A fin de tener condiciones tributarias equitativas, compañías ferrocarrileras agrupadas a la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) solicitaron acreditar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) contra el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
La AMF insistirá ante el gobierno federal y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que se autorice dicho acreditamiento, en beneficio directo de las familias que dependen del sector, de los clientes y de la economía mexicana en general.
En un comunicado de la AMF se indicó que los ferrocarriles habían acreditado el pago de impuesto sobre el diesel contra el pago de otros impuestos desde la privatización del sistema; no obstante, en 2009 la Ley de Ingresos, que dio este acreditamiento al autotransporte, no lo hizo extensivo a las locomotoras pese a que los ferrocarriles se ven obligados, a diferencia de otros medios de transporte, a mantener y amortizar las fuertes inversiones en infraestructura.
Las empresas ferroviarias que operan en México, se especificó, generan en conjunto cerca de 10 mil empleos directos “que potencializan a su vez el empleo de miles más en empresas que dependen del ferrocarril. No obstante, las empresas ferrocarrileras padecen condiciones de inequidad tributaria comparada con otros sistemas como el autotransporte”.
Aunado a eso, señaló la asociación, las compañías ferrocarrileras se hacen cargo íntegramente del mantenimiento de las vías, aproximadamente 17 mil kilómetros en total, lo cual no sucede con las carreteras que se les hace mantenimiento público.
Otro de los problemas, detalló la AMF, es el diesel, ya que éste es el principal costo de la operación de las empresas ferroviarias, y dicho combustible registró un incremento en precios de 32.2% en el período comprendido entre enero de 2008 a mayo de 2009.
“La mayor parte del incremento al precio del diesel en nuestro país, no obstante que en el mundo ha registrado un descenso, se debe al pago del IEPS. Durante el periodo enero a marzo de 2009, el precio promedio del diesel fue 1.53 pesos por litro más caro que el que pagan los ferrocarriles estadounidenses, es decir, aproximadamente 30% más caro, con la consecuente baja en la competitividad del sector logístico mexicano”, se dimensionó.
Lo anterior, se explicó, se debe al precio fijado por Petróleos Mexicanos (PEMEX), pero fundamentalmente a los impuestos que los ferrocarriles pagan por este combustible, mismos que a diferencia de otros modos de transporte no lo pueden acreditar contra el pago de otros impuestos.
“La posibilidad de acreditar el IEPS significaría una reducción a este rubro en aproximadamente dos puntos porcentuales, en beneficio directo de los usuarios”, se concluyó.