Desde que se establecieron como un modelo funcional y efectivo para el sector logístico, hace más de 20 años, los centros de distribución/almacenamiento multi-cliente se han posicionado como uno de los esquemas más utilizados para nuestra industria en el país. Cada año se establecen más instalaciones de este tipo y es una tendencia que no parece desacelerarse.
Pero, ¿por qué continúan siendo un modelo funcional en la logística en México?, ¿cuáles son los retos que enfrentan hoy en día o cómo serán en un futuro, a mediano plazo? Ante la primera pregunta, nos encontramos con que sus beneficios operativos, de costos y espacio, no han variado significativamente y son bastante palpables.
Por ejemplo, con este tipo de centros es posible manejar el almacenamiento y operaciones logísticas de varios clientes, sobre todo, para aquellas compañías cuya operación aún no justifica un almacén dedicado o para las que tener un centro propio podría generar repercusiones en las utilidades, ya que —como se sabe— en estas localidades las empresas comparten los costos fijos.
Además, en muchos casos estos sitios cuentan con equipos más robustos que los centros dedicados, pues atienden las necesidades de diversos clientes y los recursos humanos pueden ser activados de forma inmediata para colaborar en cuanto se registre un pico de actividades para alguna de las empresas, situación que en el otro tipo de almacén puede tomar más tiempo.
Por otro lado, uno de los beneficios que ha destacado recientemente y con el paso del tiempo es la adaptación, gestión y manejo de los sistemas tecnológicos/administrativos por parte de los equipos, principalmente ahora que la industria logística atraviesa un momento en el que se adoptan nuevos softwares, plataformas y aplicaciones de forma cotidiana. En una localidad multi-cliente que concentra la operación de diversas empresas, pero es controlada por un mismo equipo, la capacitación, apoyo y dominio son considerablemente más agiles y efectivos.
Otro beneficio de este modelo, que ha resaltado en los últimos años en conjunto con la inversión en el desarrollo de centros logísticos en México, es que a diferencia de contar con varios equipos de trabajo coordinados y con conocimiento de diversos sectores, únicamente se coordina a un mismo grupo de colaboradores, que pueden especializarse en dos o tres industrias similares, siendo así aún más efectivos.
Ahora bien, actualmente y dos décadas después, ¿cuál es el mayor reto en este tipo de centros? El desafío, como en cualquier centro logístico, es sin duda la atención al cliente, sin embargo, en éstos se vuelve aún más complejo satisfacer esas necesidades, ya que se concentran las operaciones de hasta seis compañías, las cuales quieren contar con una atención de primer nivel y cumplir sus objetivos logísticos.
Ambos requerimientos se pueden resolver con equipos coordinados y de alto desempeño, planificación efectiva, conocimiento de las industrias y clientes, así como sistemas tecnológicos eficientes.
Por otro lado, ¿continuarán trasciendo los centros multi-clientes en México? A corto y mediano plazo, si no se presentan cambios en el contexto logístico en torno a la infraestructura, factores macro económicos y costos fijos, entre otras variables, este modelo continuará siendo rentable y efectivo para cierto tipo de clientes, a partir de los volúmenes que operan y de su estrategia de negocio.
Sin embargo, es justo en este punto donde radica su importancia y funcionalidad, es decir, en encontrar la combinación adecuada de factores complejos como los tipos de clientes, volúmenes de operación, regulaciones, ubicaciones geográficas, equipos especializados, objetivos de negocio y planes logísticos. En pocas palabras, este esquema no funciona en todos los casos.
* Director de Operaciones de Ryder México.