Según proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las economías de América Latina y el Caribe crecerán 3% en 2014 y 3.3% en 2015 debido al mejoramiento de las condiciones económicas en Estados Unidos y Europa.
De acuerdo con un estudio del organismo internacional, el mejoramiento de las perspectivas económicas en Estados Unidos y Europa ayudará a fomentar el crecimiento además de que existen posibilidades de que la economía estadounidense crezca a un ritmo más firme que el previsto, brindando un potencial adicional de crecimiento de la región, especialmente en México, América Central y el Caribe.
En contraste, el reporte apuntó que la región de América Latina y el Caribe hace frente a dos posibles riesgos financieros si las tasas de interés en los Estados Unidos aumentan a una velocidad mayor a lo previsto y de una reducción del crecimiento real de la región si el crecimiento de China se reduce por lo que las economías sudamericanas son especialmente vulnerables ante una desaceleración china.
Lo anterior se debe a que la mayoría de los países está en una posición más débil que en 2007, antes de que se precipitara la gran recesión a consecuencia del aumento de la deuda pública, la dolarización e implementación de programas menos flexibles a acciones anticíclicas, detalló el estudio.
Los países, en especial aquellos con un régimen de tipo de cambio fijo, tendrán menos opciones monetarias y deberán reforzar sus instrumentos fiscales anti cíclicos. Al respecto, Santiago Levy, Vicepresidente de Conocimiento y Sectores del BID dijo: “los saldos fiscales se han deteriorado y la reconstrucción de los resguardos fiscales debe constituir una prioridad, particularmente en vista de las incertidumbres actuales”.
Por su parte, el economista del BID Andrew Powell, quien coordinó el estudio afirmó: “este informe sugiere que los niveles de reservas, si bien son mayores en muchos países, están por debajo de los niveles óptimos, habida cuenta de los riesgos de una Parada Súbita. Debemos observar más de cerca esos niveles, en este entorno de riesgos ampliados y mayores déficit fiscales y debemos controlar los actuales desfases monetarios y riesgos de liquidez en el sector privado. En este aspecto, no podemos ser complacientes”.
Fuente: www.iadb.org