Las empresas de logística de la cadena de frío (CCL) han desarrollado diferentes medidas para adaptarse a los retos en curso que siguen afectando al sector. Esto según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
El primer mecanismo de adaptación consiste en desarrollar un diálogo constante y fluido dentro y fuera de las empresas CCL. Para mejorar la comunicación externa con clientes y destinatarios, las empresas CCL han sustituido la comunicación mensual o semanal, típica de la era pre-Covid-19, con comunicación constante para las estimaciones de ventas diarias.
Con ello, pueden pronosticar con mayor precisión las actividades de transporte y almacenamiento para los días siguientes y así, garantizan la disponibilidad de recursos humanos y materiales, evitando la congestión de la plataforma de transporte debido a la excesiva demanda.
De ese modo pueden mantener la excelencia en los servicios, controlando los costos de producción y evitando pérdidas que pongan en peligro su viabilidad.
Además, han reforzado la comunicación interna para que los empleados conozcan las medidas establecidas y comprendan las necesidades de la empresa, promoviendo así su flexibilidad y voluntad. También han fomentado una intensa coordinación interdepartamental, especialmente entre los departamentos de ventas y operaciones.
Tecnología al servicio de la comunicación
La comunicación se refuerza además con la actualización de los sistemas informáticos CCL para aumentar la sinergia con los clientes y dentro de la empresa.
Implementar plataformas de comercio electrónico reduce los errores humanos, aumenta la satisfacción del cliente y proporciona a las empresas una ventaja competitiva.
Estas plataformas de comercio electrónico integran, a través de una aplicación en los smartphones drivers, un sistema de optimización que facilita el control de costos reduciendo los tiempos de ruta.
Este sistema de optimización de rutas recoge y categoriza la información, notificando a los usuarios cualquier incidente, como atascos, accidentes, cierres de carreteras, congestión en las plataformas de transporte y destinatarios no disponibles.
El sistema proporciona retroalimentación modificando las rutas actuales y siempre notifica a los clientes y destinatarios del paradero y estado de sus mercancías.
Distribución de última milla
Otro mecanismo consiste en abrir nuevos mercados estableciendo acuerdos con los socios para abordar la distribución de última milla de paquetes pequeños.
En esa línea de negocio, en la entrega directa al consumidor final, las empresas están desarrollando alianzas estratégicas con empresas de mensajería.
Éstas se especializan en la entrega de paquetes pequeños dentro de zonas urbanas y con transporte en cadena de frío.
Los negocios proporcionan los bienes, y la empresa de mensajería la infraestructura necesaria para la distribución de última milla.
Actualmente están considerando este tipo de acuerdos para la entrega de comestibles de supermercados e hipermercados.
También han adoptado otras medidas de ahorro de combustible reorientando su planificación hacia el aumento de las tasas de utilización de camiones y la eliminación de rutas innecesarias.
A medio y largo plazo, están considerando la posibilidad de sustituir su flota por modelos híbridos.
Ello incluye vehículos eléctricos de corto alcance e hidrógeno (tecnología todavía en fase de investigación).
También modelos con contenedores de 1.80 metros de altura para aumentar la capacidad de carga de 33 a 50 palets.
Ampliación de la infraestructura
Otra medida adoptada ha sido reactivar las inversiones para ampliar su infraestructura mediante la ampliación y el desarrollo de proyectos para la apertura de nuevos almacenes.
En el último año se han registrado más de cincuenta proyectos, que abarcan una superficie total de más de un millón de metros cuadrados.
Eso incluye almacenes propiedad del cliente pero gestionados por la empresa CCL.
Por último, las empresas CCL están estimulando su crecimiento inorgánico acelerando las operaciones de compra y venta en el sector, en el marco de una tendencia hacia la concentración de capital.
Esto porque cada vez se necesita más capital para investigar y desarrollar nuevas tecnologías e innovaciones (para aumentar la productividad de manera sostenible).