Después de que la carne que se transporta vía marítima llega a puerto, comienza una serie de etapas o fases importantes del proceso de importación que requiere que se hagan con completa seguridad.
Sí, esta parte necesita que exista una combinación de diferentes factores: precisión técnica, control normativo y eficiencia operativa.
¿Cuáles son estas fases? El pago de pedimento, liberación y modulación; la inspección sanitaria detallada; y el manejo de contenedores y cierre logístico.
Cada una de estas etapas es esencial para asegurar que la carne de importación cumpla con las normas mexicanas y pueda ser liberada sin contratiempos.
3 Fases para garantizar la seguridad en la importación de carne
De acuerdo con Griselda Reyes, especialista de Grupo Silca, quien habló en el Seminario Interactivo de Aduanas 2025 del Sector Cárnico, existen tres fases muy importantes de la importación de carne a México que combinan precisión técnica, control normativo y eficiencia operativa.
Fase 1: Pago de pedimento, liberación y modulación
El pago de pedimento aduanal es el documento legal que autoriza la importación de carne. Que sea preciso es fundamental, pues cualquier clase de error puede provocar demoras.
Luego se realiza la liberación y modulación, con lo que el sistema aduanal determina si el embarque necesita una inspección física (semáforo rojo), o puede pasar directamente (semáforo verde).

Al respecto, Reyes explica que este proceso depende en gran parte de las terminales portuarias, ya que éstas asignan las citas para las revisiones, según su disponibilidad.
Una buena coordinación con el operador logístico puede marcar la diferencia en tiempos y costos.
Fase 2: Inspección sanitaria detallada
La segunda fase de este proceso de la importación de carne es, quizá, la más determinante, ya que corresponde a la inspección sanitaria, la cual está regulada por la NOM-030-ZOO-1995, la cual establece ”los procedimientos y especificaciones técnicas para la verificación de los productos cárnicos importados”.
Esta norma exige inspeccionar el 100 % de los lotes e incluye un muestreo aleatorio del 25 % para productos provenientes de plantas aprobadas. Si se detectan irregularidades, la planta puede ser suspendida, lo que impide futuras exportaciones a México.

Empaque, etiquetado y control físico
También se revisa que los productos vengan empaquetados en cajas o combos nuevos, con etiquetas tanto en idioma original como en español. La etiqueta original de la planta debe tener nombre genérico del producto, peso neto, nombre y número de la planta y fecha de empaque. La etiqueta en español debe indicar el país de origen, el nombre y número y dirección de la planta, nombre del producto, y leyenda que indique “manténgase en refrigeración” o “manténgase en congelación”. Además de los sellos de inspección de la autoridad sanitaria de origen.
En el punto de inspección, se verifica la integridad de los sellos del contenedor y se compara la numeración con la registrada en el certificado sanitario. Cualquier indicio de violación o manipulación implica la apertura de una investigación o el rechazo del lote.
La mercancía se descarga completamente para su revisión. Se seleccionan cajas al azar, se realizan cortes y luego se toman muestras para análisis de laboratorio. Este proceso, aunque riguroso, garantiza la seguridad alimentaria y la confianza del consumidor.
Fase 3: Manejo de contenedores y cierre del proceso
Una vez superada la inspección, la autoridad emite el certificado sanitario de importación. A partir de aquí, el producto puede ser trasladado al destino final, ya sea en contenedores refrigerados o en unidades de transporte especializado.

El cierre de este proceso incluye la devolución del contenedor vacío, la gestión de maniobras y el corte de demoras con la naviera para evitar cargos adicionales. Y por último, se hace una cuenta de gastos y facturación al cliente que hace la importación, lo que marca el cierre documental y administrativo del proceso.
Ya para acabar, Griselda Reyes destacó que una importación exitosa depende de la observancia estricta de las regulaciones no arancelarias y de la coordinación entre autoridades, agentes aduanales y transportistas.
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