Las interrupciones históricas de la cadena de suministro, las restricciones por el Covid-19 y los volúmenes de carga récord se combinaron para crear un número sin precedentes de barcos esperando en las costas del mundo.
En el caso específico de Bahía de San Pedro, en Long Beach, California, la congestión portuaria significó un aumento de las emisiones contaminantes en 2021.
Porcentajes de contaminantes en la terminal de Long Beach
El informe anual del inventario de emisiones de ese puerto, presentado a la Junta de Comisionados de la terminal de Long Beach, encontró que el hollín de diésel disminuyó un 88%.
Además, los óxidos de nitrógeno disminuyeron un 49% y los óxidos de azufre disminuyeron un 96% en comparación con 2005.
En el estudio del año anterior, las partículas de diésel habían disminuido un 90%, los óxidos de nitrógeno un 62% y los óxidos de azufre un 97%.
Ese puerto basa sus porcentajes en cifras que datan del 2005, un año antes de la adopción del Plan de Acción de Aire Limpio (CAAP) original de la Bahía de San Pedro.
Portacontenedores atascados cerca de la bahía
El año pasado, una gran cantidad de embarcaciones, principalmente portacontenedores, permanecieron ancladas o merodearon durante las oleadas de carga en las terminales de la bahía.
Cuando los barcos atracaron en terminales donde un acuerdo de seguridad de Covid-19 limitó el tamaño de los grupos de trabajo, los barcos se quedaron más tiempo.
Se utilizó más equipo de manejo de carga para mantenerse al día con la actividad, y los camiones esperaron más tiempo en las filas como resultado de problemas de logística en todo el sistema en el distrito del puerto, en toda la región y en todo el país, detalló el reporte.
Además, una cantidad superior a la habitual de barcos visitantes no estaban equipados con energía de tierra, y otros barcos usaron menos energía de tierra debido a un evento de orden de restricción de energía de emergencia en California.
Cuellos de botella e interrupción de la cadena de suministro
La presidenta de la Comisión del Puerto de Long Beach, Sharon L. Weissman, resaltó que “la pandemia creó cuellos de botella que provocan emisiones en la cadena de suministro y nadie podría haber previsto este evento único en la vida”.
Por su parte, Mario Cordero, Director Ejecutivo del Puerto de Long Beach, apuntó que “muchas de las condiciones negativas que crearon esta tormenta perfecta han mejorado”.
Dijo que lo ocurrido dejó un importante aprendizaje que les motivó a desarrollar un programa de colas de buques, que se implementó el año pasado, para aliviar la congestión y lograr un impacto positivo en el próximo inventario.
El documento destacó que el puerto continúa cumpliendo sus objetivos para 2023 en materia de partículas diésel y óxidos de azufre.
En el inventario anterior, las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 10% en comparación con 2005.
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En el inventario de este año, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron un 22% desde 2005. El aumento se debió principalmente a la cantidad inusualmente grande de embarcaciones transoceánicas ancladas frente a la costa.
Características del puerto de Long Beach
El Puerto de Long Beach es conocido internacionalmente como uno de los líderes en la industria en el avance del movimiento de carga más limpio.
Se ha fijado la meta de que todos los equipos de manejo de carga sean de cero emisiones para 2030 y una flota de camiones de acarreo de cero emisiones para 2035.
Alrededor del 17% del equipo de manejo de carga en el puerto es de propulsión eléctrica, lo que le convierte en la flota más grande de este tipo en los Estados Unidos.
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Como señal de ese progreso, el mes pasado, el puerto anunció que un socio de la empresa de camiones se convertirá a cero emisiones para 2025, 10 años antes de la meta de 2035.
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