Las fábricas del futuro están más cerca que nunca. Gracias al avance de la industria 4.0, los centros industriales pueden implementar tecnologías basadas en el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y muchas de ellas ya están impulsadas por tecnología inalámbrica.
Mayor tecnología significa mayor necesidad de carga y energía, y ante los nuevos retos, las fábricas 4.0 están optando cada vez más por la carga inalámbrica de largo alcance, también conocida como wireless power.
Manufactura y wireless power
De acuerdo con un reporte reciente de Supply Chain Brain, implementar fuentes alternativas de energía en las industrias contribuye a la reducción de costos y al aumento de la productividad. Aunque todavía no es un recurso ampliamente extendido, la tecnología inalámbrica podría ser un reemplazo potencial para la generación de redes cableadas industriales.
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Actualmente, las fábricas inteligentes cuentan con diversas soluciones de IoT como rastreadores de inventarios, escáneres de mano, sensores para controlar presión o temperaturas, velocidad de brazos robóticos o carretillas elevadoras.
Aunque muchos de estos dispositivos son portátiles y flexibles, en la mayoría de las fábricas actuales se utilizan baterías de alta eficiencia o complejos sistemas cableados para proveerlos de energía. Algunos inconvenientes que presentan las baterías, sin embargo, son:
- Costos: si cada uno de los dispositivos necesita al menos un par de baterías para funcionar y otro más de reemplazo, los costos pueden aumentar considerablemente.
- Tiempo: las baterías deben reemplazarse o cargarse y durante este tiempo los dispositivos no pueden mantenerse operativos.
- Carga limitada: pese al desarrollo tecnológico, las baterías sólo pueden tener un tiempo limitado de carga.
¿Cómo será el wireless power del futuro?
Los sistemas modernos de carga inalámbrica de largo alcance pueden alimentar una amplia gama de dispositivos de manera segura y eficiente, sin interferir con las prioridades de producción, lo que genera beneficios en tiempos y producción.
Según rescata ComputerWorld, existen varios tipos de energía inalámbrica, pero uno de los modelos más prometedores para aplicarse de forma masiva en fábricas y centros de producción podría basarse en la obtención de energía directamente de las máquinas que se encuentran cerca. Por ejemplo, se pueden eliminar los cableados eléctricos al aprovechar la energía dinámica obtenida mediante impactos o vibraciones.
Otra solución en la que actualmente se trabaja es el uso de luz infrarroja. Esta fuente de energía invisible, destaca SCB, puede entregar de manera segura y eficiente energía sustancial desde la distancia. Una de las principales ventajas de esta opción es su largo alcance, que puede suministrar energía a una fábrica o un gran almacén.
Otros beneficios son:
- Seguridad: la luz infrarroja es los suficientemente segura para enviar altos niveles de energía de forma segura.
- Mayor integración: La tecnología inalámbrica de largo alcance se puede integrar fácilmente en los sistemas existentes, simplificando así la instalación.
- Flexibilidad: Sensores, brazos robots, rastreadores y escáneres pueden moverse libre dentro del centro de trabajo, sin verse entorpecidos por cables o por la necesidad de recargar baterías.
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