Este es un primer paso para dotar a las instituciones de salud pública de un sistema de trazabilidad que permita hacer seguimiento en tiempo real de los medicamentos y dispositivos médicos, previniendo así el robo, la adulteración y garantizando la calidad de los mismos.
Sicpa, compañía suiza líder mundial en tecnologías de trazabilidad, en asociación con Rfxcel y GS1 participó, a finales de 2018, en un programa piloto, para asegurar la cadena de suministro de medicinas, a través del seguimiento desde su etiquetado en el origen hasta su entrega al usuario final.
Este piloto confirmó las ventajas de contar con un control de inventario, tanto en el envío como en la recepción de las mercancías, para que, en caso de que algún medicamento sea sustraído o cambiado, se emita una alerta de faltante o no perteneciente al pedido que se está recibiendo.
El proyecto replicó las mejores prácticas obligatorias en los Estados Unidos de América con la entrada en vigor, en noviembre de 2018, de la Ley de Seguridad de la Cadena de Suministro de Medicamentos (United States Drug Supply Chain Security Act / US DSCSA); y las implantadas en la Unión Europea a que obliga la Ley sobre Medicamentos Falsificados (European Union Falsified Medicine Act EU FMD) desde febrero de 2019.
Contar con un sistema de trazabilidad también beneficia a los consumidores, ya que mediante una aplicación móvil gratuita, los usuarios del sistema de salud pueden verificar los productos a través de la lectura de un número de serie único e irrepetible con datos específicos como lote o fecha de caducidad brindando así, confianza y protección a su salud.
Actualmente, en México se utiliza el marcado de medicamento por lotes, el cual se ha demostrado que es insuficiente para proteger estos productos de delitos como la falsificación y distribución ilícita. De acuerdo con cifras de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en 2018, las pérdidas para el gobierno ascendieron a 150 millones de dólares.
El uso de la tecnología permite la eficiencia en la validación de los productos, además de impedir la falsificación, independientemente del proveedor, la trazabilidad permitiría al gobierno de México, mantener estrictos controles sobre la cadena de suministro de los medicamentos que se distribuyen en el sistema de salud pública y privada, inhibiendo los robos o actos de corrupción.