La gigantesca brecha en los indicadores económicos de América Latina y países industrializados se debe a las debilidades de la infraestructura, en buena parte, señala el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Las dificultades de financiamiento y de implementación y operación de proyectos, la elección de proyectos poco prometedores, incluso, problemas de gobernanza, ayudan a explicar las bajas inversiones en infraestructura en la región, opina Jorge Arbache, vicepresidente de sector privado del CAF.
“Los desafíos de infraestructura son grandes, pero la región también tiene que apuntar a nuevos desafíos asociados al cambio climático y demográfico, creciente urbanización e infraestructuras del futuro, como el 5G y ciudades inteligentes.
“Los gobiernos son los tradicionales inversores y operadores de infraestructura en la región... Para avanzar, será necesario ampliar el abanico de alternativas”, refiere Arbache en el texto ¿Y las inversiones en infraestructura?
Y añade que la principal alternativa es una mayor participación del sector privado en la financiación, implementación y operación de infraestructuras.
“Pero la participación del sector privado ha sido solo una fracción de su potencial y, al mantenerse todo como está, es improbable que aumente de forma significativa en el futuro próximo”.
Como resultado, proyectos importantes tienen dificultades de financiamiento, de atracción de inversores y de movilización de recursos a plazos y costos soportados por los proyectos.
Añade que hay que priorizar inversiones que tengan mayores retornos privados; agreguen más valor; diversifiquen inversiones; promuevan sinergias y complementos productivos; y tengan mayor viabilidad de implantación y operación.
“La experiencia internacional sugiere que lo ideal es que la planificación sea integrada y que esté a cargo de agencias públicas que se orienten por los intereses a largo plazo del país”, dice el ejecutivo del banco.
“La división de trabajo entre gobierno y sector privado también es una dimensión importante, especialmente para proyectos complejos, con altos riesgos regulatorios de difícil identificación, y medición y que dependen de mucha coordinación.
De acuerdo con el vicepresidente, otras entidades que pueden apoyar a la realización de infraestructura son los bancos multilaterales de desarrollo (BMD), que pueden proveer recursos de medio y largo plazo a costos atractivos y ofrecer beneficios reputaciones.
Asimismo, pueden apoyar a originar y formar carteras de proyectos y usar su experiencia técnica y reguladora internacional para apoyar a los gobiernos en la planificación de las infraestructuras.
Esfuerzos que pueden contribuir a mejorar las condiciones de movilización de recursos privados para la infraestructura, lo que será fundamental para el crecimiento económico sostenido, afirma Arbache.
-elevada percepción de riesgos;
-regulación bancaria;
-limitado nivel de desarrollo del sector financiero;
-modesta escala del mercado de capitales;
-dificultades para identificar y mitigar riesgos.
-creación de una cartera de proyectos, reembolsables por quien ganara la concesión;
-proyectos bien estudiados son más atractivos por reducir riesgos e incertidumbres y aumentar la previsibilidad y los impactos;
-optimizar las inversiones;
-potenciar los retornos;
-planificación;
-estímulo a la formación de ahorros privados domésticos a largo plazo;
-atracción de recursos internacionales para proyectos.