A raíz de la entrada en vigor de la nueva normatividad para las empresas que practican el autoconsumo energético ―con sus respectivas poderosas multas por incumplimiento― en México, el almacenamiento de combustibles para autoconsumo ha dejado de ser una operación manual y discreta, para convertirse en un asunto estratégico, fiscal y tecnológico.
Los patios de almacenamiento de combustibles antes solo eran una solución logística para grandes flotas y procesos productivos intensivos, pero hoy están en el centro de una transformación regulatoria que exige trazabilidad, control volumétrico y cumplimiento normativo. En este nuevo escenario, gestionarlos adecuadamente no solo es una cuestión de eficiencia: es una necesidad para la supervivencia operativa y financiera de las empresas.
El autoconsumo bajo presión: eficiencia versus regulación
Así lo dejó claro el panel “Una nueva visión para el almacenamiento de combustibles”, organizado por Edenred México, empresa especializada en soluciones de gestión y control de combustible. “Nosotros somos muy conocidos por nuestra solución de control de combustible, Ticket Card, pero entendemos que somos mucho más que eso”, explicó Pablo Chiapetta, director general de Mobility México en esa empresa. “Hoy nuestra propuesta de valor es brindar una solución 360° que incluye mantenimiento de flotas, electromovilidad y, especialmente, autoconsumo”.
El autoconsumo de combustibles permite a las empresas ahorrar costos significativos. Según Alberto Montes, responsable de autoconsumo en Edenred: “Una empresa que mueve entre 400,000 y un millón de litros al mes puede ahorrar hasta tres pesos por litro, lo que representa millones de pesos en eficiencia operativa”. Sin embargo, ese ahorro viene acompañado de una creciente presión regulatoria.
Desde la reforma energética de 2013, el control sobre los usuarios de autoconsumo se ha diluido, lo que abrió la puerta a prácticas irregulares como el huachicol fiscal. “Antes todo pasaba por la CRE, pero ahora hay usuarios que compran grandes volúmenes sin supervisión”, advirtió Montes. “Eso genera un boquete fiscal: estamos hablando de hasta ocho pesos por litro en impuestos no recaudados”.
Gabriel Rosas, director de Operaciones de Verifigas, fue contundente: “El principal obstáculo hoy es el cumplimiento normativo. Las empresas no saben qué hacer, cómo cumplir, y eso las expone a multas que van desde 36,000 hasta cinco millones de pesos, además de paros operativos y hasta sanciones penales”.
Las exigencias normativas
En 2025, México implementó cambios significativos en la regulación del autoconsumo de combustibles, con el objetivo de combatir la evasión fiscal y mejorar la trazabilidad energética. Estos cambios se formalizaron principalmente a través de la Resolución Miscelánea Fiscal 2025, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 2024 y reformada en enero de 2025. Esta resolución introdujo nuevas obligaciones para empresas que almacenan y consumen hidrocarburos y petrolíferos para uso propio, incluso si no cuentan con permisos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Uno de los cambios más relevantes fue la incorporación explícita de los usuarios de autoconsumo como sujetos obligados a llevar controles volumétricos, independientemente de si tienen permisos de la CRE o de la Secretaría de Energía. Esto incluye a empresas que consumen más de 75,714 litros mensuales de petrolíferos o 5,000 Gigajoules de gas natural al año. Además, se reforzaron los requisitos técnicos mediante los Anexos 30, 31 y 32 de la misma resolución: el Anexo 30 establece las especificaciones técnicas de los equipos y programas informáticos para llevar los controles volumétricos; el Anexo 31 regula los servicios de verificación de dichos sistemas; y el Anexo 32 exige dictámenes periódicos sobre la calidad del combustible. Estos cambios buscan garantizar la trazabilidad completa del combustible desde su origen hasta su destino final, cerrando espacios al mercado ilícito y fortaleciendo la fiscalización del SAT.
La novedad de estos aspectos regulatorios abre la necesidad de que las empresas hagan sus adaptaciones bajo la guía de especialistas y la adquisición de dispositivos de trabajo (medidores y generadores de datos) que les permitan cumplir a cabalidad las nuevas exigencias.
La digitalización como respuesta: trazabilidad y automatización
Frente a este panorama, la digitalización emerge como la única vía viable para cumplir con la regulación sin sacrificar eficiencia. “La tecnología vino al mundo a hacernos más fácil la tarea”, afirmó Valentín Lazbal, consultor en Autoconsumo. “Hoy podemos monitorear niveles de tanques, entradas y salidas con dispositivos inalámbricos que se comunican con la nube. El trabajo humano es mínimo”.
Edenred ha desarrollado una solución integral que automatiza la operación de los patios de autoconsumo. “Desde la plataforma puedes visualizar tus patios, revisar niveles de combustible, controlar límites de consumo, horarios de carga y generar reportes en formatos exigidos por el SAT”, explicó Montes. “Cada litro está validado, cada carga registrada, cada unidad bajo control”.
La trazabilidad no solo permite cumplir con la normativa, sino también optimizar el uso del combustible. “Muchas empresas no saben cómo se está usando su combustible”, señaló Pablo. “Y eso es crítico, porque el combustible suele estar en el top 3 de gastos operativos. Si no tienes trazabilidad, estás ciego”.
El SAT y la nueva fiscalización: de la deducción al castigo
La presión fiscal ha escalado. A partir de la miscelánea fiscal de 2025, el SAT comenzó a sancionar activamente a empresas que no cumplen con los controles volumétricos. “Ya no es opcional”, dijo Yonjana Martínez, directora Jurídica de México y América Hispana de Edenred. “El SAT pide que tengas un sistema informático que no pueda ser manipulado, que registre entradas, existencias y consumos, y que lo reportes mensualmente”.
El incumplimiento puede llevar al bloqueo de timbres fiscales, lo que paraliza la operación de una empresa. “Imagínate que de un día para otro no puedes facturar”, advirtió Montes. “Eso ya está pasando. Empresas que pidieron devolución de IEPS fueron auditadas y terminaron multadas”.
Además, la regulación ya no distingue entre empresas con permiso de la CRE y usuarios. “Si consumes más de 75,714 litros al mes, estás obligado”, explicó Gabriel Rosas. “Y si tienes instalaciones para recibir hidrocarburos, también. Ya no hay lagunas legales”.
Soluciones integrales para trazabilidad plena
Con presencia en más de 45 países, Edenred ha evolucionado de ser un proveedor de monederos electrónicos para combustible a convertirse en un actor clave en la transformación digital del autoconsumo. “Somos el único jugador del mercado que puede integrar los consumos en autoconsumo y en estaciones de servicio en una sola plataforma”, destacó Chiappetta. “Eso permite tener trazabilidad completa, desde la compra hasta el despacho”.
La solución que proponen es tipo SaaS e incluye sensores inalámbricos, nodos de control en dispensarios, plataformas en la nube y asesoría legal y operativa. “No vendemos solo tecnología, vendemos servicio”, explicó Valentín Lazbal. Ofrecen también acompañamiento experto en regulación y operación.
Costos, escalabilidad y cultura de cumplimiento
Uno de los grandes temores de las empresas es el costo de implementación. Pero según Edenred, la inversión inicial representa menos del 1% del gasto anual en combustible, y se amortiza rápidamente. “Si estás perdiendo 3% por ineficiencia, invertir 0.5% en control es rentable”, explicó Alberto Montes, Head de Autoconsumo en Edenred Mobility México. “Además, ofrecemos modelos de financiamiento a un año para facilitar la adopción”.
La escalabilidad también es clave. “No tienes que cambiar toda tu infraestructura de golpe”, dijo Gabriel Rosas. “Puedes empezar por un patio, por una sonda, por un nodo. Lo importante es tener un sistema integral que te permita crecer”.
Más allá de la tecnología, el panel insistió en la necesidad de construir una cultura corporativa de cumplimiento. “El cumplimiento no es solo tarea de los abogados”, anotó Yonjana Martínez. “Es responsabilidad de todos: operaciones, compras, mantenimiento, IT. Todos deben entender qué parte de la ley les toca cuidar”.
Hacia una logística energética inteligente
La visión de Edenred va más allá del cumplimiento. “Queremos construir un marketplace de combustible donde los clientes puedan licitar sus necesidades y los proveedores competir con mejores precios y condiciones”, explicó Pablo. “Eso democratiza el acceso y mejora la logística de abastecimiento”.
La trazabilidad también abre la puerta a nuevas métricas, como el impacto ambiental. “Podemos medir emisiones por litro cargado, conectar con blockchain, certificar prácticas sostenibles”, dijo Valentín. “Eso es move for good, eso es hacia donde vamos”.
En un país con más de 22,000 patios de autoconsumo, la mayoría aún fuera de cumplimiento, el reto es enorme –hay que considerar que, por ejemplo, solamente hay 14,000 estaciones de servicio en todo el país que, por cierto, también tienen que cumplir con la nueva normativa–. Las actuales exigencias regulatorias hacen inevitable este giro hacia la digitalización para la trazabilidad plena, así que la oportunidad es enorme. “La regulación mexicana es punta de lanza”, concluyó Pablo Chiappetta. “Otros países van a mirar lo que hizo México para combatir el huachicol fiscal. Y nosotros queremos ser parte de esa transformación”.