La narrativa de la batalla minorista en las últimas décadas se ha centrado en dos frentes: Amazon y el comercio electrónico contra los grandes minoristas tradicionales, y todos los grandes contra los pequeños empresarios.
Pero en el confuso entorno económico actual, marcado por la inflación, los cuellos de botella en la cadena de suministro y un consumidor volátil que cambia los patrones de gasto debido a los altos precios que siguieron a Covid-19, los expertos en pequeñas empresas dicen que existen ciertas ventajas al ser pequeño.
- Así lo expuso un reportaje de la cadena estadounidense CNBC que detalló que las acumulaciones de inventario y las rebajas posteriores de los minoristas más grandes, incluidos Walmart y Target, muestran que incluso los mejores pueden equivocarse en esta economía de consumo.
Gestión de proveedores para el Main Street
De hecho, los propietarios de pequeñas empresas, el llamado Main Street, al estar más cerca de las relaciones tanto en el suministro como en el cliente, pueden administrar con mayor agilidad un entorno que cambia rápidamente, detalló el trabajo del reportero Eric Rosenbaum.
- Main Street es un término coloquial utilizado por los economistas para referirse colectivamente a las pequeñas empresas independientes de Estados Unidos.
Nada Sanders, profesora de gestión de la cadena de suministro de la Universidad Northeastern, dijo durante la cumbre virtual Small Business Playbook, organizado por esa cadena informativa, que ve un panorama optimista sobre las posibilidades de Main Street en la economía actual.
La especialista mencionó que los empresarios deben concentrarse para aprovechar la volátil situación actual y pidió atacar un problema que está directamente relacionado con los grandes minoristas: la previsión.
Hablar directamente con los clientes para comprender la demanda cambiante de los consumidores es un primer paso.
Dependencia excesiva de los algoritmos
Las empresas más grandes se han vuelto demasiado dependientes de los algoritmos de inventario para pronosticar datos, pero en la economía actual, que ha desafiado muchos patrones históricos, “los datos añejos en este momento no son realmente buenos datos. No son datos limpios, no indican el futuro que es muy volátil”, advirtió Sanders.
Esto brinda a los propietarios de pequeñas empresas que pueden conectarse directamente con los clientes para comprender cuáles son sus necesidades, una ventaja potencial que no puede calcularse mediante un algoritmo.
Lo que estoy viendo con las grandes empresas es que están tratando de contratar a futuristas y tratando de encontrar formas de predecir la demanda. Pero cada vez que miramos los números, el Índice de Precios al Consumidor, todo, estamos mirando hacia atrás”, dijo Sanders.
Cómo establecer precios durante la inflación
La fijación de precios también es un área en la que las pequeñas empresas pueden comunicarse de manera efectiva y directa con sus clientes y encontrar soluciones.
Jeffrey Robinson, rector y vicerrector ejecutivo de la Rutgers Business School, y cofundador del Center for Urban Entrepreneurship and Economic Development, dijo en el mismo evento que un gran error que cometen los dueños de negocios es no calcular los precios de los nuevos productos hasta que sea demasiado tarde.
En un momento de alta inflación, los empresarios deben basar cualquier precio de artículos nuevos en un análisis detallado de los costos que implica producirlos, explicó.
Una forma tradicional en que las empresas establecen los precios (decidir sobre el producto y luego, una vez que está disponible, ver lo que cobran los competidores) no es la forma de operar en esta economía, añadió.
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“Todos esos precios a lo largo de la cadena de suministro han subido”, dijo Robinson.
“Los costos de envío... cualquier cosa que tenga algún componente de transporte involucrado, esos costos han aumentado. Por lo tanto, evaluar y valorar su producto o servicio que está brindando a lo largo de esos costos, antes de establecer el precio, le permite establecer el precio en el nivel correcto”, dijo.
Hacer a los clientes y proveedores parte del proceso
La parte difícil de eso es explicárselo al cliente y precisamente ahí es donde Robinson ver una ventaja para las pequeñas empresas.
- Ayudar a los clientes a comprender la situación en la que se encuentra una empresa en relación con la inflación de la cadena de suministro ayudará a establecer los precios de manera adecuada, dijo.
La conversación con los proveedores no es menos importante, y Sanders dijo que los datos muestran que, en promedio, el 80% del gasto de una empresa se destina a alrededor del 6% de sus proveedores.
Esos son los socios comerciales en los que hay que centrarse, y dónde levantar el teléfono y llamar y construir una relación, afirmó.
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Una pequeña empresa puede trazar un mapa de su cadena de suministro y trabajar con socios para visualizar toda la cadena e identificar los riesgos.
En este momento, los problemas de inventario en el comercio minorista pueden hacer que los propietarios de pequeñas empresas sean más reacios a abastecerse, a pesar de que es el comienzo de la temporada alta de compras, con el regreso a clases y luego las vacaciones.
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