La logística, clave de la globalización económica
En la actualidad es incuestionable que la logística sea uno de los elementos clave de la globalización económica. Se trata de un componente fundamental del comercio exterior y, en ese sentido, el 2010 fue un año muy importante para el sector logístico mexicano y ha cerrado como un año récord para las exportaciones mexicanas. El incremento en el consumo en Estados Unidos tuvo repercusiones positivas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor total acumulado fue de 298 mil 361 millones de dólares. Dentro de los sectores que mejor desempeño exportador tuvieron se encuentra el manufacturero con 245 mil 745 millones de dólares. Una vez más, la industria motor de las exportaciones manufactureras mexicanas fue la automotriz, la cual contribuyó con 26%. Por otro lado, la importación de bienes de consumo, así como las de bienes intermedios también se incrementaron, por lo que el déficit comercial de México ascendió a tres mil 121 millones de dólares.
Sin embargo, el 2010 fue también un año en el que la economía mexicana quedó expuesta ante los ojos del mundo debido a sus grandes problemas estructurales. Su clara dificultad para recuperarse de la crisis financiera mundial de los años 2008-2009, es fuente de preocupación no sólo para los mexicanos sino para el resto de las principales economías.
En un mundo estrechamente interconectado, el pobre desempeño de una economía nacional clave como la mexicana, tiene repercusiones mucho más allá de sus fronteras. Los expertos concuerdan que esto es debido, sobre todo, a la fuerte dependencia con respecto a la economía de Estados Unidos.
En reporte del 18 de enero de 2011, el banco estadounidense Wells Fargo subraya que: “A medida que Estados Unidos entró en recesión, la dependencia casi exclusiva del sector exportador mexicano en el mercado de consumidor de Estados Unidos nos recordó que tener todos los huevos en una misma canasta no es una muy buena idea”. Y esto fue comprobado al constatar el mejor desempeño de otros países de la región latinoamericana, ellos sí, con exportaciones diversificadas.
De ahí que la diversificación de las exportaciones mexicanas tenga un carácter estratégico para el futuro. En realidad representa un reto importante para el sector empresarial y logístico de este país. Cada vez es más importante el diseño de nuevas redes logísticas que permitan llevar productos mexicanos a más lugares y a precios competitivos. Sin embargo, todo ello requiere no sólo incrementar nuestras competencias técnicas, sino que además, exige una mejor coordinación de nuestras capacidades como país. Capacidades en infraestructura, técnicas y organizativas, las cuales deben ser conjuntadas para obtener mejores y más rápidos resultados.
De acuerdo con el reporte dado a conocer en la reciente reunión de Davos, Suiza, por la empresa consultora Ernest & Young, México se ubica en el lugar 36 en la lista de los 60 países más globalizados del mundo. Curiosamente nos situamos cerca de Estados Unidos y por delante de Japón, este último, la tercera economía mundial. De este modo, nos hallamos ante la paradoja de un país “altamente globalizado”, pero con una economía dependiente del comportamiento de un solo socio comercial. Ello sin profundizar en que la mayoría de las exportaciones mexicanas se dirigen a sólo tres estados de la Unión Americana. De ahí la importancia de mejorar las capacidades logísticas.
Alto potencial logístico
En este sentido, cabe resaltar que el año que recién terminó fue también aquel en el que tanto iniciativas locales como internacionales vieron en México un alto potencial para el desarrollo logístico. En el ámbito nacional, vale la pena hacer un alto y resaltar la importante labor de coordinación que desde la Secretaría de Economía se ha intentado. El esfuerzo emprendido ha mejorado la comprensión del tema en nuestro país, aunque falta mucho por desarrollar y, sobre todo, consensuar. Otras iniciativas como la organización de la Red Temática de Investigación en Logística y Transporte, la cual buscó el aval del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) para conjuntar el talento logístico tanto en empresas, como en la academia, con el objetivo de tener una plataforma de conocimiento y mejores prácticas logísticas a nivel nacional.
Si bien desafortunadamente en 2010 la Dirección de Redes Temáticas del CONACYT no consideró a la logística y el transporte como un tema estratégico para México, la decidida colaboración de las 36 destacadas personalidades del ámbito industrial y académico, así como de los distinguidos investigadores que conformaron el Consejo Consultivo Internacional de la red, es sin duda un buen antecedente que sienta bases que deberán ser retomadas en el corto plazo.
Es claro que a pesar de los esfuerzos por mejorar el perfil logístico de México, aún no se ha reconocido la naturaleza sistémica de la logística y menos aún, la importancia de las acciones concertadas con objetivos comunes. En este sentido y sólo por tomar un ejemplo internacional, en España se ha conformado un Centro Nacional de Competencias Logísticas, el cual es dirigido por cuatro instituciones académicas de reconocido prestigio en investigación logística que además cuentan con todo el respaldo del Ministerio de la Educación Ciencia y Tecnología para coordinan los esfuerzos nacionales para mejorar la competitividad logística hispana.
Más cerca de nosotros, la mayoría de las naciones en América cuentan con asociaciones logísticas de alcance nacional, lo cual les permite intentar una coordinación y difusión del conocimiento y mejores prácticas logísticas a lo largo y ancho de sus territorios.
En México, hemos visto desde hace varios años cómo cada región o incluso, grupo profesional o académico, se esfuerza de manera aislada por mejorar su perfil logístico sin buscar una integración nacional. Es por ello que si aceptamos que la logística es la ciencia que busca la óptima coordinación de los flujos, que sean estos productos, recursos financieros, recursos humanos o información y donde el valor agregado se obtiene de las interacciones sistémicas entre actores, pretender mejorar la competitividad logística y no estar dispuestos a la coordinación e interacción colaborativa con alcance nacional e internacional, es una grave contradicción.
¿Qué hacer para mejorar?
Definitivamente lo que hasta hoy se ha hecho para mejorar la logística en nuestro país no ha sido suficiente. Baste analizar las ediciones del LPI (Logistics Performance Index) del Banco Mundial donde la competitividad logística de México cae en cada nueva edición.
Ante ello, varios expertos cuestionan la metodología de dicho listado, pero sin duda el problema más grave no está en la forma de medición. Aún más, en el 2010 un nuevo ranking fue publicado, el denominado Emerging Markets Logistics Index. En él, México destacó presentándose en el cuarto lugar mundial, sobresaliendo por su tamaño de mercado, localización geográfica y pocas barreras a la entrada para el desarrollo de negocios logísticos.
Para la nueva edición 2011 de este ranking, México ha caído dos lugares. Según el reporte de la firma británica Transport Intelligence, esto es principalmente debido a que en nuestro país se han implementado prácticas monopólicas que rápidamente han construido barreras a la entrada y con ello se han reducido las posibilidades para desarrollar un sector con el dinamismo que se requiere.
Es claro que la visión de un “México logístico” exige de menos discursos y más voluntades coordinadas para atrevernos a construir el país que deseamos. Si bien desde hace ya algunos años se han dado algunos pasos importantes para posicionar a México como la plataforma logística de Norteamérica, la realidad es que no ha existido un plan de acciones conjuntas que permitan considerar que esta visión es alcanzable en el mediano plazo.
Mientras que en México no acabamos de entender la importancia de la logística, en países como Singapur (que con 707 kilómetros cuadrados puede ser contenido nueve veces en el estado de Colima), existe una entidad gubernamental con amplia libertad para la coordinación y organización de los esfuerzos nacionales para mejorar el perfil logístico.
Hoy podemos constatar cómo esta nación domina la escena logística mundial. Pero no sólo eso, debido al correcto alineamiento de las estrategias de otros sectores con el de la logística, el de Singapur ha sido la base para impulsar el crecimiento de la manufactura, la tecnología, el turismo y las finanzas con alcance global.
En Panamá, el gobierno está impulsando decididas medidas para mejorar nos sólo la infraestructura, sino también las capacidades técnicas al crear un Centro Nacional de Investigación en Logística bajo el liderazgo del Instituto de Tecnología de Georgia. En Colombia, fueron los empresarios que promovieron la conformación de un Plan Nacional de Logística, induciendo la creación de un centro de investigación bajo la dirección del Instituto de Tecnología de Massachussets. En México tenemos instituciones de educación de muy alto reconocimiento internacional que están difundiendo la mejora en las competencias logísticas en sus estudiantes (UNAM, UANL, ITESM, IMT, UPAEP, ITAM, Anáhuac), sin embargo, hace falta una coordinación nacional e intersectorial en este tema.
El 2011 se abre ante nosotros como un año con nuevas esperanzas y expectativas para la innovación logística y para intentar fórmulas de colaboración y de efectividad. Técnicas más inteligentes basadas en la entrega de resultados concretos. El desarrollo de una Red Nacional de Talento Logístico integrando tanto líderes académicos, como de la industria y el gobierno que formen una plataforma de conocimiento y competencias logísticas en México, es una iniciativa que debe ser concretada.
El Plan Nacional de Logística como elemento base para la coordinación de los esfuerzos que la academia, el gobierno y la iniciativa privada ya realizan pero de manera aislada, es cada vez más un mecanismo que es importante desarrollar. El impulso de plataformas tecnológicas específicas por proceso logístico que permitan mejorar la colaboración, la eficiencia y el incremento del valor agregado logístico, es urgente.
Pero finalmente, ¿será el 2011 el año en que los mexicanos estaremos a la altura de los retos?, ¿es nuestra generación una que finalmente heredará un país ganador? o por el contrario ¿seremos mudos testigos de cómo otras naciones con menos potencial nos adelantan? queda la esperanza de que el paradigma de coordinación y colaboración para el logro de objetivos concretos que la logística nos enseña, sea aplicado más frecuentemente en cada una de nuestras actividades y reflexiones diarias en este año que comienza.
* Profesor-investigador en Supply Chain Management de COMIMSA del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Cuenta con un doctorado en Transporte – Sistemas Logísticos por la Universidad de Paris XII.
