La automatización en centros de distribución requiere del análisis de tres puntos clave: retorno de inversión, tecnología y escalabilidad y la formación de personal.
Así lo aseguró Hugo Ruiz, consejero fundador del Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (Conalog), en el encuentro Automatización y Eficiencia: Innovaciones tecnológicas para CEDIS 4.0.
Puesta en marcha de soluciones automatizadas
Especificó esos tres puntos clave para la implementación de soluciones automatizadas.
1. Análisis de necesidades y retorno de inversión
Se debe contar un equipo multidisciplinario que ayude con la implementación de tecnologías y los directivos de la empresa tienen que estar convencidos de que se está apostando por la solución correcta.
“Cuando hablamos de necesidades debemos determinar las áreas prioritarias a automatizar y eso requiere de una evaluación minuciosa de los procesos”, aclaró.
Dijo que en áreas como el almacenamiento y la distribución, por ejemplo, el picking regularmente es un problema.
Comentó que es un área propensa a muchos errores humanos, en la que hay una alta rotación de gente y es un sector en el que se puede probar de manera paulatina y por fases cómo implementar grandes proyectos de forma continua.
2. Análisis de la demanda
La inteligencia artificial está ayudando mucho a entender los patrones de demanda de las diferentes industrias y mercados.
“Nos ayudan mucho a analizar cómo se comportan esos picos en temporadas que son claves para muchas empresas y así desarrollar estrategias preventivas”, añadió.
3. Proceso de benchmarking
Se trata de analizar las mejores prácticas de otras organizaciones para establecer mejoras en la empresa.
Sobre los factores críticos a determinar antes de invertir en la automatización, destacó que se debe considerar el tipo de producto en términos de sus características físicas.
Puso como ejemplo lo vivido durante el proceso de automatización de Colgate-Palmolive en México.
Conoció de primera mano cómo lidiaron los expertos en la implementación de diversas tecnologías y la forma en que resolvieron los inconvenientes que se fueron planteando.
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“Se debe evaluar el volumen, peso, el nivel de rotación de inventario y otros detalles para determinar el nivel de automatización a implementar y no pensar que todos va a estar robotizado como se ve en las películas de ciencia ficción, de punta a punta”, señaló.
Evitar obsolescencia de la tecnología
Propuso hacer un análisis de retorno de inversión y pensar en términos de escalabilidad.
“Se trata de proyectos de alta inversión de capital y hay que pensar en cómo evitar que se vuelva obsoleto en un periodo de cinco años, incluso diez. Tienen que ser proyectos estratégicos que estén pensando en una línea de tiempo y que vayan acompañados de un plan muy detallado”, abundó.
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En cuanto a los indicadores de éxito, invitó a pensar en el costo para reducir los tiempos del ciclo y así incrementar la productividad, con el fin de reducir los errores humanos o incluso el número de personas en los centros de trabajo.
Dijo que hay actividades que no agregan valor al negocio y la automatización podría centrarse en áreas que realmente aporten.
Resaltó que los procesos de evaluación antes de implementar soluciones de automatización duran entre 2 y 2 años y medio.
“No es algo fácil pues son diseños que van sufriendo modificaciones conforme se van encontrando áreas de oportunidad sobre la marcha y hay que justificar por qué se requiere más atención en ciertos sectores, e, indudablemente, deben contar con el apoyo de la gente de finanzas”, remarcó.
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Nuevas habilidades
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Por tal motivo es que existe ahora un interés por unir esfuerzos entre empresas y las universidades, colegios especializados y otros centros de formación para que los egresados puedan tener ciertas habilidades que no se aprenden en los libros.