En la actualidad, el auge del comercio electrónico y la creciente demanda de entregas ultrarrápidas han revolucionado la industria logística global.
Si bien este modelo de distribución ha proporcionado ventajas significativas en términos de conveniencia y competitividad, también ha generado una serie de desafíos ambientales que exigen una respuesta inmediata.
Países como México, Colombia, Perú y Estados Unidos, donde el sector logístico desempeña un papel clave en la economía, enfrentan una presión particular debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la congestión vehicular en las grandes ciudades y el uso ineficiente de recursos en la logística de última milla.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en México, el transporte representa cerca del 20% de las emisiones totales de CO₂, con un incremento del 50% en la última década.
Estas cifras se ven agravadas por el modelo de entregas ultrarrápidas, donde la necesidad de cumplir con plazos de menos de 24 horas genera operaciones logísticas fragmentadas y un uso poco eficiente de los recursos.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que el transporte de última milla consume aproximadamente el 40% del costo total de la cadena de suministro, mientras que sus impactos ambientales y sociales a menudo son subestimados.
Ante este panorama, es fundamental que los profesionales de la industria logística comprendan el verdadero impacto ambiental de las entregas ultrarrápidas y adopten estrategias efectivas para su mitigación.
Evaluación del impacto ambiental de las entregas ultrarrápidas y estrategias para su mitigación
En la era digital, la demanda de entregas ultrarrápidas ha transformado la logística global, especialmente en países como México, Colombia, Perú y Estados Unidos.
Sin embargo, esta celeridad en las entregas conlleva un impacto ambiental significativo que requiere atención y acción por parte de los profesionales de la industria logística.
Impacto ambiental de las entregas ultrarrápidas
Las entregas ultrarrápidas, caracterizadas por plazos de entrega que van desde unas pocas horas hasta un máximo de 24 horas, han incrementado la frecuencia de los envíos y, en consecuencia, el número de vehículos en circulación.
Este aumento se traduce en mayores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo al cambio climático y deteriorando la calidad del aire en zonas urbanas.
Según un estudio de la Universidad de Michigan, el transporte de mercancías es responsable del 7% de las emisiones globales de CO₂.
En México, estas emisiones representan aproximadamente el 20% del total nacional, con un crecimiento del 50% en los últimos diez años, según datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Además, la logística de última milla, que implica la entrega final al consumidor, es particularmente crítica. La presión por cumplir con plazos de entrega más cortos ha llevado a un aumento en la congestión vehicular y las emisiones asociadas.
En México, se estima que el 70% de las ciudades sufren de congestión vehicular, lo que incrementa los tiempos de entrega y las emisiones de CO₂.
Desafíos en la logística de última milla
La última milla representa uno de los mayores desafíos en términos de sostenibilidad dentro de la cadena de suministro.
La necesidad de entregas rápidas ha llevado a rutas de entrega menos eficientes, con vehículos que realizan múltiples viajes con cargas parciales, aumentando así el consumo de combustible y las emisiones.
Además, la congestión urbana y la falta de infraestructura adecuada complican aún más la situación.
La sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental de la logística de última milla, con empresas adoptando medidas ecológicas para minimizar su impacto ambiental.
Estas prácticas no solo reflejan un compromiso con el planeta, sino que también ofrecen ventajas económicas, desmintiendo el mito de que ser verde es costoso.
Estrategias para mitigar el impacto ambiental
Para abordar estos desafíos, es esencial implementar estrategias que reduzcan el impacto ambiental de las entregas ultrarrápidas:
- Optimización de rutas: La planificación eficiente de las rutas de entrega puede reducir los kilómetros recorridos y, por ende, las emisiones de CO₂. El uso de tecnologías de geolocalización y algoritmos avanzados permite identificar las rutas más cortas y menos congestionadas, mejorando la eficiencia y reduciendo el consumo de combustible.
- Uso de vehículos ecológicos: La transición a flotas de vehículos eléctricos o híbridos puede disminuir significativamente las emisiones contaminantes. Además, el uso de bicicletas eléctricas o vehículos de menor tamaño para entregas en áreas urbanas congestionadas puede ser una solución efectiva.
- Centros de micro-fulfillment: Establecer pequeños centros de distribución cercanos a las áreas de alta demanda permite reducir las distancias de entrega y los tiempos de tránsito, disminuyendo así las emisiones y mejorando la eficiencia.
- Entrega colaborativa: La colaboración entre diferentes empresas de logística para consolidar entregas en una misma área puede reducir el número de vehículos necesarios y las emisiones asociadas.
- Fomento de opciones de entrega sostenibles: Ofrecer a los clientes opciones de entrega más sostenibles, como la entrega en puntos de recogida o la posibilidad de elegir tiempos de entrega más largos a cambio de una menor huella de carbono, puede contribuir a la reducción de emisiones.
Responsabilidad social y normativas ambientales
Es fundamental que las empresas de logística no solo implementen estas estrategias, sino que también promuevan una cultura de responsabilidad ambiental entre sus empleados y clientes.
La transparencia en las operaciones y la comunicación sobre las medidas adoptadas para reducir el impacto ambiental pueden fortalecer la reputación de la empresa y fomentar la lealtad del cliente.
Además, es importante que las empresas se mantengan actualizadas y cumplan con las normativas ambientales vigentes en cada país.
- En México, por ejemplo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) establece regulaciones específicas para las emisiones de vehículos y la gestión de residuos.
Innovaciones tecnológicas en la logística sostenible
La adopción de tecnologías emergentes puede desempeñar un papel crucial en la mitigación del impacto ambiental de las entregas ultrarrápidas:
- Inteligencia artificial y machine learning: Estas tecnologías permiten optimizar la planificación de rutas y la gestión de inventarios, mejorando la eficiencia operativa y reduciendo las emisiones.
- Drones y robots de entrega: Empresas como Amazon y DHL han estado experimentando con drones y robots para entregas de última milla. Estas tecnologías pueden reducir la necesidad de vehículos tradicionales y mejorar la eficiencia energética.
- Sistemas de gestión de flotas: El uso de software avanzado permite monitorear en tiempo real el desempeño de los vehículos, optimizar las rutas y realizar un mantenimiento predictivo, contribuyendo a una operación más sostenible.
La creciente demanda de entregas ultrarrápidas, impulsada por el auge del comercio electrónico, ha transformado profundamente la industria logística en México, América Latina y el mundo.
Sin embargo, este modelo de distribución, caracterizado por su velocidad y conveniencia, ha generado importantes desafíos ambientales, especialmente en la logística de última milla, donde las emisiones de CO₂, la congestión urbana y el uso ineficiente de recursos alcanzan niveles críticos.
A lo largo de este análisis, se ha demostrado que los impactos ambientales derivados de las entregas aceleradas no solo representan una amenaza para la sostenibilidad global, sino también un reto operativo y económico para las empresas del sector.
Estudios recientes, como los del INECC y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), evidencian la necesidad urgente de replantear las prácticas logísticas actuales y transitar hacia un modelo más eficiente y sostenible.
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