El próximo gobierno federal que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo presentó una hoja de ruta sobre el futuro del sector de infraestructura de nuestro país.
Así se detalla en el documento distribuido por el equipo de transición de la próxima presidenta de México titulado 100 Pasos para la Transformación.
Dicha hoja de ruta establece que la estabilidad económica y un sector bancario financieramente sano representan ventajas para el desarrollo de infraestructura pública y el fomento a la inversión privada.
La propuesta de inversión en el sector de infraestructura de la siguiente administración federal tiene como objetivo fortalecer la competitividad nacional, detalló el documento.
También busca facilitar la integración de las cadenas de suministro entre todas las regiones del país, de acuerdo con un análisis de la consultora HR Raitings.
Por eso la intención de establecer distintos polos de desarrollo a lo largo y ancho del país, definiendo específicamente ventajas y desventajas competitivas, así como vocaciones productivas regionales.
Para alcanzar ese objetivo, el papel que desempeñará el sistema de conectividad carretero será clave para el transporte de mercancías.
Por supuesto, que con la mejor y mayor conectividad también se prevé mayor la inversión extranjera, remarcó el texto.
Esbozo de un plan de infraestructura nacional
La hora de ruta servirá como marco de referencia para lo que en el futuro sería un Plan Nacional de Infraestructura, detalló el reporte Autopistas de Cuota y Proyectos de Infraestructura para 2024 – 2030.
Presenta una lista de proyectos en todas las regiones del país: carreteras, trenes, puertos y aeropuertos que se esperan construir, pero también se contempla poner atención (con planeación y recursos) a labores de conservación, modernización y ampliación.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes informó que heredará una cartera con alrededor de 772 proyectos de infraestructura, de los cuales más de 130 están considerados de alto impacto y maduración.
La lista que aparece en el documento del equipo de transición considera 49 proyectos de infraestructura, y según se indica 25 resultan ser claves.
Entre estos están 11 en el sector de carreteras, cuatro en trenes de carga y ocho en trenes de pasajeros.
Impulso a la estructura multimodal
La estrategia general de inversión que se plantea está destinada a mejorar la integración de una infraestructura multimodal.
Persigue que el sistema carretero y la red ferroviaria nacional sean opciones eficientes y seguras para el traslado de personas, de todo tipo de mercancías y que desemboquen en modernos centros logísticos en puertos y aeropuertos.
Con relación al desarrollo y conservación de carreteras, la próxima presidenta de México ha mencionado que podría destinarse al menos la tercera parte del presupuesto anual asignado a la SICT para este fin.
En este sentido, el programa de caminos rurales considera la modernización y ampliación de al menos 3,000 kilómetros.
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En cuanto al sector ferroviario, la propuesta sexenal incluiría duplicar la carga transportada por ferrocarril, modernizar las conexiones en centros multimodales y establecer las condiciones para el uso compartido de vías para el transporte de personas y de mercancías.
Entre los proyectos clave están las líneas de trenes de pasajeros, que en principio aprovecharían los derechos de vía existentes y 18,000 kilómetros de vías férreas que actualmente están concesionadas.
Entre estos proyectos están:
- el Tren AIFA-Pachuca
- el Tren México-Querétaro-León-Aguascalientes
- el Tren México-San Luis Potosí-Monterrey- Nuevo Laredo.
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Inversiones en aeropuertos y puertos marítimos
Con respecto a las ampliaciones aeroportuarias es importante destacar la participación privada en varios de estos proyectos mismos que ya cuentan con un avance considerable como es el caso del aeropuerto de Tepic y Puerto Escondido, remarcó el análisis.
Para cerrar la estrategia de multimodalidad, también se establece como prioridad la modernización y ampliación de puertos marítimos.
Al desarrollo portuario se le asignarían recursos para mejorar y expandir la capacidad de los principales puertos del país.
Recibir barcos de mayor calado e incrementar la capacidad y eficiencia de maniobras y servicios a la carga (contenedores, granos, minerales, productos químicos, hidrocarburos, vehículos, etc.), mejoraría la competitividad del sector naviero en el comercio internacional.
Además, facilitará la integración de las cadenas de suministro globales.
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En los últimos meses se ha presentado ya un avance en trabajos de ampliación y modernización en algunos de los puertos del país.
Entre ellos se encuentran el de Ensenada, Seybaplaya, Guaymas, Altamira.
Adicionalmente, se esperarían inversiones adicionales en participación conjunta entre el sector público y privado en Mazatlán, Manzanillo, Veracruz en su segunda etapa y Progreso.