En dialogo con Énfasis Logística, José Astolfi -Director General de DHL Supply Chain Argentina- nos brindó sus conocimientos sobre la actualidad de la Logística Inversa en el mercado argentino.
Logística: ¿Cómo es la demanda de estos servicios actualmente?
José Astolfi: En general todavía es baja, solamente en el caso de envíos de repuestos para services, en los que se recupera el repuesto usado, se registra un nivel alto de logística inversa que ronda el 70 u 80%.
En el caso de los productos nuevos es bastante bajo. En ocasiones se presentan acciones puntuales que requieren este servicio, pero no es algo que se produzca de manera continua en la Argentina.
L: ¿El hecho de que no sea un servicio muy común, complica su diagramación u organización?
J.A: Claramente eso complica, sobre todo en el caso de las promociones en las que se da el producto nuevo con descuento entregando el usado. En estos casos no se sabe cuál va a ser el impacto de estas promociones, frente a lo que hay que preparase para un volumen desconocido. En algunos casos el cliente fija un límite máximo, pero de todas formas nunca se puede predecir cuánto se tendrá que retirar finalmente, ni en qué tiempo se tendrá que hacerlo, porque si tiene éxito la promoción esto seguramente se tendrá que hacer en un periodo corto de tiempo. En definitiva, en la mayoría de los casos no se pueden prever ni las cantidades que deberán ser retiradas y transportadas, ni en cuánto tiempo se deberá realizar el trabajo, información que obviamente para la logística es importante.
L: ¿Se realiza logística inversa a través de grandes distancias?
J.A: Sí, se puede realizar a través de todo el país. No hay muchos casos en logística internacional, ya que se complica una vez que se cruza la frontera, porque el régimen aduanero para transportar mercadería usada es complejo y eso dificulta la operación. Generalmente las mayores distancias se dan dentro de lo que se requiere en el mercado local.
L: ¿Resulta más costoso este servicio?
J.A: En la Argentina existe una particularidad, que es que el grueso de los productos salen de Buenos Aires. Esto hace que no haya tanta carga del interior hacia Buenos Aires, lo que permite que se pueda aprovechar la capacidad de bodega disponible a la vuelta, ya que el viaje se tiene que realizar de cualquier manera, entonces no resulta más caro. Obviamente es un proceso más, que requiere la misma cantidad de documentación que un producto nuevo, entonces para el costo del producto es más caro, pero como logística en sí tiene un costo similar o hasta un poco más bajo.
L: ¿Los sistemas de administración de información contemplan la logística inversa?
J.A: Sí, efectivamente. Lo que hay que establecer es si es automático, es decir, si uno ya sabe que debe traer de vuelta algo, o si el punto de recepción es el que llama para pedir la devolución. La ventaja que presenta la logística inversa es que muchas veces no tiene un tiempo preciso de entrega, no es como un producto nuevo que el cliente lo necesita inmediatamente y existe un compromiso de tiempo. Esto permite que, en ocasiones, se pueda juntar volumen y optimizar el retorno para aprovechar los viajes. Los tiempos son más extendidos y más flexibles, lo que permite acomodarlos a la logística, es por eso que en comparación, muchas veces puede ser hasta más barata que la logística de ida.
L: ¿Cuál es la ventaja para el transportista de ofrecer este servicio?
J.A: Básicamente es la posibilidad de ofrecerle el servicio al cliente. Por otro lado, el hecho de colaborar con el cliente y colaborar con el medio ambiente, ya que nosotros tenemos un objetivo propio al respecto. Es también una manera de aumentar el flujo del interior hacia capital, es decir tener flujo de retorno.
Obviamente requiere gran capacidad de coordinación y manejo de información, que solamente empresas grandes como la nuestra pueden dar. Para nosotros es una ventaja competitiva frente a otros competidores del mercado.
E.L: ¿En relación a la trascendencia que está teniendo el cuidado del medio ambiente y su relación con la logística inversa, usted cree que se incrementará el uso de este servicio?
J.A: Sí, sin duda. Cada vez más tenemos clientes que comienzan a consultar estos temas, obviamente los costos son una barrera, pero hay muchas corporaciones internacionales que lo tienen dentro de sus objetivos y que están instaladas en Argentina y, más allá de la situación local, a los ejecutivos les piden cumplir con esos mismos objetivos dispuestos a nivel internacional. Estas empresas, que cotizan en bolsa en Europa o los EEUU, no quieren tener problemas ambientales en ningún lugar del mundo, ya que pueden impactar en el valor de las acciones sea donde sea el incidente.
Por ejemplo, en Brasil existe una política sobre la disposición final de los neumáticos que en Argentina no hay, son mucho más exigentes al respecto, incluso obligan a las automotrices a tener un certificado de disposición final de neumáticos, en función de los que están incorporando al mercado. Toda una conciencia más firme que todavía no hay en Argentina.
En nuestro país existe todo un sistema desorganizado de logística inversa, a través de cartoneros y organizaciones sociales que recuperan latas, botellas, papeles, etc. Este método informal a su manera funciona, es efectivo en cierta forma.