Madrid, (EFE).- La caída de la demanda y los fletes evitarán que durante el próximo verano se repitan las tensiones que sufrieron las cadenas de suministro hace un año, debido a que los problemas de congestión y los cuellos de botella se generalizaron en los principales puertos ante la rápida recuperación de la actividad.
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No estimamos que nos vayamos a encontrar con los cuellos de botella experimentados el pasado verano, con esperas, cancelaciones o cambio en las rutas"
Raúl González, director Comercial de Intermodal Forwarding
González considera que un año después la situación es "completamente distinta", ya que el sector ha sido capaz de superar la situación "inesperada" del año anterior, generada por la rápida recuperación de la demanda y que provocó escasez de equipos y espacios en todas las rutas, y una escalada de los fletes hasta máximos históricos.
En este sentido, en los últimos meses han comenzado a entrar en servicio buques oceánicos de gran capacidad ordenados antes de la pandemia y las líneas han aumentado sus existencias de contenedores, a lo que se suma el descenso considerable de los fletes, volviendo en muchas rutas a los niveles precovid.
Menor demanda de carga
En este sentido, González apunta que los niveles de congestión de los principales puertos internacionales recuperarán la normalidad previa a la pandemia, en gran medida por la reducción de la demanda de carga derivada de un menor crecimiento económico ante la elevada inflación.
Pese a las previsiones positivas, González apunta a los principales puertos estadounidenses -Long Beach, Los Ángeles, Nueva York o Savannah- como algunas de las posibles zonas tensionadas durante los próximos meses por la falta de transportistas.
Asimismo, el cambio de política de China, con su reapertura tras años de aislamiento por la pandemia, ha provocado una clara mejoría en sus puertos más relevantes -Xingang, Shanghai, Ningbo y Qingdao-, aunque los dos últimos continúan siendo puertos tensionados.
Fletes en caída libre
El principal reflejo de la ralentización del sector se encuentra en el precio de los fletes, las tarifas que se pagan a los operadores por transportar cada contenedor, y que desde hace meses registra una caída prolongada provocada por la elevada inflación que afecta a gran parte del planeta.
Por un lado, se está produciendo una desaceleración económica global que motiva que la demanda esté bajando; por otro lado, la oferta de carga está aumentando al existir un mayor número de buques en uso y por el hecho de que las navieras están optimizando los espacios en los buques"
González
Así lo refleja el último índice compuesto mundial de contenedores de Drewry (un indicador se elabora con las tarifas del flete de los contenedores de ocho rutas comerciales que unen Asia con Europa y EE.UU.), que se situó en 1.685 dólares (1.571 euros) por contenedor
Este precio es un 78% inferior al registrado en el mismo periodo del año anterior, y se encuentra a años luz, un 84% menos del récord histórico de 10.377 dólares por contenedor registrado en septiembre de 2021.
Además, es un 37% más bajo que la media contabilizada en esta misma semana durante los últimos diez años, pero sigue un 19% por encima de la media completa de 2019, antes de que estallara la pandemia.
Estos datos, que muestran una clara desaceleración del sector con una importante caída en el flujo de mercancía, auguran, según González, la llegada de una nueva crisis económica, aunque la continuada caída de los fletes, que se mantendrá por lo menos hasta el tercer trimestre del año, contribuirán a disminuir la inflación mundial.
EFE jy/prb
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