Cada empresa, dependiendo de su giro, establece y distribuye los procesos que mejor le convienen para alcanzar sus objetivos. La evaluación de la cadena de suministro es fundamental para que, igual que una maquinaría que funciona a la perfección, cada uno de los eslabones se mantenga en óptimas condiciones.
Antes de iniciar este tipo de examen se deben establecer tres puntos importantes: qué clase de cadena de suministro se evaluará, el entorno en el que se desenvuelve el negocio al que sirve y la estructura operativa que la rige. Sólo a partir del pleno conocimiento de estos elementos se podrán establecer los estándares que se analizarán y aquellos que se tendrán que cumplir en el futuro.
Eutivio Luis Toledo, experto en gestión logística y de operaciones, recomienda tres pasos a seguir para evaluar la cadena de suministro de las empresas. Estos son:
Paso uno: Evaluar la relación con clientes y proveedores
Es conveniente desentrañar la relación existente de la cadena con proveedores y clientes.
Se debe recordar que, aunque cada uno se encuentra en extremos opuestos del ciclo, lo que ocurre al primero afecta al segundo, incluso en algo tan simple como que los tiempos de compra de mercancía deben estar perfectamente sincronizados con las ventas en mostrador.
Paso dos: Cómo responde internamente mi cadena a la sincronización requerida, fuente de abastecimiento - cliente
En segunda instancia, y ya con los resultados del primer paso, se debe calificar el nivel de coordinación existentes en los microprocesos que integran la cadena de suministro. Se debe cuidar la manufactura, control de inventarios, metodología de almacenamiento, embarque y distribución.
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Los datos recabados abrirán la puerta para el siguiente escalón: la creación de un plan de armonización integral, aplicado a cada eslabón de la cadena. La implementación del mismo -y en general de la evaluación completa- requerirá la participación del personal involucrado, no sólo de un inspector o examinador.
Paso tres: la armonización y elaboración de un plan integrado
Finalmente, no se debe omitir la naturaleza de nuestra cadena de producción, tener en mente el sector en que se desenvuelve (alimentos, bebidas, tecnología, construcción, etc.) y siempre tomar este factor como punto de partida.
La metodología Sales and Operations Planning (S&OP, por sus siglas en inglés) es la herramienta más utilizada para la elaboración de un plan o proyecto de integración.
Aunque existen muchas empresas especializadas que ofrecen el servicio de inspección, evaluación y retroalimentación, existe un error común que termina por afectar los resultados: usar siempre la misma fórmula, sin importar los detalles y el contexto en el que se llevan a cabo las operaciones.
No todos los flujos de logística se rigen por las mismas leyes y cada uno debe encontrar una fórmula adecuada para efectuar evaluaciones eficaces y efectivas.
Fuente: Ingeniería Logística Eutivio Toledo.
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