Ginebra, (EFE).- Responsables globales que participaron hoy en un foro patrocinado por la Organización Internacional del Comercio (OMC) coincidieron en la necesidad de que se mantenga la Iniciativa del Mar Negro, el acuerdo entre Rusia y Ucrania que desde mediados del año pasado permite la exportación de cereales en esa ruta.
Te puede interesar: Países fronterizos piden a la UE extender el veto a la importación de cereales ucranianos
El alto precio alcanzado por los alimentos y el problema de estos y de los fertilizantes para muchos países hicieron que este tema se convirtiera en prioritario"
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala.
La máxima responsable del organismo indicó que la guerra de Ucrania, y sus efectos en los mercados alimentario y energético, demostraron una vez más que la apertura de las redes comerciales es esencial para afrontar este tipo de crisis cuando llegan.
Un país como Etiopía, que era altamente dependiente del cereal ruso o el ucraniano, ahora ha podido acudir a mercados como el de EEUU o el argentino, y algo similar hizo Europa en el campo energético, importando más desde la economía estadounidense", recordó.
La Iniciativa del Mar Negro, recordó en el foro la asesora de agricultura de la OMC Doaa Abdel-Motaal, ha permitido la exportación de 25 millones de toneladas de cereales y otros alimentos básicos desde Rusia y Ucrania, dos de los principales productores globales en el sector primario, a 45 países desde su entrada en vigor.
Arnaud Petit, director ejecutivo del Consejo Internacional de Cereales, señaló en el foro que gracias a la iniciativa y otros factores se ha logrado que el precio del trigo haya bajado de los 400 dólares por tonelada hace un año a 220 en la actualidad.
Petit insistió en la importancia de que se siga facilitando la salida de cereal a través del Mar Negro, teniendo en cuenta que se esperan importantes cosechas la próxima temporada tanto en Rusia (unos 39 millones de toneladas de trigo) como en Ucrania (32 millones de toneladas).
El acuerdo fue renovado en mayo, pero solo para dos meses, debido a las reservas que mantiene Rusia, quien ha denunciado que los grandes beneficiados de este acuerdo son tanto Ucrania como los países desarrollados, hasta el punto de que en algunos mercados europeos ha bajado enormemente el precio de los cereales producidos localmente.
Pese a las acusaciones de Moscú, el coordinador de la ONU para la iniciativa, Abdullah Dashti, defendió que se han beneficiado de ella muchos países en conflicto y que dependen de donaciones del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), tales como Afganistán, Yemen o Somalia.
Admitió, no obstante, que el papel de la ONU en esta iniciativa es "únicamente garantizar el tránsito seguro de los buques", y no el de asignar el destino del cereal que sale desde esa ruta marítima.
Dashti destacó la importancia de que dos países en conflicto pudieran llegar a un acuerdo como este para estabilizar la economía global, y subrayó que desde su entrada en vigor la ONU ha realizado 900 inspecciones a los buques para garantizar el buen cumplimento de la iniciativa.
La directora general de la OMC añadió que la crisis en Ucrania seguramente ha ayudado a que haya en el mundo mayor concienciación sobre la necesidad de un mercado más fiable en el sector alimentario, precisamente en una coyuntura en la que en el seno del organismo sus países miembros llevan décadas negociando sobres posibles liberalizaciones comerciales del sector agrícola.
Okonjo-Iweala afirmó que seguramente ese clima ha ayudado a que las restricciones comerciales en el planeta hayan bajado desde un centenar en 2023 a unas 60 en la actualidad, o que el año pasado se lograra consensuar en la OMC que el PMA no estaría sujeta a ninguna de estas restricciones en sus programas de ayuda alimentaria.
EFE abc/jla