo.