De acuerdo con Miguel Elizalde Lizárraga, Presidente Ejecutivo de ANPACT (Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones), para el efectivo cumplimiento de la NOM-044-SEMARNAT y para estar a la altura de otros países en cuanto a autotransporte seguro, amigable y competitivo, es indispensable el cumplimiento de la NOM-016-CRE que regula la calidad del combustible diésel de ultra bajo azufre (DUBA). Por lo cual, es importante recordar que el 1 de enero de 2019 se establece la fecha límite de disponibilidad absoluta de DUBA en el territorio nacional.
En conferencia de prensa, el directivo destacó lo indispensable que resulta contar en el país con incentivos verdes que impulsen la adquisición de nuevas tecnologías para obtener con esto los beneficios calculados por la SEMARNAT en más de 100 mil millones de dólares.
Adicional, precisó que la NOM-044-SEMARNAT es una norma para vehículos nuevos y no aplica para vehículos importados. Además, expuso que la 044 es una norma transparente para todos, es decir, no aplica solamente a fabricantes y a importadores, por temas de tecnología su aplicación se extiende también a transportistas.
Asimismo, informó que esta norma reconoce el estándar ambiental de Estados Unidos EPA (Environmental Protection Agency) y de la unión europea, Euro, lo cual hace que el transportista tenga una oferta más amplia, hecho que a su vez fomenta la competencia entre todos los proveedores de vehículos pesados.
“El cumplimiento normativo se reflejará directamente en beneficios en la salud pública y medio ambiente, por eso como industria de vehículos pesados proponemos una solución integral que consiste en: incentivos verdes, esquemas de financiamiento, profesionalización de transportista, marco regulatorio y supervisión normativa”, afirmó categórico.
Bajo este contexto, aseguró que la industria se ve afectada por la falta de operadores capacitados, por la edad promedio de la flota, por la importación de vehículos chatarra y por la falta de competitividad o incumplimiento normativo, tales como: sobrecarga de vehículo, no cumplir con los esquemas de mantenimiento y, un tema importante, la corrupción.
Ante este panorama, el directivo cuestionó a los transportistas que pagan a una unidad de verificación para obtener el certificado de circulación y en cuanto a los robos en carretera explicó que esta actividad delictiva afecta no sólo a las víctimas sino a toda la población pues el hecho dispara el costo de los seguros.
Tomando en cuenta que las empresas de autotransporte enfrentan una situación compleja, el experto mencionó tres puntos claves que impactan a los transportistas: 1) la liberación de los precios de los combustibles, el diésel es el insumo principal en su costo de operación; 2) la inestabilidad del tipo de cambio, muchas de las autopartes y los vehículos pesados se cotizan en dólares, lo cual inhibe la renovación de la flota; 3) el robo en carreteras y ferrocarril, en donde no se roban los camiones viejos y cuando se roban un camión no es reemplazado con otro nuevo.
Por otra parte, resaltó que el tractocamión es el vehículo que más se produce en México, el que más se vende y el que más se exporta. Por lo cual, es el medio de transporte que más mueve carga en el país.
“Estamos hablando que en el país el 83% de la carga se mueve de manera terrestre entre ferrocarril y autotransporte, de los cuales 173 mil 529 vehículos de carga tienen más de 21 años de antigüedad y prácticamente el 40% son con placas federales. No obstante, si quisiéramos renovar toda la flota sacando los vehículos con antigüedad tendríamos que estar colocando en 10 años unos 55 mil vehículos nuevos”, finalizó.