Recientemente el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, junto con el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, viajaron a Washington para reunirse con funcionarios de Estados Unidos y frenar los aranceles al acero y aluminio.
Recordemos que desde febrero de este 2025 el presidente Donald Trump firmó dos órdenes ejecutivas para imponer gravámenes arancelarios del 25% a este tipo de importaciones.
"Esto es importante, vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo", indicó en aquel momento el mandatario desde el Despacho Oval, después de hacer efectiva la orden de aumento arancelario, que afectará a México, Canadá y Brasil.
Esta orden tiene como fecha para que los aranceles entren en vigor el próximo 12 de abril.
Sigue leyendo: Trump firma los aranceles del 25% a las importaciones de aluminio y acero estadounidenses
Poco después de la noticia, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero) exigió al gobierno de Claudia Sheinbaum responder con aranceles recíprocos si el mandatario estadounidense no frenaba los suyos.
Aseguraron que los aranceles amenazan al 75% de las exportaciones de acero mexicano, mismas que están valuadas en 2 mil 100 millones de dólares, lo que pone en riesgo empleos e inversiones clave del país.
Durante su primer mandato, en 2018, Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio, aunque luego concedió exenciones a países como Australia, Brasil, Canadá y México.
La medida anunciada hoy es un nuevo ejemplo de su estrategia para utilizar los aranceles, que en más de una ocasión ha calificado como "la palabra más hermosa en el diccionario", como herramienta de negociación para obtener concesiones concretas no solo en comercio, sino también en cuestiones de migración y seguridad.