Para conocer cómo minimizar riesgos y accidentes cuando se trabaja con mercancías peligrosas, Énfasis Logística dialogó con Sergio Heredia, coordinador de la Unidad Técnica de Asistencia Tecnológica del Centro de Investigación y Desarrollo de Envases y Embalajes del INTI.
Si bien el manejo de mercancías peligrosas representa una porción interesante en el intercambio comercial argentino, son pocas las empresas que saben a ciencia cierta cómo realizar operaciones logísticas en las que se asegure el estado óptimo de productos, en especial si se considera la falta de controles estrictos y el desconocimiento de las normas a aplicar.
En ese marco, la correcta elección de los envases se convierte en una buena herramienta para minimizar riesgos y accidentes.
A primera vista, el desarrollo y éxito de toda operación logística supone la misma responsabilidad y atención de parte de los proveedores y operadores, más allá de las particularidades de los productos a movilizar.
Pero, si la logística es definida -de acuerdo con el Council of Supply Chain of Management Professionals, CSCMP- como «aquella parte de la gestión de la Cadena de Abastecimientos que planifica, implementa y controla el flujo -hacia atrás y adelante- y el almacenamiento eficaz y eficiente de los bienes, servicios e información relacionada desde el punto de origen al punto de consumo con el objetivo de satisfacer los requerimientos de los consumidores», ¿qué es lo que hace que el manejo y transporte de mercancías peligrosas sea tan complejo?
Y, en todo caso, ¿qué precauciones deben llevarse a cabo para que el manipuleo de estos productos sea realmente seguro?
Por un lado, es necesario contar con certificaciones que aprueben a nivel profesional la aptitud de los operadores para el manejo de estas mercancías. Por otro, se requiere un conocimiento preciso de la legislación vigente a aplicar en estos productos, tanto aquella nacional como internacional. Sólo dentro de ese marco el transporte de mercancías peligrosas puede ser considerado seguro.
"Las empresas tienen que cumplir con los códigos, los reglamentos o con la Resolución 195/97, de aplicación en Argentina. En esos códigos, lo que se informa es cómo debe realizarse el transporte de mercancías peligrosas.
En ellos podemos encontrar la clasificación de las sustancias, cómo se etiquetan, cómo se rotulan, los estándares que debería cumplir un envase para ser certificado, qué envases se deben usar en función de la sustancia y su estado (sólido, líquido), cómo es su marcado posterior, cómo se llena la documentación", explica Sergio Heredia, coordinador de la Unidad Técnica de Asistencia Tecnológica del Centro de Investigación y Desarrollo de Envases y Embalajes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Desigualdad en controles
En el territorio nacional, la aplicación de las normas de control se articulan entre lo dispuesto por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO), y la Organización Marítima Internacional (OMI), y las resoluciones dictadas por el Estado argentino (ver Legislación vigente).
Ante ello, las autoridades de control se diferencian también, de acuerdo al modo de transporte a utilizar.
"El mercado aéreo está mucho más controlado. En las líneas aéreas, se capacita al personal según la tarea que desempeña, y es obligatorio la aprobación de cursos sobre manejo de mercancías peligrosas para los agentes de carga", opina Heredia.
"En lo que respecta al transporte marítimo, eso no es obligatorio, aunque sí se exige el certificado de aprobación de los envases y el cumplimiento de la normativa. "Otra es la situación del transporte terrestre, dónde es más difícil realizar controles estrictos, aunque la legislación este vigente desde hace años.
Énfasis Logística: ¿Por qué se da esta desigualdad en los controles?
Sergio Heredia: La diferencia está en los modos de transporte y, de acuerdo a ello, la existencia más o menos alta de los controles. Por ejemplo, en el caso del transporte aéreo y marítimo, la expedición de las sustancias está centralizada, en aeropuertos o puertos y hay diversas instancias en las cuales la carga puede ser demorada para su revisión, aprobación o rechazo. En el transporte terrestre eso es más difícil en primer lugar porque la expedición no está centralizada, como en los otros casos, y en segundo lugar por la extensión del territorio, esto hace dificultoso la realización de controles o hace falta mucho personal capacitado para realizarlos.
É. Logística: ¿Hubo algún cambio en las normas internacionales luego de los atentados de 2001?
S. Heredia: El código de mercancías peligrosas no cambió sustancialmente luego del ataque a las Torres Gemelas. Pero quizás sí se pueden haber puesto más exigentes en determinados productos, como alimentos, ante los riesgos de contaminaciones.
Calidad de los envases
Además de la pericia de los operadores y transportistas, es primordial la aprobación previa de los envases y embalajes a utilizar, de acuerdo con el grado de peligrosidad de las sustancias y el criterio de aceptación.
É. Logística: ¿Qué tipo de pruebas se realizan para aprobar envases?
S. Heredia: En general, se trata de pruebas de caída, apilamiento, presión interna, entre otras. Pero esto depende del tipo de envase, de la peligrosidad de la sustancia a transportar y de las solicitaciones físico-mecánicas a las que se lo expone durante su comercialización. Por ejemplo, los recipientes intermedios para graneles flexibles suponen pruebas de izada.
El código es muy claro. No explica cómo hay que fabricar los envases, pero si determina qué pruebas deben realizarse y deben superar los envases y qué cuestiones deben ser aseguradas para el manejo de este tipo de productos.
Ensayos de Idoneidad para envases y embalajes
É. Logística: ¿Qué material se utiliza mayoritariamente para la producción de envases?
S. Heredia: Lo que más se utiliza es plástico o cajas de cartón corrugado. Y en menor medida, encontramos envases metálicos y de madera.
Lo que se ha desarrollado mucho en el último tiempo son los recipientes intermedios para graneles, con una capacidad cercana al metro cúbico.
Durante 2007 y 2008, el valor de las resinas plásticas reflejó un notable incremento, como consecuencia del aumento del precio del petróleo. A partir de ello, y sumado a una mayor conciencia medioambiental, las empresas comenzaron a buscar alternativas en el uso de estas materias primas. "Todos tratan de usar menos plástico, por una cuestión económico-ambiental, pero también los limita las particularidades de aquello que van a transportar. Por ejemplo, un tambor de plástico de doscientos litros sólo es reemplazable por un tambor de 200 litros de metal", apunta el coordinador de la Unidad Técnica de Asistencia Tecnológica.
De todas maneras, las posibilidades de reducir costos al modificar la composición o el diseño de un embalaje ya aprobado son escasas. "Independientemente de que una empresa trabaje con los costos de las materias primas, hay una serie de pruebas que va a tener que cumplir. Además, si un envase cuenta con una certificación de aptitud para el transporte de mercancías peligrosas y luego es modificado (en calidad, peso, etc), esa aprobación ya no sirve", sostiene.
"Hay límites en esto. Puede ocurrir, ante un recorte excesivo de costos de los envases y embalajes, sea mayor el costo generado por roturas que lo que se ahorra en costo del los envases. Esto en mercancías peligrosas es inadmisible", reflexiona. "Las empresas deben ser conscientes que cuando uno transporta mercancías peligrosas pone en riesgo la seguridad de las personas, el medio ambiente y a la propiedad", argumenta.
Seguridad en la cadena
Más allá de las normas y recomendaciones en el manipuleo, la severidad en el manejo de estos productos exige la misma precisión en otras etapas de la cadena logística, tanto en los vehículos como en las herramientas a utilizar.
Uno de los tantos puntos pendientes en esta cuestión es el de los pallets de intercambio. Si bien el flujo propio del circuito de estas tarimas es irregular, no hay manera de determinar qué pallets se destinan para el uso de cargas generales y cuáles se reservan para mercancías peligrosas.
"En los casos de mercancías peligrosas, el pallet no está contemplado dentro de la legislación, ni tampoco entra en las pruebas de resistencia. Es sólo una unidad de transporte", sostiene. "Además, no hay forma de identificar a los pallets que se utilizan para mercancías peligrosas. No hay una norma que mencione cómo diferenciar, por ejemplo, a través de colores, los pallets para mercancías peligrosas de los de otras cargas y así poder evitar posibles contaminaciones", aclara.
De acuerdo con el Centro de Información Química para Emergencias (CIQUIME), cerca del 66 por ciento de los accidentes con mercancías peligrosas ocurre durante el transporte.
"Ante un peritaje, en el caso de un accidente, lo primero que se observa es si cumple con la normativa; es decir, si la mercadería estaba bien declarada y clasificada; y si el envase estaba certificado, marcado y etiquetado. Lo que debe dilucidarse es si se trata de un accidente o de un mal manejo de los productos", apunta Heredia. "En la mayoría de los casos, es por utilizar un envase que no cumple con la normativa o por una mala selección del mismo", comenta.
