El entorno comercial entre México y Estados Unidos se tensará aún más a partir del 1 de agosto, cuando entre en vigor un nuevo incremento arancelario anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump. De acuerdo con el Reporte Económico Diario No. 1633 de Banamex, el arancel promedio ponderado que enfrentarán las exportaciones mexicanas hacia EU pasará de 11.9% a 13.7%, lo que representa un aumento significativo en los costos logísticos y operativos para las cadenas de suministro transfronterizas.
Aunque las reglas del T-MEC seguirán ofreciendo ciertas exenciones, el endurecimiento de la política comercial estadounidense afectará especialmente a productos que no cumplen con los requisitos de origen del tratado, como algunas autopartes, vehículos ligeros y bienes con bajo contenido regional.
Este ajuste forma parte de una nueva ola de medidas proteccionistas que también impactarán a países como Brasil, Tailandia, Japón, Malasia, Vietnam y Canadá. A nivel global, el arancel promedio ponderado de las importaciones estadounidenses se elevará de 12.1% a 14.7%, según estimaciones de Banamex basadas en datos del US Census Bureau y la Casa Blanca.
No obstante, el arancel efectivamente pagado por México en mayo fue de apenas 4.3%, lo que sugiere que muchas exportaciones aún se benefician de exenciones o estrategias de cumplimiento normativo. Con los nuevos aranceles, se espera que esta cifra aumente a 5.0%, lo que implicará ajustes logísticos, renegociaciones contractuales y posibles rediseños en las rutas de abastecimiento.
Para los profesionales del sector logístico y de supply chain, este escenario plantea desafíos inmediatos: desde la necesidad de revisar certificados de origen y estructuras de costos, hasta la evaluación de alternativas de nearshoring o diversificación de mercados. Las exportaciones mexicanas más vulnerables incluyen aquellas con bajo contenido regional, productos de acero y aluminio, y bienes de consumo como la cerveza, que enfrentarán aranceles de hasta 50% si no cumplen con los criterios del T-MEC. En total, el 67.8% de las exportaciones mexicanas a EU estarán sujetas a los nuevos aranceles, lo que representa una presión considerable sobre la competitividad del comercio bilateral.
Este cambio ocurre en un contexto de desaceleración industrial en México, donde la producción manufacturera muestra signos de estancamiento y la inversión pública en infraestructura se ha reducido. Según el mismo reporte, la producción industrial cayó 0.9% anual en los primeros cinco meses del año, y se espera una contracción de 1.2% para todo 2025. Esta combinación de menor dinamismo interno y mayores barreras externas podría afectar la eficiencia y resiliencia de las cadenas de suministro regionales.