La relación comercial entre México y China sufre una de las peores etapas, ya que no hay una igualdad de competencia, vemos que las importaciones versus exportaciones de China fue de nueve a uno, es decir que importamos más de 56 mil millones de dólares y exportamos 6 mil, señaló Enrique Dussel Peters, investigador y catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El especialista explicó que mientras México ha contado con el apoyo por el consenso de Washington, y ha sido considerada una macroeconomía blindada, “no reflejamos ni empleos ni crecimiento” y por su parte, China tiene mercados laborales muy rígidos.
Resaltó que la propiedad del sector público de China está muy presente en ese mercado y su división en municipios, ciudades, provincias y el gobierno central, hacen mucho más compleja su estructura que lo que se hace en toda Latinoamérica.
En ese sentido –citó- que en los últimos 32 años, China creció 13 veces más que México en términos del Producto Interno Bruto (PIB) percapita, y no es un milagro, sino es producto 50 años de una estrategia a largo plazo por parte del sector público con muchos errores, corrupciones, problemas ecológicos, sociales y políticos pero basado en el ahorro, ya que a la fecha invierten 40% del PIB, casi el doble de México.
Por lo que “Para comprender la omnipresencia del sector público en China y su éxito de negocios, se debe observar que se ha hecho una inversión extranjera directa por más de 100 mil millones de dólares anuales, sin embargo en los últimos 3 años ha sobreexplotado la Outward Foreign Direct Investment (OFDI por sus siglas en inglés) que se refiere a la exportación de China en diversas regiones” señaló el especialista.
Destacó que desde hace 10 años, China está pasando por una profunda reconversión productiva que nos va a afectar, además de plantear grandes oportunidades para el aparato productivo y exportaciones mexicanas.
Para un futuro, Dussel proyectó que el mercado asiático podría conseguir el 46% del PIB mundial, en los próximos 10 años con lo que pretende urbanizar alrededor de 600 millones de habitantes en 20 años, suceso que Estados Unidos y Europa provocaron en 500 años. De esta forma, China gradualmente requerirá masivamente de insumos y materias primas en el corto y largo plazo.
El papel de las aduanas mexicanas ante la mercancía china
“Tomado de la base de datos de la aduana, es decir importaciones definitivas y temporales, del 2002 a la fecha entre ambos países se puede observar que han crecido enormemente el volumen de importaciones y las aduanas siguen siendo las mismas ya que tienen espacios limitados”, afirmó como José Alberto Ortuzar, administrador Central de Investigación Aduanera SAT.
En el histórico de 10 años, -informó- las exportaciones son muy grandes pero no comparables, y los principales productos que se han importado son aparatos de reproducción máquinas, electrónicos.
Añadió que en los últimos 20 años de comercio bilateral es recurrente el tema prácticas ilegales de comercio por lo que desde el 1993 se impusieron cuotas compensatorias muy elevadas hacia China, además del arancel aplicable a los productos por lo que se llegó a casos muy dramáticos como cuotas compensatorias de más del 1000% del valor del bien.
A partir del 2008 que el país asiático se incorporó a la Organización Mundial de Comercio (OMC), por lo que México eliminó estas cuotas y estableció medidas de transición donde también se impusieron medidas restrictivas de productos lo cual provocó acciones de triangulación de venta de otros países al nuestro, recordó el especialista.
“A la fecha ya no hay política tan agresiva, los aranceles a los productos chinos en promedio tienen un cargo del 20% por lo que existe competencia en materia de comercio exterior. En algunos casos, algunas mercancías están desgravadas y compiten en igual condiciones de circunstancias, lo cual desde el punto de vista de control de aduanas tiene un efecto en el control, la facilitación y la recaudación”, puntualizó Ortuzar.
Además, hizo hincapié en los esfuerzos de la aduana mexicana al implementar mayor tecnología y medios que permitan una revisión más ágil que permitan el proceso de revisión un freno en la movilización, como son equipos no intrusivos de revisión, rayos laser, gama, etcétera.
Previó trabajar en perfiles integrales de riesgo, así como darle servicio a 70 mil empresas que importan y exportan. De la misma forma, difundir la nueva relación entre China y las aduanas ya que se firmó un contrato que va a permitir estrechar vínculos y tratar de conciliar lo que entra y lo que sale de mercancía.
Un jugador en el comercio entre las dos naciones
En su visión de importador, Carlos Ortega, Subdirector de Importaciones de Wal Mart señaló que su objetivo principal es atraer al mercado mexicano nuevos productos que no existan en nuestro mercado y agreguen valor a las familias mexicanas.
Dentro de la cadena de suministros de Wal Mart, el especialista destacó que en el mercado asiático, solicita a todos sus proveedores certificaciones, condiciones laborales correctas y seguridad lo que debe de ser validado de manera periódica.
En la opinión de Ortega, ha habido una sobreregulación del mercado, y comparación con Bangladesh, Vietnam o la India, las mercancías chinas ya no son tan competitivas, sin embargo, lo artículos de tecnología hacen siguen haciendo la diferencia.
Dijo que hay que desmitificar al comercio entre ambos países y lo más recomendable sería atender los antecedentes y trabajar sobre estos, tales como: incertidumbre en los mercados, cambios constantes, inequidad y desinformación.
Aseguró que el futuro de las importaciones chinas tiende a tener poca claridad en el control de gobierno, además de que se puede presentar un incremento de los costos de producción o una revaluación con el yuan.
Pero por otra parte avizoró tener mayor competencia y nuevos jugadores, a lo que aconsejó no dejar de tomar en cuenta la balanza comercial, el enfoque en propiedad intelectual a los productos y la cuestión de la calidad que se refiere a cumplir con normas y lineamientos que deberá de ocupar el mercado china, así como la calidad en el producto basado en la apreciación del consumidor.
“Tenemos la capacidad de inferir en el comercio, así que debemos crear certidumbre, cambiar paradigmas e invertir en la relación comercial, lo que paulatinamente producirá mayor dinámico y conocimiento en la relación, además de la creación de mejores oportunidades”, concluyó Ortega.