París, (EFE).- Francia mantiene todas sus condiciones para poder concluir el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, y enfría las esperanzas de quienes aspiran a cerrarlo este año, porque considera que queda mucho trabajo antes de completar el texto con sus exigencias.
"Hay un trabajo muy largo por hacer con los países del Mercosur", indicaron este viernes fuentes diplomáticas francesas ante la aspiración del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de concluir en 2023 ese acuerdo que se negocia hace más de una veintena de años.
"Por ahora las cuentas no salen", insistieron las fuentes, antes de dar por hecho que este espinoso asunto se abordará durante la visita que el ministro francés del Comercio Exterior, Olivier Becht, inicia el lunes en Brasil, pero puntualizando que no va a negociar, porque las discusiones por parte de la UE las dirige la Comisión Europea.
La llegada de Lula a la presidencia de Brasil "es una excelente noticia" para Francia, pero eso no ha cambiado las condiciones que pone para ratificar el acuerdo UE-Mercosur, precisaron.
Esas condiciones, que no significa una renegociación de las disposiciones que ya acordaron en 2019 sino completarlas, son en primer lugar de orden medioambiental, en particular la integración de las reglas y los objetivos de los Acuerdos de París sobre el cambio climático.
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Francia, que no está sola en la UE en su negativa a ratificar el acuerdo en su estado actual, quiere que esas normas sean de obligado cumplimiento por los países de Mercosur y que eso se garantice con un mecanismo de sanciones.
Además, exige una serie de "cláusulas espejo" para que las exportaciones del mercado sudamericano en dirección de Europa respeten los estándares sanitarios y medioambientales de los Veintisiete.
Becht irá acompañado la semana próxima en su visita a Brasil y luego a Chile con una delegación de una veintena de directivos de compañías que tienen grandes intereses en esos países (hay grupos como Airbus, Alstom, Dassault, Engie o Eramet) o que quieren abrir nuevas posibilidades de negocio.
En Brasil, donde será recibido, entre otros por el vicepresidente, Geraldo Alckmin, por los ministros de Minas y Energía, Alexandre Silveira, y de Ciudades, Jader Barbalho Filho, está programada la constitución de un club sobre la transición energética y la renovación del acuerdo entre las respectivas asociaciones de energías renovables.
En paralelo, el lunes en París la jefa de la diplomacia francesa, Catherine Colonna, se reunirá con su homólogo brasileño, Mauro Vieira.
Becht estará el jueves y el viernes en Santiago de Chile, donde tiene concertados encuentros, entre otros, con los ministros de Minas, Marcela Hernando, y de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz.
Su principales objetivos en Chile son el litio, puesto que quiere ofrecer la experiencia francesa en la extracción minera de forma responsable, pero también en el refinado y en la fabricación de baterías; el hidrógeno y las conexiones de telecomunicaciones.
Además, Francia quiere aprovechar un futuro cable submarino que unirá Chile con Australia para mejorar las comunicaciones de sus territorios de la Polinesia.
El ministro francés aprovechará su viaje para preparar el encuentro entre su presidente, Emmanuel Macron, y el de Chile, Gabriel Boric, que coincidirán el 17 y 18 de julio en la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) en Bruselas.
Francia espera que Boric pueda organizar una visita a Francia "en las próximas semanas o en los próximos meses".
EFE ac/rcf/ltm
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