La sostenibilidad se está convirtiendo en uno de los ejes centrales en la operación de los negocios globales y las cadenas de suministro, su adopción no es una tarea fácil que pueda ser lograda solamente por un individuo o un área operativa.
El consumidor moderno va más allá de cuestionar si las ganancias financieras de una empresa son las adecuadas, pues también se interesa acerca del origen de los materiales utilizados, de los métodos bajo los cuales son producidos y las condiciones laborales de los trabajadores que los produjeron. Esta nueva visión expone a la organización a una infinidad de riesgos sociales, ambientales y económicos. Lo que la empresa no sabe de sus socios de cadena de suministro es que la exponen a riesgos que pueden destruir en corto tiempo toda la reputación que la empresa ha creado a lo largo de su historia.
De acuerdo con un estudio del Foro Económico Mundial del 2015, las organizaciones pueden mejorar sus ingresos hasta un 20% y al mismo tiempo incrementar el valor de la marca un 30%, mediante la inversión en cadenas de suministro sostenibles.
Entendamos que la cadena de suministro interactúa con todo el entorno de una organización: los clientes, los proveedores, los trabajadores, los accionistas, entes reguladores y organizaciones financieras. Durante el manejo de los flujos de materiales, información y dinero, la cadena de suministro también se conecta con prácticamente todas las áreas de la organización, convirtiéndose en un integrador y conductor de las estrategias del negocio.
Te puede interesar: Así logró IBM la implementación de cadenas de suministro más inteligentes
Diseño y operación de las cadenas sostenibles
Para diseñar y operar cadenas sostenibles es necesario un cambio de paradigma sobre lo que se entiende como una empresa exitosa. Si el negocio se alinea con la idea de que lo más importante es exclusivamente obtener a corto plazo ganancias financieras para la organización y no se valoran los beneficios que se logran con el trabajo colaborativo con todo el ecosistema de una cadena, no será posible generar el cambio.
Una cadena sostenible es aquella que opera dentro de los límites impuestos por los naturales y su sociedad, pero también tiene en cuenta los objetivos establecidos por los dueños/accionistas.
La cadena sostenible se adapta a la economía circular, que es una estrategia de negocio que separa la producción del uso de recursos primarios, debido a que se alimenta de material renovable, reciclable, reconstruido o biodegradable para su operación.
La construcción de una cadena sostenible debe ser producto de una estrategia y un plan de acción perfectamente estructurado que abarca dos grandes fases: la interna y la externa.
En la fase interna, se requieren realizar las siguientes acciones:
• Declarar a la sostenibilidad como uno de los valores centrales del negocio, con el mismo nivel de importancia que el servicio al cliente y los resultados financieros.
• Alinear las políticas y procesos de la organización con base en los compromisos con la sostenibilidad, las demandas del mercado y las regulaciones aplicables.
• Preparar a la organización para operar bajo una cultura de transparencia.
• Fijar claros indicadores de desempeño acompañados de acciones que refuercen las buenas conductas.
• Crear una posición organizacional responsable de promover, medir y controlar estos objetivos, por ejemplo, el CSO (chief sustainability officer).
• En caso necesario apoyarse en expertos en el tema.
Una vez que la empresa acepta y se organiza para enfrentar sus nuevos retos, es necesario extenderse a lo largo de la cadena. Al igual que en el diseño de las estrategias en la cadena de suministro, la empresa núcleo debe asumir la responsabilidad de impulsar los esfuerzos de la sostenibilidad.
En otras palabras, la compañía que más influye en el resto de las organizaciones debe establecer las prioridades que todas en conjunto tienen que perseguir, ya sea en aspectos laborales, como calidad de vida o salarios, o en temas del medio ambiente, por ejemplo, consumo de agua o la emisión de gases de efecto invernadero.
La empresa núcleo debe mantener esfuerzos permanentes para asegurar que sus socios de cadena se mantengan dentro de los límites establecidos, y que estén tomando las acciones adecuadas de manera permanente y no solamente con esfuerzos temporales.
Las tres acciones más relevantes de la fase externa para guiar a la cadena son: 1) aliarse con clientes y proveedores comprometidos con la sostenibilidad y definir acciones e indicadores comunes; 2) tomar acciones que apoyen la trazabilidad para garantizar la transparencia; y 3) construir junto con ellos una economía circular.
¿Cómo ser sostenible de acuerdo a las posibilidades de la empresa?
No existe un modelo ideal sobre la sostenibilidad, cada organización y cada cadena deben encontrar la forma de adoptarla en función de la disponibilidad de los recursos y las características de sus procesos y materiales.
Para declarar la sostenibilidad como un valor, más de 10 mil compañías alrededor del mundo se han adherido al United Nations Global Compact, con lo que reconocen públicamente su compromiso con la sociedad en las áreas de derechos humanos, derechos laborales, medio ambiente y anticorrupción.
Los valores deben vivirse e incorporarse en las acciones cotidianas. Las acciones y decisiones de la alta dirección de la compañía deben ser coherentes, facilitando las operaciones dentro y fuera de la organización y permitiendo a los consumidores finales evaluar y juzgar la calidad técnica y moral de la misma. El compromiso con la transparencia hacia los clientes y consumidores tiene que ser parte de la conducta ética cotidiana de la organización, por lo que debe estar definido dentro de las políticas y estándares que guían la conducta de la organización.
Los indicadores que la empresa defina pueden ser tomados de estándares como los propuestos por la Global Report Initiative (GRI) o algunos comunes como los enlistados a continuación:
a) Con relación a procesos:
• La certificación ISO 14001.
• El cumplimiento de leyes, permisos y regulaciones ambientales.
• La recepción y el manejo de penalidades, multas, advertencias o violaciones a regulaciones ambientales.
b) Con relación a los materiales e insumos:
• Reducción, sustitución o eliminación de materiales peligrosos.
• Manejo y generación de energía.
• Uso de materiales sostenibles.
Proveedores y sostenibilidad
Por el lado de las acciones hacia el exterior, la empresa deberá asumir la responsabilidad de administrar el desempeño de los proveedores cuando, por una falla de ellos, se corre el riesgo de dañar o destruir su imagen. Entre las acciones más importantes a tomar con los proveedores podemos mencionar:
i. Incluir nuevos criterios asociados con la sostenibilidad y el manejo de crisis en los procesos de selección.
ii. Establecer sistemas de monitoreo de la reputación e imagen de los proveedores críticos.
iii. Realizar auditorías para asegurar el cumplimiento de todos los términos contractuales.
iv. Definir claros canales de comunicación para conocer lo antes posible cualquier riesgo de daño a la imagen.
v. Diseñar estrategias para mitigar dicho riesgo y contar con mecanismos formales de respuesta ante eventos.
vi. Trabajar directamente con los proveedores para eliminar las fuentes de desperdicios y contaminación.
Es necesario entender el impacto de la sustentabilidad en las decisiones de compra de los clientes, así como evaluarlo con relación a los ingresos y utilidades de la empresa.
El compromiso con la sostenibilidad es un elemento crítico para la salud de la organización, al evitar cualquier problema legal o de imagen ante la comunidad, pero también lo es para el bienestar de nuestra sociedad. El desarrollo de fuentes de suministro sostenibles, el respeto a los derechos humanos, el comportamiento ético y el trabajo bajo modelos de comercio justo, son principios fundamentales para la adecuada toma de decisiones con una visión a largo plazo.