La industria automotriz es una de las que más consume agua en sus procesos. De acuerdo con la compañía Ecolab, durante las nueve etapas que conlleva la fabricación de una unidad se emplean miles de litros de agua.
Se trata de una problemática ambiental que cada vez toma más notoriedad en el mundo. En el caso nacional, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informa que en México el 14% del recurso hídrico es utilizado en el sector industrial.
Si bien es cierto que la agricultura es el sector que mayor porcentaje de agua requiere (más del 70% de agua en todo el país), en la producción de un solo automóvil se pueden utilizar hasta 250 mil litros del vital líquido.
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Migrar al modelo circular, la propuesta de Veolia
Ante esta problemática, cada vez más compañías del sector automotriz están migrando a un modelo de producción mucho más sostenible que incluya reducir el consumo de agua.
Veolia, compañía franco mexicana dedicada a la gestión de agua, residuos y energía que ofrece soluciones medioambientales para todas las etapas del ciclo del agua, ha desarrollado un modelo que podría reciclar significativamente el agua utilizada en la industria automotriz.
La empresa diseñó una planta sustentable para Renault que se ha convertido en referente para el uso circular del agua en la industria automotriz. Ubicada en Tánger, Marruecos, la planta emite cero emisiones de carbono y cero descargas del líquido industrial gracias a que el agua que se utiliza recircula de manera constante entre varios procesos. De esta forma, se logró reducir el consumo anual en un 70%, el equivalente al llenado de 175 albercas olímpicas.
La solución implementada por Veolia consiste en la eliminación de descargas líquidas industriales del tratamiento de los efluentes durante el proceso de fabricación. El recurso hídrico del paso anterior es reciclado en un circuito de producción de agua desmineralizada que suministra el proceso de fabricación para que pueda ser reutilizado.
El mecanismo se basa en la integración del flujo de salida de tratamiento físico, químico y biológico, un circuito de reciclaje de agua que utiliza ósmosis inversa y tecnologías de concentración por evaporación, dando como resultado lodo seco como único desperdicio del agua procesada del sitio.