Hasta ahora, se ha documentado ampliamente que la pandemia ha acelerado numerosas fuerzas que ya estaban en juego antes de que comenzara, incluida la digitalización y los modelos de trabajo flexibles.
- Un área que merece más atención debido a sus implicaciones a largo plazo sobre la sostenibilidad es la infraestructura de transporte.
En todo el mundo, según Global Infrastructure Outlook, se necesitarán más de dos billones de dólares en inversiones en infraestructura de transporte cada año hasta 2040 para impulsar el desarrollo económico.
Antes de que los contratistas comiencen a mejorar la infraestructura actual, o comiencen a construir aeropuertos y puertos, coloquen nuevas vías de ferrocarril y pavimenten nuevas carreteras, es fundamental que las partes interesadas trabajen juntas para idear formas de transformar la construcción de infraestructura para que sea más sostenible.
La contaminación del sector transporte
Así lo detalla un texto de la consultora global McKinsey & Company, que resalta que el sector transporte es el mayor contribuyente de emisiones de gases de efecto invernadero dentro de la Unión Europea, y representa alrededor del 28 por ciento de las emisiones totales.
A diferencia de muchas otras industrias que están tomando medidas gradualmente para reducir significativamente sus emisiones, el sector del transporte continúa reportando un crecimiento de alrededor del 0.8% en toneladas métricas de dióxido de carbono cada año.
El artículo presenta una hoja de ruta holística hacia la infraestructura de transporte sostenible, teniendo en cuenta las cuatro dimensiones de la sostenibilidad: ambiental, social, institucional y económica.
¿Cómo debe ser la infraestructura de transporte sostenible?
Por tanto, la infraestructura sostenible debe ser resistente al cambio climático, socialmente inclusiva, tecnológicamente avanzada, productiva y flexible.
Un diseño organizacional adecuado, herramientas digitales, indicadores de desempeño y un enfoque conjunto entre todas las partes interesadas son esenciales para transformar de manera efectiva las infraestructuras y garantizar un desarrollo duradero.
Las partes interesadas deben colaborar para aplicar conceptos y métricas de sostenibilidad en todas las etapas: planificación, diseño, licitación, adquisiciones, construcción y excelencia operativa, abunda el documento.
Esas cuatro dimensiones de la infraestructura de sostenibilidad se pueden abordar desde cinco ángulos:
Resiliencia climática
Los constructores de infraestructura de transporte deben prepararse para la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos debido al calentamiento global.
Durante las próximas tres décadas, el McKinsey Global Institute predice que se espera que la temperatura media global suba entre 1.5 ° C y 5 ° C, y hay más del 15% de probabilidad de un aumento de las temperaturas extremas durante los meses de verano.
La infraestructura de transporte se verá particularmente afectada por los efectos del cambio climático. Por ejemplo, muchos aeropuertos están ubicados cerca del agua, con una cuarta parte de los 100 aeropuertos más transitados del mundo situados a menos de diez metros sobre el nivel del mar.
Por tanto, son más vulnerables a las inundaciones provocadas por las precipitaciones durante las marejadas ciclónicas.
Inclusión
La infraestructura de transporte es un bien público y debe promover la inclusión en las comunidades circundantes.
Según el Global Infrastructure Hub, la infraestructura inclusiva se puede definir como "cualquier desarrollo de infraestructura que mejore los resultados positivos en la inclusión social y garantice que ningún individuo, comunidad o grupo social se quede atrás o se le impida beneficiarse de una infraestructura mejorada".
Tecnología
Las tecnologías digitales son fundamentales en la transición de la infraestructura de transporte a través de sus innumerables formas hacia una mayor sostenibilidad.
En el ferrocarril, el despliegue de sistemas avanzados de señalización y control de trenes que utilizan comunicaciones inalámbricas para supervisar el movimiento, eventualmente permitirán que el sector ferroviario cumpla con el objetivo europeo de hacer transporte de carga más sostenible.
Las aplicaciones digitales, incluida la secuenciación de movimiento optimizada, la medición inteligente y las soluciones energéticas, pueden reducir los problemas de los aeropuertos.
Para las carreteras, la instalación de infraestructura de carga para vehículos eléctricos se encuentra entre las soluciones inteligentes más efectivas para autopistas que pretenden mejorar su huella de sostenibilidad.
Por si te lo perdiste:
Electro-logística: así influye en la distribución urbana de mercancías
Otras iniciativas como el mantenimiento inteligente (es decir, la optimización del mantenimiento de carreteras a través del análisis de datos) reducirán los atascos de tráfico, lo que genera otros beneficios ambientales, sociales y económicos.
Productividad y creación de valor
Para ser más atractivos para el capital privado, los activos de infraestructura de transporte deben ser altamente productivos.
Este es un tema particularmente desafiante para el sector debido al alto nivel de fragmentación.
Las partes interesadas podrían avanzar hacia una economía más circular, en la que se podría incentivar a toda la cadena de suministro a preocuparse por el ciclo de vida completo de un activo.
En lugar de ser un pasivo financiero, la infraestructura de transporte sostenible debería crear valor a través de la innovación del modelo empresarial sostenible.
Las instituciones globales desempeñan un papel fundamental en el establecimiento de objetivos de neutralidad de carbono.
También lee:
T-MEC y medio ambiente: empresas deben migrar hacía la economía circular
Junto con las sanciones, los impuestos sobre el carbono o las primas de precio del mismo pueden hacer que las infraestructuras no sostenibles se conviertan en pasivos financieros para los propietarios.
Identificar el costo total de propiedad y las iniciativas que pueden aumentar los ingresos o reducir los gastos generales de mantenimiento también es un componente crítico.
Flexibilidad
Si la pandemia nos enseñó algo sobre la infraestructura de transporte, es la importancia de la flexibilidad.
La infraestructura de transporte debe poder adaptarse a cambios abruptos y significativos en la demanda, tanto predecibles como impredecibles.
Esas cuatro dimensiones de sostenibilidad y cinco elementos estratégicos proporcionan una definición sólida de lo que la infraestructura de transporte sostenible podría lograr financiera, ambiental y socialmente.
THE LOGISTICS WORLD