Buenos Aires,(EFE).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que el producto interior bruto (PIB) de Argentina caerá un 3.3% este año, profundizando la bajada de 2023, aunque con una "visible" desaceleración de la aún muy elevada inflación, uno de los principales problemas del país suramericano.
"Se espera que el PIB se contraiga un 3.3% en 2024, antes de crecer un 2.7% en 2025", dijo la OCDE en su nuevo informe de perspectivas difundido este jueves, en el que señaló que la alta inflación, el ajuste fiscal que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei y la "incertidumbre" política "pesarán" sobre el consumo privado y la inversión durante la mayor parte de este año.
El pronóstico de una caída del 3.3% del PIB para 2024 es peor que el que la OCDE dio a conocer en febrero pasado, como parte de su informe interno de Perspectivas, en el que proyectaba una contracción del 2.3% para este año.
El año pasado, el PIB de Argentina se contrajo 1.6%, en un contexto de fuerte aceleración de la inflación, que acumuló en 2023 un alza del 211.4%, la tasa más alta del mundo.
Respecto a la evolución de los precios, la OCDE, que en febrero último había pronosticado para Argentina una aceleración de la inflación hasta el 250,6 % para todo 2024, proyecta ahora una tasa anual del 208.1% para este año y del 71.2% para 2025.
La inflación anual alcanzó el 28.8% en marzo, pero las variaciones mensuales de los precios han comenzado a moderarse, se observa que la inflación se está desacelerando visiblemente y prevé que con el tiempo disminuirá de forma más pronunciada".
Destacó la OCDE
El informe señala que las reservas netas de divisas del Banco Central siguen siendo "ligeramente negativas", pero han comenzado a mejorar en 2024, y asegura que las exportaciones de granos de Argentina "impulsarán aún más las entradas de divisas".
El organismo animó, además, al Gobierno del libertario Milei a perseverar en la consolidación fiscal, la cual, junto con el fin de la emisión monetaria para financiar al Tesoro y el logro de un balance más sólido del Banco Central, dará como resultado una "estabilidad macroeconómica y permitirá que se levanten los controles de divisas y de capitales".
"El levantamiento gradual de las restricciones a las importaciones y de los controles cambiarios eventualmente impulsará la recuperación de la demanda interna, particularmente en 2025", afirmó el organismo, al que Argentina aspira a sumarse.
EFE nk/cmm/eat
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