Entrevistados por Énfasis Logística, Rodrigo San Martin -Director de Marketing y Ventas para Argentina, Chile y países de habla hispana de Sudamérica- y Gastón Medina -Gerente de Asuntos Aduaneros América Latina-, ambos de TNT, nos brindaron sus conocimientos y experiencias sobre la logística multimodal.
Énfasis Logística: ¿Cómo se presenta el 2011 para la logística en la región?
Rodrigo San Martín: Tenemos la expectativa de un año muy auspicioso para el transporte en la región. A pesar de que los acontecimientos del último mes (conflictos en oriente) generan una tendencia a aumentar el precio del petróleo, por lo que también va a ser un año complejo. El petróleo ha subido en un orden del 30% en los últimos 6 meses que, definitivamente, afectan a la industria dado que estos precios generalmente no se pueden transferir al consumidor final.
É.L: En este contexto, ¿cuál es la actualidad de la logística multimodal?
R.S.M: Estamos apuntando, en cuanto a multimodalidad, a la combinación de modo terrestre con aéreo. Lo que estamos haciendo es construir redes terrestres en los principales continentes: Europa, Sudamérica, Medio Oriente, India y el Sudeste Asiático, que se interconectan vía aérea. De esta manera hacemos que los vuelos se ocupen para traspasar los océanos y las redes terrestres para la conexión dentro del continente, logrando disminuir el tiempo de tránsito y sobre todo ganando mucho en eficiencia. En el tema de la multimodalidad y la simplificación de procesos estamos cien por ciento comprometidos.
É.L: ¿Qué avances existen en cuanto a la confección de un documento único de transporte en estas operaciones?
Gastón Medina: En cuanto al hecho de contar con un documento único que ampare el transporte yo creo que es una necesidad, que en general la industria del transporte en su conjunto ha venido persiguiendo para que se reconozca un documento único de transporte por su positivo impacto en la industria. En primer lugar en lo que está referido a los costos logísticos. Cuando podemos realizar una exportación, un tránsito y una re-exportación bajo un mismo documento obviamente a nosotros nos permite reducir los tiempos del proceso, especialmente al concluir un tránsito e iniciar una importación, o cuando iniciamos un tránsito de mercancías provenientes de otras regiones para ingresarlas a las redes regionales. Este impacto en los costos logísticos no solamente esta dado por el documento único de transporte, sino que esto acarrea otras consecuencias como la necesidad de contar con una ventanilla única de comercio exterior donde se puedan realizar todos los tramites, ya sea sanitarios, de envoltura, etc. Que permitan adicionalmente facilitar el tránsito de las mercancías. En este sentido, también existen barreras no arancelarias para el intercambio comercial en la región, que están confeccionadas en forma de cuotas, licencias o registros de exportación e importación que también impactan en los costos de la logística.
En síntesis creo que el documento único de transporte sería un gran avance para facilitar el comercio entre la región y desde la región hacia otros mercados.
Lo más importante es que los productos de nuestros países están en competitividad en el mercado global, para eso tenemos que pensar a merced del comercio lo más limpio posible para nuestros exportadores.
É.L: Esto también requiere un compromiso desde lo gubernamental, ¿en qué momento de este proceso nos encontramos en la región?
G.M: El avance que existe en la región ha sido quizás un poco lento para la magnitud de la necesidad. Esperamos que los gobiernos se animen como parte de sus políticas públicas y comerciales a fomentar este documento único.
É.L: ¿La posición de la región en el mercado es favorable para impulsar estos cambios?
R.S.M: Estamos en una coyuntura global que nos pone a nosotros, Latinoamérica, en una posición de privilegio, debido a la gran demanda de commodities de las grandes economías emergentes como China e India. Nosotros somos productores de commodities por excelencia, eso significa que van a estar entrando gran cantidad de capitales a nuestros países, pero tenemos que preocuparnos en ser competitivos y no perder los recursos en trabas regulatorias o de cualquier tipo que nos hagan más caro el comercio. En la medida en que seamos eficientes vamos a tener más recursos para utilizar en seguir agregándole valor a nuestros productos. La falta de infraestructura constituye una traba no regulatoria que presenta la región. Si mis puertos o aeropuertos no dan abasto para la exportación de nuestros productos no vamos a poder ser competitivos ni sacar provecho de este escenario.
É.L: ¿Cuáles son las principales falencias de infraestructura que observan en la región?
R.S.M: Hoy en día lo que sentimos es que se debemos mejorar mucho la capacidad, por ejemplo en los pasos fronterizos entre Chile y Argentina. No puede ser que estemos en el siglo XXI y todavía sigamos con un paso fronterizo que cierra más de un mes durante el año debido a las nevadas. Tenemos que mejorar la conectividad de las carreteras. Si queremos que los productos del interior argentino tengan un mejor acceso a los puertos del pacífico tenemos que tener buenos pasos y carreteras y dejar que los productos argentinos lleguen a los puertos de Talcahuano, San Antonio, etc. de manera rápida y eficiente. Del mismo modo, tenemos mucho que hacer en términos aeroportuarios en Buenos Aires y Santiago. Para que Buenos Aires sirva para la conexión con Europa y Santiago para la conexión con la cuenca del pacífico de manera más eficiente, que podamos hacer operaciones con temperatura controlada, pero para esto se necesitan inversiones pensadas a veinte o treinta años. El aeropuerto de Santiago está operando en su capacidad máxima, necesita más bodegas y más espacio para aumentar su capacidad de almacenaje, y estas son las inversiones que necesitan nuestros países pero no orientadas a cinco años sino a veinte o treinta años.