Este tipo de amenazas del candidato republicano no son nuevas. Durante un mitin de campaña en Carolina del Norte, el candidato Donald Trump afirmó que si gana las elecciones, una de las primeras cosas que hará es llamar a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para amenazarla con imponer aranceles.
Afirma que las tarifas serán del 25% contra todos los productos que procedan del país por no controlar los cruces fronterizos y la inmigración.
"Le voy a informar el primer día o antes, que si no detienen esta avalancha de criminales y drogas que entran a nuestro país, voy a imponer inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a los Estados Unidos de América", afirmó.
Agregó que si esta advertencia no funciona, entonces elevará los aranceles al 50%, al 70% y hasta el 100%.
El expresidente y empresario que se enfrenta a sus segundas elecciones de frente a la demócrata Kamala Harris, aseguró que los migrantes pasan "directamente" por la frontera sur y que la amenaza de los aranceles funcionará y México desplegará soldados en su frontera sur con Guatemala y Belice.
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Desde hace varios meses el gobierno federal mexicano afirmó que no veía mucho problema con las amenazas arancelarias de Donald Trump y subrayó la solidez del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, es importante destacar que esta no es la primera vez que se escucha algo así de Trump. Anteriormente amenazó con imponer aranceles en contra de los vehículos mexicanos y contra los vehículos de origen chino que entraran a Estados Unidos por la frontera con México.
Es por eso que el sector automotriz se convirtió en uno de los campos de batalla central en estas elecciones, principalmente por su importancia económica, tecnológica, geopolítica, ambiental e incluso cultural.