La institucionalización y la profesionalización son aspectos que no se trabajan en la mayoría de las empresas familiares, lo que complica su supervivencia.
Sólo un 3% de las organizaciones familiares tiene un nivel adecuado de progreso para subsistir.
Así lo remarcó el estudio Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía.
En general, las empresas familiares en México siguen descartando la importancia de establecer procesos de institucionalización.
También evitan desarrollar un gobierno corporativo y preparar oportunamente la sucesión generacional.
Esos hechos ponen actualmente a una de cada dos organizaciones en un alto riesgo de no sobrevivir en el tiempo, de acuerdo con el reporte presentado por el Centro de Investigación para Familias de Empresarios CIFEM|BBVA de IPADE Business School.
Ante el riesgo de no subsistir
El estudio, elaborado con datos recabados durante el 2023, muestra que, en términos generales, la mitad de las empresas familiares que participaron en el estudio; es decir, el 52%, presenta algún grado de riesgo de no subsistir.
Eso debido a la acumulación de malas prácticas que afectan la dinámica familiar, provocan su desintegración y el fracaso del negocio.
Otro 45% tiene temas pendientes de resolver y únicamente el 3% de las organizaciones (vs. 5% que indicaba el informe en 2022) presentan un nivel adecuado de progreso para lograr subsistir en el tiempo.
Los procesos de sucesión entre generaciones siguen siendo el mayor reto que enfrentan las empresas familiares.
Dicha situación incrementó, ya que el 57% de los encuestados (50% en 2022) está en riesgo de complicar su supervivencia empresarial por no determinar los tiempos y procesos sucesorios.
Otro 40% de las organizaciones tiene temas pendientes de resolver y sólo 3% de las empresas participantes en 2023 cuenta con un plan explícito para llevar a cabo la sucesión en la dirección general.
El informe muestra que en 2023 hubo un ligero descenso del número de empresas familiares en una segunda generación en comparación con las estadísticas mundiales.
21% de las empresas está en la segunda generación contra un 22%, según los estándares mundiales, situación que se repite en la tercera generación y posteriores, donde se observa un 6% vs. 11% de estándar mundial.
Áreas de oportunidad
El reporte indica que la institucionalización, profesionalización y desarrollo del buen gobierno siguen siendo áreas de gran oportunidad para las empresas familiares.
En esas áreas prácticamente no ha habido avances respecto al análisis de 2022: sólo un 5% de las empresas manifiesta estar en orden en este rubro; 69% requiere trabajar intensamente en el tema y 26% presenta áreas de oportunidad.
El informe 2023 también explora el liderazgo de las mujeres, donde 25% de las empresas familiares son dirigidas por ellas.
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Eso indica que se está lejos todavía de un equilibrio en estas posiciones, aunque se han visto avances con respecto al primer informe, cuando había 9% de mujeres líderes.
Por otro lado, el informe muestra que, a pesar del contexto económico complejo, es positivo que 76% de las empresas familiares participantes reporten progreso y crecimiento en sus ventas (vs. 70% en 2022 y 72% del 2021).
Las cifras indican un aumento en su patrimonio en los últimos tres años, señal de la fortaleza de estas organizaciones.
Asimismo, un dato positivo del estudio es que el 37% de las familias empresarias percibe una mejora en su unidad y armonía, un 34% no presenta cambios y en menor medida un 26% presenta deterioro en este rubro.
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Temas por resolver
Este tipo de negocios tiene múltiples temas que resolver.
Sus características requieren seguir una agenda particular para que los propietarios y directivos familiares garanticen su permanencia.
El estudio propone cuatro grandes dimensiones para que cada familia empresaria evalúe y reflexione acerca de la conformación de su agenda.
1ª Dimensión
- Superar los retos propios de las empresas familiares
- Distinguir los roles que cada miembro de la familia debe ejercer y armonizar los distintos ámbitos de convivencia
- Ordenar los flujos económicos y el uso de los activos de la empresa
- Distinguir entre propiedad y dirección
- Separar las relaciones familiares y profesionales
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2ª Dimensión
- Planear y ejecutar la sucesión e institucionalización de la empresa familiar
- Preparar, ejecutar y consolidar la sucesión
- Establecer órganos de gobierno y estructuras organizativas
- Profesionalizar la empresa
3ª Dimensión
- Desarrollar una dinámica sana en la familia
- Abordar y resolver conflictos
- Fortalecer la cultura familiar y empresarial
4ª Dimensión
- Tener perspectivas positivas de su futuro