La lista de empresas que se retiran de Rusia tras la invasión a Ucrania crece todos los días.
McDonald’s, Pepsi, Nike, Ikea, Netflix y un sinfín más decidieron suspender operaciones en ese país, algunos por el temor a alguna posible represalia armada en contra de Rusia, otros como repudio ante la ofensiva rusa.
En respuesta, el gobierno de Vladimir Putin planea apoderarse de los activos de las empresas occidentales.
Putin amaga con nacional empresas
En un mensaje televisado el pasado jueves, el mandatario ruso mencionó que trabaja en planes para incautar e incluso nacionalizar empresas de propiedad extranjera que están abandonando el mercado.
El Ministerio de Economía ruso trabajará en la elaboración de estrategias para tomar el control temporal de las empresas que se van cuando la propiedad extranjera supera el 25%.
Aunque aún no han determinado de qué manera el gobierno ruso podría encontrar formas legalmente viables de apoderarse de empresas internacionales, el Kremlin adelantó modos de presión para "introducir una gestión externa y luego transferir estas empresas a aquellos que realmente quieren trabajar".
Éxodo de firmas en Rusia
Desde que comenzó la invasión de Ucrania, más de 340 empresas han anunciado su retirada, según un reporte de la Escuela de Negocios de Yale.
Las empresas relacionadas con el sector de la moda, la tecnología y la producción audiovisual son las que, en su mayoría, han optado en su mayoría por marcharse, hasta ahora.
Algunas han ido más allá, como Shell, que anunció planes para retirarse del petróleo y el gas rusos, mientras que BP ha dicho que dejará de participar en grandes proyectos.
En el sector de alimentación, Grupo Danone también decidió paralizar sus inversiones en Rusia por su ataque a Ucrania.
McDonald's fue una de las últimas empresas que optaron por dejar el mercado ruso: anunció el pasado martes el cierre de sus 850 establecimientos en ese país.
Empresas que decidieron "quedarse" en Rusia
Esa estrategia contrasta con su principal competidor, Burger King, una de las empresas que aún no decide salir de Rusia. El mismo caso aplica para Uniqlo, empresa del sector textil que decidió quedarse en ese país bajo el argumento de la “necesidad de vestir” de todo el mundo.
El caso de la multinacional refresquera estadunidense PepsiCo es significativo. Aunque se ha sumado a las empresas que decidieron suspender la venta de ciertos productos en Rusia (Pepsi, 7Up), anunció que seguirá suministrando algunos productos, que incluyen leche, lácteos y comida para bebés, todos esos artículos que considera esenciales para la población.
La decisión la dio a conocer el consejero delegado de la firma Ramon Laguarta, en un mensaje a sus empleados que hizo público la propia empresa.
También, PepsiCo decidió parar todas las inversiones de capital y todas las actividades de publicidad y promoción en Rusia de ambas marcas.
"Al continuar operando también seguiremos apoyando el sustento de nuestros 20 mil empleados rusos y de los 40 mil trabajadores agrícolas rusos en nuestra cadena de suministro", apuntó Laguarta en su texto.
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La empresa dijo que también ha suspendido operaciones en Ucrania para permitir a sus trabajadores buscar lugares seguros para ellos y sus familias.
Samsung y el mercado de semiconductores
Otro caso que acapara la atención es el de Samsung Electronics, que anunció la suspensión de sus envíos a Rusia debido a los actuales "desarrollos geopolíticos".
Esa marca es la mayor fabricante de semiconductores y líder en ventas de teléfonos inteligentes en Rusia.
Controla un poco más de 30% del mercado de los teléfonos inteligentes en ese país, según cifras de Bloomberg News. Eso representa 4% del total de ganancias en ese rubro para el gigante surcoreano.
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A la suspensión de actividades también se han agregado las empresas estadounidenses de tarjetas de crédito Visa, Mastercard y American Express.
Bloqueo comercial a Rusia
El intercambio de mercancías entre naciones también está rozando niveles complejos tras las sanciones comerciales impuestas a Rusia y la contraofensiva económica del gobierno de Putin.
El viernes pasado, un día después del aviso del Kremlin respecto a una posible “sovietización” de las empresas que operan en suelo euroasiático, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la prohibición de importar vodka, diamantes, pescado y mariscos de ese país.
En una intervención televisada desde la Casa Blanca, Biden se refirió a los productos denominados “distintivos” de la economía rusa, que incluyen a los muy populares vodka y caviar.
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