Las empresas de manufactura en América Latina enfrentan una encrucijada. La globalización ha cambiado las reglas. Las compañías han tenido que adaptarse a las nuevas leyes del mercado o tuvieron que terminar sus actividades. Han surgido nuevos competidores de todas partes del mundo favorecidos por la tasa de cambio y por la mano de obra barata. Para sobrevivir, las empresas deben ser hiper competitivas, y utilizar todo tipo de estrategias para poder mantenerse en el mercado.
En este momento existe otra tendencia “global” que impacta a las empresas y es el costo del consumo energético. Una posición ecológica al respecto no sólo beneficia al medioambiente sino que impactará positivamente en los números. Si las empresas en América Latina pueden reducir su consumo de energía, optimizar la cadena de abastecimiento, disminuir costos, diferenciar su marca, y mantener niveles mundiales de sustentabilidad y cuidado del medioambiente serán compañías competitivas.
Existen muchas maneras para contribuir al impacto del medioambiente. Por un lado, está el impacto que realizan las redes de cadena de suministro globales. Esto es sumamente complejo cuando se considera las contribuciones que realizan los proveedores y socios al mismo. Por otra parte, existen las emisiones de carbono generadas por los establecimientos que incluyen producción de activos. En este artículo nos focalizaremos en la cadena de suministro y en como diseñar la red para una buena gestión.
Existen múltiples maneras de contar con una cadena de abastecimiento ecológica. Algunas son: optimizar la cadena física de abastecimiento, y el almacén y el transporte de los productos a través de la misma, disminuyendo el consumo energético, y mejorando el diseño de los productos y el empaque minimizando el desperdicio y aumentando la cantidad de material reciclable del mismo.
Las empresas de manufactura pueden disminuir dramáticamente los costos de transporte, y producción utilizando normas SCM para la cadena de suministro para planificar una red de logística lo más eficiente posible, y de esta manera ser más ecológicos. La verdad es que la mayoría de las empresas cuentan con amplias oportunidades para disminuir costos y mejorar el servicio al cliente por medio del SCM.
Muchas empresas se basan en prácticas “just-in-time” para su cadena de abastecimiento que se enfocan en costos y en la entrega. El modelado de la cadena de suministro puede llevar esto al próximo nivel ayudando con las variables de los costos como modos de transporte alternativos, costos de combustible, y el impacto de carbono a raíz de estas decisiones. Estas decisiones no tienen porque sacrificar el servicio al cliente o los tiempos de entrega. De hecho, un enfoque en el diseño y modelado de la cadena de abastecimiento pueden realmente mejorar estos indicadores de performance disminuyendo los costos y el impacto ambiental. El diseño de la cadena de abastecimiento es un sector en rápido crecimiento. Existen consultores y soluciones tecnológicas que pueden ayudar a las empresas de manufactura a crear modelos de cadena de abastecimiento más eficientes que pueden reaccionar a los dinámicos requisitos y condiciones del mercado.
La práctica hacia una cadena ecológica se ha encontrado con una buena porción de críticos que citan que no es posible diseñar una cadena de suministro que disminuya el carbono sin aumentar costos y detener el crecimiento. Estudios recientes de analistas del mercado demuestran que hay empresas que implementan sus mejores prácticas para hacer que la cadena de suministro sea más ecológica y que de hecho disminuyen los costos generales de la cadena.
Desarrollar la cadena para que cumpla con los desafíos del siglo XXI no significa reemplazar la flota con vehículos de próxima generación. Sino crear eficiencias para eliminar desperdicios del sistema. Al modelar las emisiones de carbono dentro del diseño estratégico de la red, las empresas de manufactura pueden lograr beneficios casi inmediatos. Esta tecnología permite a las empresas hacer el seguimiento y modelar los costos y emisiones que pueden influenciar la cadena, de manera que las empresas puedan determinar fácilmente la cantidad mas efectiva de ubicaciones, tamaños y capacidad de las instalaciones para satisfacer la demanda del consumidor mientras se adopta un standard green.
Al despegarse del planeamiento basado en hojas de cálculo y de sistemas basados en las variables costo y velocidad, las empresas pueden planificar dinámicamente donde y cuando comprar, almacenar, y mover los bienes conforme a las modificaciones del precio del combustible y del modo de transporte. Los modelos permiten a las empresas a inmediatamente ver el impacto de los cambios en la red en la cadena de abastecimiento y en la rentabilidad.
Lo ecológico no es una moda. Estos temas no desaparecerán, La pregunta es si las empresas de manufactura de América Latina seguirán esta tendencia y actuarán conforme a los nuevos lineamientos. Los rápidos retornos son muy alentadores, ya que cada vez más empresas adoptan la sustentabilidad ambiental. Es una decisión inteligente a largo plazo, con un sorprendente rápido retorno de la inversión.