Con la reciente pandemia, la incertidumbre económica mundial y la guerra en Ucrania, las percepciones de riesgo de los ejecutivos están cambiando rápidamente.
Según una reciente encuesta de McKinsey a CEOs en industrias avanzadas, muchos ejecutivos ahora ven la dinámica geopolítica como el desafío más importante para sus negocios.
En respuesta, muchos dirigentes están monitoreando activamente los riesgos de la cadena de suministro y elaborando estrategias para prevenir perturbaciones.
Una estrategia que ahora está recibiendo mucha atención consiste en localizar la fabricación de semiconductores para prevenir perturbaciones y aumentar la resiliencia.
Así lo detalló el reporte Exploring new regions: The greenfield opportunity in semiconductors de la consultora McKinsey.
El documento pone énfasis en las 3 S's: sostenibilidad, seguridad de la cadena de suministro y subvenciones.
Sostenibilidad y descarbonización, prioridad
Motivadas por objetivos voluntarios y obligatorios, todas las compañías de semiconductores están tratando de reducir sus emisiones.
Estos esfuerzos pueden ayudarles a cumplir las directrices regulatorias emergentes y satisfacer las necesidades de sus clientes finales más importantes.
Muchas de estas empresas se han fijado ambiciosos objetivos de reducción de emisiones.
Microsoft, por ejemplo, quiere ser carbono negativo para 2030. Para cumplir estos objetivos, los clientes finales no sólo deben mitigar o eliminar sus propias emisiones, sino que también deben abordar las emisiones de Scope 3, que incluyen las que se derivan de los proveedores que les proporcionan productos o componentes.
Si las compañías de semiconductores no toman medidas proactivas para reducir las emisiones, sus clientes podrían en su lugar comprar compensaciones de carbono.
Así podrían intentar pasar los costos asociados a los proveedores en forma de reducciones de precios o erosión de márgenes.
Algunas compañías de semiconductores ya han fijado objetivos de reducción de emisiones, y sus estrategias a menudo implican la transición a fuentes renovables.
Subvenciones
La Unión Europea y los Estados Unidos han aumentado las subvenciones ofrecidas a las empresas de semiconductores en los últimos años.
En otro gran cambio, algunos países sin ecosistemas semiconductores fuertes están tratando activamente de fomentar el crecimiento de esos ecosistemas dentro de sus fronteras.
India y España se encuentran entre los países que han anunciado nuevos programas en los últimos 12 a 18 meses.
Dichos programas están diseñados para atraer inversión en semiconductores y podrían tener un gran impacto en la selección de nuevos fabricantes.
Subsidios en EU
Los subsidios ofrecidos hoy en día suelen ser más altos que en el pasado y pueden incluir nuevos incentivos.
Por ejemplo, los subsidios en los Estados Unidos han involucrado históricamente programas estatales y locales, como subsidios fiscales a la propiedad o a las ventas.
Actualmente, Estados Unidos sólo fabrica alrededor del 12% de los chips del mundo, y ninguna son las variedades más avanzadas.
La Ley CHIPS asigna más de 50 mil millones de dólares para financiamiento directo, préstamos federales y garantías de préstamos diseñados para expandir la investigación y fabricación de semiconductores estadounidenses.
De tener éxito, reduciría la dependencia de proveedores extranjeros.
Subsidios en Europa y Japón
En tanto, los países miembros de la Unión Europea han acordado proporcionar 47 mil millones de dólares en fondos públicos destinados a duplicar la participación del bloque en la producción mundial de chip al 20% para 2030.
Japón sólo tiene una participación del 10% del mercado global de semiconductores, frente a alrededor del 50% en la década de 1980.
El gobierno japonés ha anunciado 6.800 millones de dólares en inversión pública para expandir la producción nacional de semiconductores.
Sin embargo, una desventaja para aumentar los subsidios es el costo de entrada para las regiones que quieren atraer inversiones de las compañías de semiconductores.
También, los obstáculos podrían llegar a ser aún mayores si siguen aumentando.
Las regiones que históricamente han tenido una presencia significativa de semiconductores podrían estar en la mayor desventaja.
Si una región o un país tiene muchas empresas tecnológicas, una fuerte oferta local de semiconductores podría ayudarles a prosperar.
Eso se traduce en más empleos y una economía regional más fuerte.
Industria de los semiconductores
La industria de semiconductores es la segunda más rentable del mundo y, por lo tanto, tiene un gran impacto en el PIB.
También representa la segunda mayor cantidad de gasto en investigación y desarrollo, contribuyendo así a la creación de muchos puestos de trabajo altamente cualificados.
Por último, la industria de semiconductores también tiene fuertes multiplicadores económicos, con inversiones que se estima aumentarán su valor actual del PIB en tres veces en seis años.