Para nadie es novedad que a nivel mundial, en los últimos años, se ha venido registrando una escasez de talento bastante preocupante.
De acuerdo con el informe 2025 de Manpower Group, casi 3 de cada 4 empleadores en todo el mundo informan tener dificultades para encontrar el talento que necesitan, es decir, un 74%. Esta cifra se ha duplicado desde 2014 cuando se mapeó en 36%.
Los sectores de transporte, logística y automotriz con algunos de los principales con mayores dificultades en este sentido, lo mismo que manufactura y tecnologías de la información.
En este mismo sentido, los puestos más difíciles de cubrir a nivel global -destaca el informe- son los relacionados con TI y análisis de datos, ingenierías, así como operaciones y logística.
Hablando de México en específico, la escasez de talento es un gran problema para el 70% de los encuestados, ubicándose en el 4 puesto a nivel Latinoamérica solo por debajo de Guatemala, Costa Rica y Brasil.
La cosa es que para este país la escasez de talento en los sectores de transporte, logística y automotriz asciende hasta el 80% y un 77% para tecnologías de la información. Por ende, los puestos más difíciles de cubrir en México tienen que ver con operaciones y logística, así como TI y análisis de datos.
Este sin duda es un gran reto para el sector logístico que transita cada vez más hacia la transformación digital. Las empresas logísticas enfrentan una presión creciente por adoptar tecnologías que les permitan operar con mayor eficiencia, escalabilidad y resiliencia.
Entre esas tecnologías, la nube híbrida se ha consolidado como una herramienta estratégica, al combinar lo mejor de la infraestructura tradicional con los beneficios del cómputo en la nube pública.
La nube híbrida, en términos simples, integra los servicios de nube pública ofrecidos por proveedores globales con los sistemas de cómputo internos de una empresa.

Pero, de frente a la escasez de talento que se registra en México y en todo el mundo ¿qué habilidades necesita la industria para manejar este tipo de modelos tecnológicos e integrarlos a sus operaciones?
La nube híbrida exige algo más que habilidades técnicas
La principal ventaja de la nube híbrida para el sector logístico es su flexibilidad operativa, al permitir extender los servicios desarrollados internamente hacia plataformas más modernas disponibles en la nube. Así lo explica Alfonso León, Country Manager de Nubiral en México, en entrevista para The Logistics World.
Sin embargo, para que este tipo de modelo tecnológico pueda implementarse con éxito, se requiere un perfil de talento que combine competencias técnicas con habilidades blandas altamente adaptativas.
“Yo creo que hay un set de habilidades amplio, pero para empezar tendría que haber conocimiento de los servicios de los principales fabricantes de nube”, señala León. “Es decir, que estén familiarizados y que sepan trabajar los servicios básicos de infraestructura de AWS, GCP y Azure. Eso es un set básico, hablando de lo técnico”.
Desde una perspectiva técnica, el dominio de estos entornos representa solo el primer peldaño. A medida que las responsabilidades se especializan, también lo hace el conocimiento requerido. “Cada fabricante tiene cursos, un road map de entrenamiento… porque dentro de cada nube hay cientos, si no es que miles, de servicios”, puntualiza.
En ese sentido, la especialización puede orientarse hacia soluciones específicas como inteligencia artificial, ERP, gestión de datos o analítica avanzada, dependiendo del rol que se desempeñe.
Pero no todo se reduce a lo técnico. En un entorno tan dinámico como el actual, también se valoran habilidades personales que permitan al talento mantenerse vigente.
“Hoy todo cambia tan rápido que tenemos que tener la capacidad de estar aprendiendo nuevas cosas, de reinventarnos cada mes”, explica el directivo. “Hay que ser resiliente, flexible, estar abiertos y tener esa capacidad de aprender rápido”.
En otras palabras, la capacidad de adaptación y el aprendizaje continuo se han vuelto igual de esenciales que el conocimiento técnico.
En este contexto, resulta fundamental fortalecer el vínculo entre las instituciones educativas y el sector empresarial. La velocidad con la que evolucionan las tecnologías exige una actualización constante de los planes de estudio, pero también un diálogo fluido con las industrias que ya están aplicando estas herramientas en sus operaciones diarias.
Para las universidades y centros de formación, esto implica dejar de lado enfoques rígidos y tradicionales y apostar por modelos curriculares más ágiles, con contenidos adaptables que respondan a las demandas reales del mercado.
Tal como lo plantea León, desde la etapa formativa es crucial que los estudiantes “entiendan todo el concepto de nube”, así como las bases de las principales plataformas tecnológicas utilizadas en el entorno empresarial actual.

Por su parte, las empresas logísticas también deben asumir un rol activo, ya sea participando en el diseño de programas educativos, ofreciendo prácticas profesionales con enfoque tecnológico o colaborando en programas de certificación conjunta con instituciones académicas.
Esta sinergia no solo facilitaría la inserción laboral de los egresados, sino que contribuiría a reducir la brecha de habilidades que tanto afecta a sectores clave como logística, transporte, manufactura y TI.
En última instancia, el talento calificado para operar en un ecosistema logístico digitalizado no solo debe saber usar las herramientas: debe tener la mentalidad, la formación y el acompañamiento adecuados para evolucionar junto con ellas.