El Buen Fin se ha consolidado como uno de los eventos de consumo más relevantes en México y la edición 2025 no será la excepción.
Según el reporte de expectativas de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), casi ocho de cada diez internautas planean participar, lo que confirma la madurez de la campaña como hábito de compra digital.
Pero detrás de este número se esconden tendencias que redefinen la estrategia de retailers, marketplaces y marcas: la omnicanalidad, la logística, la planeación anticipada y la diversificación de categorías se han convertido en el verdadero campo de competencia.
A continuación, las cinco cifras clave que explican hacia dónde se dirige el e-commerce en México con el Buen Fin 2025.
1. 77% de los internautas asegura que comprará en el Buen Fin
La intención de compra alcanza un nivel de madurez pocas veces visto en campañas de consumo masivo: casi ocho de cada diez usuarios de internet están decididos a participar en el Buen Fin.
Este dato refleja que el evento ya no es una simple “venta especial”, sino un hábito de consumo integrado en la cultura de compra mexicana.

A diferencia de campañas como el Cyber Monday o el Black Friday, en México el Buen Fin tiene un valor más cercano a la planificación familiar y a la anticipación de compras navideñas, lo que convierte la edición 2025 en un punto crítico para fidelizar clientes y ampliar la base de compradores recurrentes.
2. 69% de los consumidores combinará canales físicos y digitales
La omnicanalidad dejó de ser tendencia para convertirse en norma. Siete de cada diez compradores planean usar tanto tiendas físicas como plataformas online para realizar sus compras, lo que obliga a las empresas a integrar inventarios, diseñar estrategias de “click & collect” y coordinar experiencias consistentes en ambos espacios.
Este fenómeno no solo responde a la conveniencia, sino también a la confianza: el consumidor mexicano aprovecha la inmediatez de la tienda física y, al mismo tiempo, la comparación de precios y promociones exclusivas del canal digital.
El reto es claro: quienes no logren integrar ambos mundos perderán relevancia en un mercado cada vez más híbrido.
3. 65% espera entregas en menos de una semana
La logística se ha convertido en el verdadero campo de batalla del e-commerce. Seis de cada diez consumidores esperan que sus compras lleguen en menos de una semana y en categorías sensibles como farmacia, juguetes o alimentos para mascotas, la exigencia es aún mayor: muchos demandan entregas en uno o dos días.
Este dato convierte la eficiencia logística en un factor decisivo de lealtad.
Las empresas que inviertan en micro-fulfillment, centros de distribución regionales y modelos de entrega same-day estarán mejor posicionadas para cumplir con un consumidor que valora tanto la rapidez como la certeza.
En el Buen Fin 2025, no será el descuento más agresivo el que gane, sino la promesa de entrega cumplida.

4. 76% planea sus compras con semanas de anticipación
El Buen Fin ha dejado de ser un evento impulsivo. Hoy, tres de cada cuatro consumidores investigan precios y productos hasta con tres semanas de anticipación, lo que obliga a las marcas a iniciar campañas de comunicación mucho antes del arranque oficial.
Estrategias de pre-lanzamiento, listas de deseos digitales, comparativos de precios y retargeting se vuelven fundamentales para mantener la atención del shopper hasta el momento de la compra.
La planeación anticipada también revela un perfil más racional y analítico del consumidor, que exige mensajes segmentados, promociones claras y experiencias personalizadas.
5. Nuevas categorías: lujo, farmacia y mascotas en la mira
Aunque las categorías tradicionales como electrónicos, moda y electrodomésticos siguen dominando, en 2025 emergen con fuerza segmentos antes considerados de nicho: artículos de lujo, farmacia, automotriz y alimentos para mascotas.
Este giro refleja una diversificación en las necesidades del comprador digital y obliga a los retailers a ajustar surtido, comunicación y servicios.
La relevancia de estas categorías también marca un reto logístico adicional: entregar productos sensibles como medicamentos o alimentos perecederos con rapidez y seguridad, o manejar la experiencia premium en el caso de artículos de lujo.
Las empresas que logren adaptarse a estas expectativas no solo captarán nuevas audiencias, sino que también ampliarán su relevancia en un mercado cada vez más competitivo.

El Buen Fin 2025 no se define únicamente por sus promociones, sino por la capacidad de las empresas para ofrecer experiencias integrales: omnicanales, rápidas y personalizadas.
Las cifras revelan que el consumidor mexicano está más informado, más planificado y más exigente que nunca.
Para las marcas y los operadores logísticos, el desafío está en cumplir con ese estándar: integrar inventarios en tiempo real, invertir en micro-fulfillment y ofrecer beneficios financieros atractivos que conviertan la compra en lealtad.
Más que un fin de semana de descuentos, El Buen Fin se ha transformado en el termómetro del e-commerce en México.