En un texto previo, Sachin Lulla y Himanshu Khandelwal, especialistas en estrategias de transformación digital de EY, señalaron que la pandemia de Covid-19 orilló a un cambio sin precedentes en la industria manufacturera.
Expusieron que la necesidad de cadenas de suministros ágiles y resilientes están llevando a los logísticos del mundo a rediseñar la industria de un modo tal que están sentando las bases para las fábricas del futuro.
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Argumentan que uno de los principales problemas que encuentran las empresas al momento de incluir en sus procesos tecnologías como la inteligencia artificial es no pensar en el impacto que su uso tendrá en la estructura de la organización.
Transformación digital de la industria manufacturera
Por tanto, insisten en la necesidad de ligar la transformación digital de las empresas manufactureras con programas de excelencia operativa.
Dichos programas deben invertir en entrenamiento y capacitación a fin de construir una cultura del aprendizaje con metas medibles y alcanzables.
Las compañías que persiguen la innovación digital deben centrarse primero en crear las herramientas y los sistemas necesarios para que funcionen a favor de los procesos productivos, no entorpecerlos.
Es muy común que los mandos se emocionen por las capacidades de la nueva herramienta y su funcionamiento.
Cuanto lo anterior ocurre, la gran mayoría pierde de vista que lo más importante es lo que esa tecnología puede hacer para el negocio.
Todavía más trascendente aún: cómo impacta en la decisión de compra de los clientes.
El retorno de inversión, vital para implementar tecnología
Antes de hacerse de una nueva tecnología las empresas deben responderse cómo ésta les llevará a fabricar un mejor producto.
También deben considerar qué les permitirá estar por encima de la calidad de que ofrecen sus competidores.
Indudablemente, las compañías necesitan un indicador ROI (return on investment) que les guie en su intento de digitalización.
Con una estrategia de retorno de inversión la planeación se enfocará en las necesidades y retos de la empresa.
Esto servirá como guía para el uso adecuado de las tecnologías a emplear para llegar a objetivos inmediatos.
A su vez, servirá para construir el escenario propicio para que el cambio en los procesos sea efectivo.
Compartir el conocimiento
Usualmente, dentro de las empresas de manufactura, compartir conocimiento es de lo más común, incluso en esta nueva era digital.
No es raro encontrarse con un individuo que ha hecho un mismo trabajo por años y que ha tenido durante todo ese tiempo aprendices formales e informales.
El reto para la compañía es darle a este empleado el lugar que corresponde y capitalizar sus conocimientos.
Así, cuando esta persona se jubile o no forme parte del equipo, lo que sabe se quedará y preservará dentro de la empresa.
Por lo general estas personas no son expertos escritores y la gran mayoría carecen de las habilidades para desarrollar un manual de procedimientos con especial atención a los detalles y estándares requeridos.
Son empleados que suelen sentirse más cómodos en piso que en una oficina entre papeles.
Por tanto, las fábricas que están en proceso de digitalización necesitan de las enseñanzas de estos “engranes”.
La finalidad es desarrollar métodos más fáciles y efectivos que lleven a la producción a un nivel diferente.
El uso de plataformas multimedia puede ser un efectivo método para crear contenido institucional a partir del dominio de la planta que tienen algunos empleados.
En vez de malgastar horas para explicar con palabras cómo cambiar los componentes de una máquina o ensamblarla, un video puede ser más útil para impartir conocimiento.
Los cambios de hoy sentarán las bases para el mañana
El texto de Lulla y Khandelwal hace un especial énfasis en la dualidad: las empresas deben optimizar sus procesos manufactureros al tiempo que innovan previendo lo que serán los negocios del mañana.
La pandemia dejó claro que parte de los aprendizajes de antaño no funcionaron para prevenir una crisis como la que se vive actualmente.
Los autores del texto para Ernest & Young puntualizaron que condiciones pasadas mucho menos pueden servir de base para construir una fábrica de cara al futuro.
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Por tanto, los negocios de hoy modernizan sus operaciones pensando en lo que les sirve ahora pero también pavimentan el terreno para que puedan construir sobre esas bases el día de mañana.
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