Tras años de camino recorrido y experiencia directa con clientes, hemos focalizado y delimitado diversas necesidades de diferentes nichos empresariales. Destacamos una, que es cada vez más común, sobre todo en el ámbito de la manufactura: la visibilidad de objetos, siendo estos productos, materias primas, reutilizables, contenedores, etcétera.
Entendemos por visibilidad, al hecho de saber, en el momento que se requiera los objetos de los que se dispone y el lugar en donde pueden ser encontrados.
Pero, ¿por qué cada vez es más importante esta palabra? Porque el nivel actual de adelantos tanto en materia tecnológica como en la penetración de mejores prácticas productivas ha generado un impacto positivo en el incremento de la capacidad y rangos de producción. Dicho impacto de manera inherente se traduce en incrementos sustanciales de flujo de productos así como aumento necesario de infraestructura e instalaciones dedicadas a procesos de almacenaje.
A la par de dicho crecimiento, ¿qué es lo que sucede en muchos de los casos? Sucede que el ritmo de producción, ya sea continúo y fijo o por temporadas pico, rebasa la infraestructura establecida para la el tratamiento de los objetos, por ejemplo: recepción, validación, movimientos, almacenaje, despacho, etcétera.
Es entonces cuando retomamos el tema principal del artículo, ¿cómo estar preparados para obtener el orden, la visibilidad y la trazabilidad que la empresa necesita?, la respuesta, por supuesto, se llama: tecnología de identificación por radiofrecuencia, mejor conocida como RFID. Sistemas tecnológicos a la vanguardia, que día a día se posicionan como una opción potencial que da solución al planteamiento expuesto entre muchos otros.
Analicemos a continuación a grandes rasgos las partes que integran a esta tecnología.
1. Etiquetas inteligentes. Conocidas comúnmente como tags RFID, son los dispositivos que se colocan o adhieren en los productos a rastrear y controlar. Existen diversos tipos de tags que responden a necesidades diferentes: por ejemplo desde simples etiquetas de papel con un chip integrado, hasta cápsulas plásticas que incluyen sensores de temperatura, humedad, presión, etcétera. Todos estos tags contienen un número identificador único, conocido como código electrónico de producto y pueden o no almacenar información extra.
2. Antenas y concentradores de datos. Son el vínculo entre las etiquetas inteligentes y un sistema de información (PC), en otras palabras es el hardware que me permitirá leer la información de productos etiquetados y enviar dicha información a bases de datos, sistemas de monitoreo, interfaces dedicadas, entre otros.
3. Middleware y software dedicado. El middleware es la aplicación que me permitirá interactuar directamente con el hardware (lectores, antenas, lectores portátiles, impresoras, etcétera) para obtener la información de eventos que dicho hardware esté monitoreando o produciendo. Por su parte, el software dedicado nos permite darle sentido a los datos duros obtenidos por el middleware, ordenándolos y dotándolos de algún significado que nos permita generar comparaciones, indicadores, gráficas y reportes. Todo lo necesario para una toma de decisiones acertada y en tiempo reducido.
Una vez conocidos los componentes de la tecnología, ahora exploremos las posibilidades y configuraciones que ésta nos ofrece:
a) Productos etiquetados con tag. La tendencia mundial apunta hacia un etiquetaje cada vez más a detalle de ítems, por ejemplo cajas de productos y a su vez pallets que contienen cajas de productos. Al colocarle un tag al ítem, iniciamos la posibilidad de rastrearlo y saber de él a lo largo de la cadena de producción. Siempre tomando en cuenta que existen limitantes de la tecnología cuando tratamos con materiales metálicos.
b) Portales de lectura. Son arcos formados por antenas y concentradores, normalmente son fijos pero también existen móviles. Teniendo el beneficio en la toma de lectura de objetos que lo atraviesen. Comúnmente son utilizados para la migración de productos de áreas productivas a almacenes, movimientos entre mismos almacenes, embarques o desembarques de productos y/o materia prima.
c) Bandas transportadoras inteligentes. La combinación de tecnología nos brinda la posibilidad de contar con productos etiquetados, que “saben” tecnológicamente, hacia dónde deben dirigirse, por ejemplo: en que Almacén se tiene que consolidar. Entonces se crea la interfaz para que la banda obtenga la información de la etiqueta de los productos y automáticamente los direccione.
d) Inventario y picking de almacén. Tener un almacén grande, con una población importante de productos se traduce también, en un tiempo de localización e identificación importante. Dicho tiempo se reduce notablemente con la búsqueda e identificación de los productos a través de su etiqueta RFID, mediante, por ejemplo: una lectora portátil tipo hand held.
Bien, tenemos entonces una descripción general de algunas de las posibilidades de la tecnología RFID. Al poco tiempo de ser implementadas estas opciones nos entregan lo que buscábamos: orden, visibilidad y trazabilidad.
* Líder de Desarrollo de Proyectos de HTK-RFID y cuenta con el Certificado en RFID-SCM.