Una investigación académica concluyó que si se reducen tres grados la temperatura estándar de la mayoría de los alimentos congelados las emisiones de carbono podrían reducir el equivalente a retirar 3.8 millones de coches de la circulación.
Dicho ahorro de emisiones equivaldría a que toda la población de Nueva York, New Hampshire y Vermont dejara de conducir durante un año.
Así lo detalleron expertos del Instituto Internacional del Frío, con sede en París, la Universidad de Birmingham y la London South Bank University.
Entre otras, descubrieron que el pequeño cambio podría:
- Generar un potencial de ahorro energético de aproximadamente 25 teravatios-hora al año equivalente, al 8.63% del consumo anual de energía de la energía del Reino Unido.
- La medida representa un ahorro de entre el 5% y el 12%.
- El aumento puede realizarse sin comprometer la seguridad ni la calidad de los alimentos.
Proponen cambios a la norma internacional de temperatura
La norma internacional de temperatura se estableció en la década de 1930 y no se ha revisado en casi un siglo.
La empresa logística de la logística mundial DP World lanzó una coalición industrial para reconsiderarla.
La mayoría de los alimentos congelados se transportan y almacenan a menos de 18 grados Celsius.
La coalición pretende redefinir las normas de temperatura de los alimentos congelados para reducir los gases de efecto.
Al mismo tiempo busca disminuir los costos del inventario de la cadena de suministro y asegurar los recursos alimentarios para la creciente población mundial.
¿Quiénes están impulsando la propuesta?
A la coalición ya se ha unido organizaciones líderes del sector, entre ellas: Grupo AJC, con sede en Estados Unidos; A.P. Moller - Maersk (Maersk), de Dinamarca, y Daikin, de Japón.
También Global Cold Chain Alliance; Kuehne - Nagel International, de Suiza; Lineage, de Estados Unidos; Mediterranean Shipping Company (MSC), de Ginebra; y Ocean Network Express (ONE), de Singapur.
Maha AlQattan, directora de Sostenibilidad del Grupo DP World, dijo sobre la investigación que "un pequeño aumento de la temperatura podría traer enormes beneficios, pero, por muy comprometida que sean las empresas, la industria sólo puede cambiar si trabaja unida".
Garantizar la seguridad alimentaria en el futuro
Cada año se transportan por todo el mundo cientos de millones de toneladas de alimentos, desde arándanos hasta brócoli.
Alargar la vida útil de los alimentos tiene un costo importante, ya que se necesita entre un 2% y un 3% más de energía por cada grado bajo cero que se almacenan, indicó el estudio.
El sector trabaja por la descarbonización y se enfrenta a un aumento de la factura energética.
La demanda de alimentos congelados aumenta medida que el apetito evoluciona en los países en desarrollo y los consumidores.
Preocupados por el precio, buscan alimentos nutritivos y sabrosos a precios más asequibles.
Los expertos estiman que el 12% de los alimentos producidos anualmente se desperdicia por fallas en la cadena de frío.
Los estudios también sugieren que cada año se tiran 1.300 millones de toneladas de alimentos comestibles, un tercio de la producción mundial de alimentos para consumo humano.
La necesidad es especialmente apremiante en zonas como el África subsahariana y el subcontinente.
En Pakistán, por ejemplo, en 2022 se perdió la de los mangos exportables por una ola de calor extremo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, más de 820 millones de personas sufren por inseguridad alimentaria.
El profesor Toby Peters, director del Centro de Refrigeración Sostenible de la Universidad Heriot-Watt, dijo que la infraestructura de la cadena de frío, y la falta de ella, tiene implicaciones para el cambio climático global y el medio ambiente.
Los fenómenos provocados por el cambio climático, como sequías, inundaciones y olas de calor, pueden reducir el rendimiento de las cosechas y perjudicar la salud y la productividad del ganado.
Explicó que la congelación de alimentos puede proteger las fuentes alimentarias y su valor nutritivo durante meses en medio de esas crisis.