En medio de la intensificación de las incertidumbres geopolíticas, hay un nuevo repunte de empresas que ya planean, invierten y ejecutan en la relocalización y casi deslocalización de sus operaciones.
De acuerdo con una nueva investigación de la consultora Bain & Company, hay una tendencia emergente de las empresas por generar ahorros al realizar una mezcla de producción offshore con otra actividad manufacturera clave cercana a su base de operaciones.
Los resultados del estudio indican que las empresas que tienen planes de acercar las cadenas de suministro al mercado ha aumentado al 81%.
Se trata de un aumento de 18 puntos porcentuales desde el 63% en 2022.
A esa cifra se le suma que casi dos tercios (64%) de los ejecutivos encuestados reportaron una inversión dividida en deslocalización (46%) o casi recortada (18%).
Sólo el 36% reportó más inversión en nearshoring.
Sin embargo, los resultados también muestran que a los esfuerzos de relocalización les falta mucho por ejecutar, ya que sólo el 2% de las empresas declararon haber completado completamente sus planes.
Factores que están impulsando el nearshoring
La aceleración de las tendencias de nearshoring pone de relieve cómo ciertos factores han perturbado la lógica empresarial anterior de los centros de fabricación offshore de bajo costo.
Entre esos factores, los encuestados señalaron:
- una mayor turbulencia geopolítica
- presiones para una mayor sostenibilidad y una menor huella de carbono
- el objetivo post-pandémico de ofrecer una mayor resiliencia en las cadenas de suministro
Eso está inclinando la balanza hacia operaciones más cercanas a los mercados de origen.
La aceleración actual de la relocalización en mercados clave en todo el mundo es una tendencia crucial que exige atención de los CEOs, comentó Hernán Sáenz, socio de la consultora y jefe global de la práctica de la mejora de rendimiento de la firma.
Las múltiples interrupciones con las que las compañías han lidiado desde que llegó la pandemia les han orillado, no sólo a reinventar las cadenas de suministro, sino a encontrar novedosas formas de cómo hacerlo.
En estos momentos, sus operaciones se hacen más competitivas en costos, resistentes, sostenibles y ágiles en la respuesta a los mercados en evolución y las necesidades de los clientes, añadió Sáenz.
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China y la Ley de Reducción de la Inflación de EU
El análisis indica que el reshoring también se está reforzando con las tendencias de la desglobalización, con aparentes preocupaciones sobre la disociación de los bloques económicos.
A eso contribuye un aumento de más del 25% en la proporción de empresas que buscan reducir la dependencia de China.
La proporción de empresas que reportan movimientos para trasladar operaciones fuera de China ha aumentado al 69% en 2024, desde el 55% en 2022.
En Estados Unidos, donde el 39% de las empresas encuestadas tienen su sede, los hallazgos también apuntan a que la relocalización ha sido estimulada aún más por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) de 2022.
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El IRA ofrece a las empresas estadounidenses subsidios y créditos fiscales para incentivar el reshoring y la reducción de firmas que pretenden llevar sus centros de fabricación a otros países.
Lo que busca es impulsar la fabricación nacional y la creación de empleo, especialmente en mercados sensibles.
Entre estos se encuentran los destinados a semiconductores, tecnologías de energía limpia como paneles solares y turbinas eólicas, y cadenas de suministro de vehículos eléctricos.
La US CHIPS Act, que puso en marcha incentivos fiscales y financiamiento para estimular la producción nacional de semiconductores en ese país, está funcionando.
Esto ante la creciente demanda de unidades de procesamiento de gráficos impulsadas por IA.
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