A menos que sus gobiernos les brinden un mayor apoyo, los negocios en Latinoamérica tendrán dificultades para competir con la inversión extranjera, revela una nueva investigación sobre flujos futuros de capital realizado en la región.
Brasil, México y Chile son el objetivo de inversionistas mundiales que buscan establecer negocios a nivel internacional; sin embargo, únicamente México puede esperar un incremento en las inversiones de compañías latinoamericanas durante los próximos cinco años. Se espera que el porcentaje de inversiones de América Latina en Brasil y Chile caigan 2 y 11 puntos, respectivamente.
Estas conclusiones se derivan de una encuesta realizada por KPMG International sobre los planes de inversión que tienen las empresas de Latinoamérica. Se les preguntó a 140 ejecutivos de las compañías multinacionales más importantes en las siete economías más grandes de América Latina en qué países planean invertir durante los siguientes 12 meses y en un período de cinco años.
De igual forma, se les cuestionó si estarían preparados para implementar las nuevas recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre brindar más información de negocio a sus autoridades fiscales a cambio de una reglamentación menos rigurosa y una relación basada en confianza mutua.
Brasil es claramente el líder en lo que a inversiones de América Latina se refiere, pues 21% de los encuestados señaló que esperan invertir en el país durante los siguientes 12 meses; mientras que 19% planea hacerlo para 2013 o 2014. Le sigue Estados Unidos con 19%, que planea realizar una inversión durante el año siguiente y 15% para el 2013 y 2014, y después está Argentina con 15% este año y 10% en un período de cinco años.
A Chile le va bien este año con 15% que planea ejecutar una inversión. Sin embargo, viendo a futuro, el porcentaje de inversiones se viene abajo con una participación de 4% que tiene pensado efectuar una inversión para el 2013 y 2014. Esta baja se da principalmente en el sector de manufactura, pues 17% de los encuestados en dicho sector está planeando llevar a cabo una inversión durante el año siguiente mas no tienen contemplado invertir en un período de cinco años.
México es la única economía en América Latina cuya participación de inversiones se incrementará pasando de 8%, durante el próximo año, a 10% para el 2013 o 2014. Las opiniones de los ejecutivos respecto a nuestro país son congruentes con los datos que presentó recientemente el Banco de México en torno a la Inversión extranjera directa. En su último informe indica que “ésta aumentó 14.4% en el segundo trimestre del año al sumar 6 mil 405 millones de dólares, el segundo más alto en los últimos seis trimestres; de los cuales mil 115 millones de dólares respondieron a nuevas inversiones”.
Sin embargo, para mantener esta tendencia y propiciar, sobre todo, la inversión de empresas latinoamericanas en nuestro país, es recomendable que el gobierno trabaje en la simplificación fiscal. De acuerdo con las opiniones de los participantes en este estudio de KPMG Internacional, independientemente de las oportunidades de crecimiento que ofrece un país y su estabilidad política, las empresas ponen atención a los recursos que deben destinar para hacer frente a complejos sistemas fiscales y de reglamentación en los países en los que invierten.
“Pareciera que mientras las compañías multinacionales importantes que se encuentran fuera de América Latina tienen deseos de invertir aquí, las empresas locales son mucho más cautelosas”, afirmó José Aldrich, Socio Director de Servicios Fiscales de KPMG en la región de Iberoamérica. Las razones por las que se comportan de dicha manera —agregó— variarán de compañía a compañía, pero algo que tienen en común es que aunque se entrevistó a los consorcios más grandes de Latinoamérica, muchos no son ni siquiera la cuarta parte del tamaño de las empresas más grandes a nivel mundial.
“Esto se traduce en que dichas empresas cuentan con menos recursos para hacer frente a los complejos sistemas fiscales y reglamentarios que existen en muchos países de América Latina. Si los gobiernos en esta región quieren que sus propias compañías compitan de manera eficaz con sus rivales a nivel mundial, podrían ayudarles reduciendo el alto costo que conlleva cumplir con las leyes fiscales a nivel local y otras disposiciones”, explicó Aldrich.
Los negocios en América Latina —continuó— agradecerían un cambio de esa magnitud. Con base en las propuestas que hace algunos meses hizo la OCDE respecto a que los contribuyentes, asesores de impuestos y las autoridades fiscales deberían desarrollar una mejor relación basada en confianza mutua, que significaría brindar más información sobre los asuntos del negocio a cambio de una reglamentación menos rigurosa, se pidió a los encuestados que indicaran si esto sería posible en su caso.
En específicamente en México, 86% de los encuestados en el país considera que las políticas fiscales actuales no otorgan una ventaja competitiva en los mercados internacionales y 52% cree que la autoridad fiscal no ofrece apoyos para desarrollar negocios internacionales. Sin embargo, dos terceras partes ven importantes áreas de oportunidad y consideran que es posible desarrollar una relación basada en la confianza mutua con la autoridad fiscal, tal como lo recomienda la OCDE para incrementar la competitividad a través de políticas fiscales simplificadas y transparentes. Al analizar este punto, Aldrich aseguró que: “Existe un claro deseo por parte de la gente de negocios de trabajar con las autoridades a fin de simplificar el sistema fiscal y reducir la carga de los costos en las compañías”.
Como conclusión de sus reflexiones a partir de la encuesta, el especialista reflexionó que: “Los negocios en América Latina están preparados para hacer frente a los retos actuales del mercado a nivel mundial; no obstante, necesitan la ayuda y el apoyo de sus gobiernos si desean competir de manera eficaz con empresas mucho más grandes del extranjero. Es probable que las autoridades puedan tomar la delantera a nivel mundial, explorando las oportunidades de colaboración que la iniciativa fiscal de la OCDE presenta. En el mundo moderno, cada vez más competitivo, esto puede ser una ventaja que valga la pena considerar”.
*Información generada a partir de la presentacion del estudio durante la Cumbre Iberoamericana en materia de Impuestos de 2008 que celebró KPMG en Sao Paulo, Brasil.