Las ventas de vehículos pesados en el país registraron más de 5 mil unidades en enero del 2019, en donde el segmento de carga participó con 4 mil 179 unidades, según cifras de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
En el primer mes de este año las ventas al mayoreo registraron un total de 2 mil 120 unidades, lo que significa una disminución de 4.2% respecto al mismo mes del año previo, cuando se comercializaron 2 mil 213 unidades.
Durante enero, las ventas al menudeo sumaron un total de 2 mil 941 unidades que comparadas con las 2 mil 933 vendidas durante enero del 2018 representan un aumento de 0.3%.
El mercado interno requiere de la implementación de medidas estructurales que lo fortalezcan. Para ello, es indispensable colaborar con autoridades para construir soluciones, mencionó Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de ANPACT.
Particularmente con la Secretaría de Economía (SE), Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la banca de desarrollo.
Elizalde recordó que más de 6 millones de familias dependen directa o indirectamente de la industria del transporte pesado, que existen más de 190 mil personas físicas y morales que generan el 6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, que estas personas atienden a más de 70 ramas de la actividad económica nacional y que el 56% de la carga se mueven en autotransporte, por lo que llamó a impulsar políticas públicas que fortalezcan al autotransporte de carga.
“Como el automotriz, el autotransporte es un sector clave por su influencia directa en toda la economía”, dijo el directivo de ANPACT.
-Mil 740 unidades, 1.6% menos que en el 2018;
-931 tractocamiones quinta rueda;
-590 unidades clase 8;
-124 unidades clase 6;
-93 clase 3.
-2 mil 439 unidades, 4.5% más que en el 2018;
-Mil 235 tractocamiones quinta rueda;
-885 clase 8;
-142 clase 4 y clase 5;
-70 clase 3.
-En el Plan nacional de desarrollo se contemple una correcta implementación de los tratados comerciales, especialmente el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA);
-Apoyar a la industria a través de esquemas de capacitación y profesionalización, tanto del operador como de la empresa;
-Sacar provecho de las nuevas tecnologías para aumentar la competitividad de las empresas nacionales;