La prevención del hambre depende mucho de los mecanismos políticos existentes para proteger los derechos. En los países más ricos, esa protección la proporcionan los programas de lucha contra la pobreza y el seguro de desempleo. La mayoría de los países en vías de desarrollo carecen de un sistema general de seguro de desempleo.
En Argentina, casi la mitad (el 44%) de los menores de 17 años viven en hogares que han tenido que restringir su consumo de alimentos durante los últimos años. Si bien en el último tiempo se venía percibiendo una recuperación frente al fenómeno de la desnutrición, esta tendencia positiva se revirtió en el último año, en que la cantidad de niños afectados con episodios de hambre creció del 4,6% en 2006 al 9% (aproximadamente 986.700 niños) en 2007. Esta situación es mucho peor en Mendoza con una población de 1.729.660 habitantes, en donde este hecho creció del 7 al 11%.
La Fundación Banco de Alimentos de Mendoza (FBA) desarrolla una actividad de redistribución, basada en Logística Inversa, para luchar contra el hambre en la provincia. El proceso consiste en aprovechar los alimentos en excedencia para redistribuirlos a los necesitados, creando un mercado alternativo de estos productos que no entra en conflicto con los mercados comerciales. Se encarga entre otras cosas de los procesos de retorno, excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales, incluso se adelanta al fin de vida del producto con el objeto de darle salida en mercados de mayor rotación.
De esta manera la Fundación busca disminuir las necesidades básicas alimentarias sociales atendiendo la desnutrición, especialmente de los niños, promocionando que socios contribuyan con donaciones de alimentos aptos para el consumo, aunque no comercializables (ver figura 1).
Nuevo destino, nuevos valores
El proceso de Logística Inversa comienza con la realización de un reconocimiento de la situación y luego se lleva a cabo una recuperación o distribución inversa del artículo en cuestión, trasladándolo físicamente a un lugar donde la empresa pueda disponer de él, sin implicar que se tome acción alguna con respecto a estos. Justamente a partir de esta instancia entra en acción la FBA, desarrollando una estrategia típica de logística inversa, como se muestra en la figura 2.
Siguiendo la estructura se puede ver como cada empresa tiene su propio flujo de productos e información que se retroalimenta, los alimentos no comercializables se mueven hacia los distintos puntos aprovechando los viajes de retorno de una empresa de logística típica que dona su servicio. Una de las diferencias más grandes entre la Logística directa e inversa, es el número de puntos de origen y de destino. Los productos no comercializables adquieren valor para el mercado de la gente carenciada, un valor que de otra manera no estaría disponible.
Algunas de las ventajas de la implementación de un programa de Logística Inversa son:
- La disminución de la “sorpresa” o incertidumbre en la llegada del producto fuera de uso, disminuye no sólo la incertidumbre de los donantes sino también disminuye la ansiedad social causada por el hambre.
- El reaprovechamiento de algunos materiales, la posibilidad de la empresa de abarcar otros mercados, mayor confianza en el cliente al momento de tomar la decisión de compra y la mejora considerable de la imagen de la empresa ante los consumidores, etc.
- La Logística Inversa potencia la imagen de marca y representa una estrategia de diferenciación.
- La mejora de las relaciones con los clientes es la ventaja más valorada por compañías con prácticas en Logística Inversa.
La FBA en números
El accionar del Banco de Alimentos de Mendoza se muestra en las siguientes estadísticas:
Durante el año 2003-2004 se recibieron 171.500 kg de alimentos, cifra que disminuyó en el período 2004-2005 en 155.036 kg, pero en el período 2005-2006 esta cifra aumentó a 416.134 kg, con una leve baja en el período 2006-2007 que alcanzó a 397.148 kg y un aumento en el período 2007-2008 que alcanzó a una cantidad de 503.268 kg.
La cantidad de porciones anuales promedio fue semenjante desde el 2003 al 2005, luego se duplico del 2005 al 2007 y se volvió duplicar en el año 2008. Si bien esto es promisorio hay que tener en cuenta que los niveles de pobreza han ido en aumento en los últimos años.
Un relevamiento reciente realizado sobre la FBA develó que a pesar de ser una OSC (Organización de la Sociedad Civil) comprometida, transparente y responsable, está en peligro su sustentabilidad en el tiempo, es decir, que con los socios y donantes actuales, su existencia corre riesgos, esto sumado a la inflación y al aumento de personas con necesidades básicas no satisfechas, entre otras causas.
De este análisis surge también que su Logística Inversa sufre dos tipos de barreras en su accionar: externas e internas.
Dentro de las barreras externas se incluirían la falta de estímulo del gobierno, la falta de estímulo de los clientes y la falta de estímulo de los agentes sociales. Por otro lado, las barreras internas estarían integradas por la falta de sistemas de información adecuados, la falta de experiencia de las empresas respecto a las actividades de Logística Inversa, la falta de atención por parte de los gerentes, y el elevado coste de los recursos tanto financieros como humanos.
Se dedujo que las barreras que presentaron un mayor nivel de significación fueron la falta de estímulo del gobierno y la falta de experiencia de la empresa respecto a las actividades de Logística Inversa seguida muy de cerca por la falta de atención por parte de los gerentes. Son éstos los factores a los que aparentemente habría que prestar una especial atención para rebajar las dificultades de implementación.
Un llamado a la conciencia
Las actividades de la Fundación son muy valiosas para paliar el hambre, aunque no son suficientes para aliviar las necesidades reales de alimentos del sector más carenciado de Mendoza. En definitiva se pueden proponer muchas mejoras, como optimizar estrategias y demás, pero si no hay una decisión política ni un compromiso social, no habrá logística ni estrategia que solucione un problema tan complejo como el que la realidad le está planteando a Mendoza, que no es más que una muestra, de lo que ocurre en cada una de las provincias de nuestro país.
(*) Licenciada en Bromatología, Doctora en Ciencias Biológicas, Especialista en Ingeniería de la Calidad, Investigadora Asistente del CONICET.