La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) espera un crecimiento económico para México de hasta 2.2% al cierre del año, ya que el país registra crecimiento de la producción y una mejora en la percepción de consumidores y empresarios, "se mantiene el control sobre las finanzas públicas".
Sin embargo, Manuel Herrera Vega, Presidente de Concamin, pidió ser cuidadosos en la conducción de la política económica, sin triunfalismos, pues la inversión productiva mantiene números negativos, de acuerdo al mensaje Pulso Industrial de la confederación.
Las proyecciones de crecimiento de Concamin se presentan pese a que la actividad industrial cerró la primera mitad del año con un retroceso de 0.3%, aunque el sector manufacturero, avanza a un ritmo cada vez más acelerado, a diferencia del avance mostrado por los sectores agropecuario y de servicios.
En la industria mexicana, está el retroceso de los sectores minero, eléctrico y de la construcción, cuyas estadísticas de producción revelan que tiene el desempeño más difícil en los últimos tres años.
Detrás del retroceso del sector fabril está la caída en los niveles de actividad de tres de sus cuatro componentes, particularmente la industria minera, cuya caída de 10.3%, respecto al primer semestre de 2016 se debe al descenso en la producción de petróleo y gas (-10.3%), así como servicios relacionados con minería (exploración fundamentalmente) cuya caída en el primer semestre del año fue de 31.2% en términos reales.
Concamin señaló que en el balance de las 21 especialidades que integran a la industria manufacturera, destacan tres grupos que integran las siete especialidades que cerraron el primer semestre del año con caídas en sus niveles de producción, que oscilan entre el -0.7% de la industria química y el -11.9% de la industria petroquímica o derivados del petróleo y el carbón.
El segundo grupo lo conforman las especialidades de bebidas y tabaco, minerales no metálicos, industria del papel y la metálica básica, actividades que presentan síntomas de desaceleración respecto al dinamismo mostrado en el mismo lapso de 2016.
También están las 10 ramas manufactureras que impulsan al sector en su conjunto, gracias al crecimiento de sus niveles de producción, como los fabricantes de insumos y acabos textiles con un crecimiento en su producción de 1.6%; la industria de alimentos (2.3% de crecimiento); producción de aparatos eléctricos (3.5%); otras manufacturas (4.3%); industria de la madera (5.2%); fabricantes de plástico y hule (5.7%); industria metálica básica (6%); maquinaria y equipo (6.5%); equipo de computación y electrónico (7.9%); y la industria de equipo de transporte o el sector automotriz, con un crecimiento en su producción de 10.4%, en el periodo analizado.
En este contexto, el líder de Concamin dijo que la economía mexicana atraviesa por una etapa favorable para el crecimiento respecto al panorama que se perfiló a principios de año, pero no estamos frente a una mejoría generalizada de la planta productiva, particularmente al interior del sector industrial.
Por tanto, señaló que la industria manufacturera es el único componente que mantiene a flote al sector industrial y "que en los meses por venir será decisivo el comportamiento de la inversión pública y privada, al igual que el desempeño del mercado interno, pues el motor exportador volvió a encenderse".
No obstante, advirtió, si retrocede la inversión pública y la del sector privado es insuficiente para acrecentar el acervo de capital e impulsar el crecimiento económico, tal y como está sucediendo ahora, entonces el avance de nuestra economía dependerá del consumo interno, que presenta signos de progresivo debilitamiento, y del impulso proveniente de las exportaciones, lo que nos dejará, una vez más, sin bases sólidas para acelerar el paso en los años por venir.
Mencionó tras tocar fondo en el segundo mes del año, la confianza de empresarios y consumidores mejora paulatinamente, por lo que la incertidumbre comenzó a disiparse y que paulatinamente ha mejorado la percepción de los agentes económicos y gracias al impulso proveniente del aumento en los pedidos procedentes de Estados Unidos, el motor exportador volvió a encenderse.
Asimismo, señaló que las prioridades que definen la agenda interna son consolidar la estabilidad de la economía e impulsar un crecimiento de la planta productiva que sea dinámico e incluyente. En lo externo, la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la diversificación de mercados, inversiones y fuentes de tecnología, complementarían la agenda.
Herrera Vega, de Concamin, consideró que hay cinco tareas pendientes en el corto plazo para impulsar el crecimiento económico: reactivar la inversión productiva pública y privada; fortalecer el avance del mercado interno, por ser un motor indispensable para el crecimiento de la economía; elevar el contenido nacional en la oferta exportable; avanzar en la sustitución competitiva de productos importados para el mercado nacional; y acelerar el paso de la actividad económica, fortaleciendo al sector industrial mexicano.
Pero sobre todo, dijo, no debemos olvidar que una renegociación del TLCAN favorable para México ampliará las oportunidades para el crecimiento del sector exportador y nuestra economía, pero no resolverá los desafíos que limitan nuestra capacidad de crecimiento y desarrollo.
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