Diferentes empresas están haciendo grandes inversiones de comercio electrónico en tres industrias, la de alimentos y bebidas, del cuidado personal y de partes de automóviles, que se han quedado rezagadas en este canal, pero con un potencial de crecimiento significativo.
Por ejemplo, Amazon adoptó temprano a la industria de alimentos y bebidas con la compra de la cadena de supermercados Whole Foods y su infraestructura de entrega masiva para tomar los pedidos en la taquilla de la tienda y entregarlos el mismo día.
Otro ejemplo es Walmart, que también ha invertido mucho y creció sus ventas de comercio electrónico casi 40% en 2018, el equivalente a 20 mil 95 mil millones de dólares, refiere la consultora eMarketer en sus pronósticos.
Mientras que la recolección de comestibles es clave para el minorista Big-Box, y recientemente comenzó a trabajar con socios como AxleHire, que proporciona suministro de controladores y logística para la última milla; y con el restaurante Doordash para los servicios de entrega.
Otra industria que tiene potencial en el comercio online es la de cuidado personal y los productos de salud gracias a la facilidad de compra, de intermediarios que proporcionan la logística para las marcas o a marcas que abren sus propias tiendas en línea.
No obstante, es un andar lento debido a las marcas de bienes envasados de consumo (CPG) que han sido tardos para poner productos en línea y tienden a depender de los métodos de marketing tradicionales, menciona Martin Utreras, vicepresidente de previsión en eMarketer.
Las marcas digitales nativas directas al consumidor (D2C) también están ganando terreno, ya que trabajan arduamente para atraer a audiencias más jóvenes, que podrían estar más cómodas comprando en línea que otras generaciones.
La tercera industria con potencial es la de partes de automóviles o autopartes, que aunque tiene una dinámica similar a las CPGs, tiene la ventaja de contar con productos que no requieren un mecánico y se están moviendo en línea en un modelo D2C.