La confirmación oficial por parte de Union Pacific y Norfolk Southern de que ambas empresas ferroviarias están en conversaciones avanzadas para una posible fusión, puso en marcha un proceso que, de concretarse, podría transformar radicalmente la cadena logística de mercancías por ferrocarril en Estados Unidos y más allá.
En un comunicado conjunto, las compañías que hasta hoy habían sido rivales dijeron que, aunque las conversaciones están avanzadas, no hay ninguna certeza de que se alcance un acuerdo o cuáles serían sus términos, además de que no harán comentarios adicionales salvo que sea necesario.
2027, en el horizonte
El anuncio llegó luego de reportes de prensa, incluidos The Wall Street Journal y Reuters, que aseguraban que Union Pacific habría contratado a Morgan Stanley para explorar la operación, lo que sugiere que no se trata de una simple especulación; existe un compromiso serio a nivel directivo para evaluar la operación.
El pasado martes 29 de julio, ambas compañías anunciaron un acuerdo preliminar para que Norfolk sea adquirido en 85,000 millones de dólares (mdd), combinación de efectivo y acciones, que terminaría con la creación de un gigante ferroviario valorado en más de 200,000 mdd. Los ejecutivos esperan obtener la aprobación del regulador, la Junta de Transporte Terrestre de Estados Unidos (STB, por sus siglas en inglés), en los próximos seis meses, con la expectativa de cerrar la fusión a principios de 2027.
La STB exige que la operación demuestre que mejora la competencia y representa un interés público. Pero también tendrá que tenerse en cuenta la posición de los sindicatos ferroviarios que ya han expresado preocupaciones sobre seguridad laboral, condiciones de trabajo y posible pérdida de empleos, aunque ambas empresas aseguran que no habrá recortes masivos.
De costa a costa y sin paradas
Para el sector logístico y especialmente para proveedores y contratistas B2B, el significado estratégico de esta operación es enorme. Sería la primera vez que una sola línea ferroviaria operaría de costa a costa en EE. UU., unificando el sistema occidental de Union Pacific con la red oriental de Norfolk Southern en una sola entidad que abarcaría más de 50,000 millas de vías en 43 estados y con conexiones a más de 100 puertos e interconexiones internacionales.
Desde una perspectiva operativa, el valor para las cadenas de suministro está en la eliminación de los trasbordos entre líneas actualmente necesarios, por ejemplo en Chicago o Memphis. Esto puede traducirse en entregas más rápidas, menor riesgo de demoras y mayores niveles de confiabilidad, especialmente para cargas intermodales como contenedores marítimos, automóviles, químicos y productos de consumo, que constituyen más del 50% del volumen total transportado.
Para las empresas que utilizan servicios logísticos, la consolidación tendría implicaciones concretas: la posibilidad de tarifas más competitivas en transporte intermodal, menores tiempos en cadena, relaciones más simples con un proveedor único y mayor capacidad para planificar rutas a largo plazo con menor incertidumbre.
Redefiniendo el mapa
Históricamente, el sector ferroviario ya experimentó una gran fase de consolidación entre 1980 y 2003, durante la cual las fusiones redujeron los costos básicamente un 11% gracias a economías de densidad y eliminación de infraestructura redundante. Este precedente plantea que una fusión entre Union Pacific y Norfolk Southern puede desencadenar efectos similares.
Además, sería apenas la segunda fusión de ferrocarriles clase I en décadas, después de la de Canadian Pacific con Kansas City Southern, en 2023.
En síntesis, esta fusión no es sólo un acuerdo financiero de gran magnitud. Puede redefinir la estructura de la logística ferroviaria en EU, evitar retrasos de transferencias entre líneas, ofrecer integración a escala continental y, por ende, representar un nuevo eje en el diseño de cadenas de suministro intermodales. Aunque con riesgos regulatorios y operativos, el potencial para mejorar eficiencia y servicio convierte esta operación en un referente obligado para quienes operan o dependen de transporte ferroviario de mercancías.