El futuro y éxito de las empresas dependerá de la planificación y control de la cadena de suministro. La fluidez y eliminación de puntos obsoletos o ineficaces, la adopción de nuevas prácticas, el apoyo en conjunto de todos los involucrados en el proceso y la sustentabilidad de la compañía, también son agentes relevantes que aportan a la productividad y al mejor desempeño de las organizaciones.
La competitividad de un negocio ya no está definida únicamente por la calidad de sus productos, los servicios que ofrece o sus adversarios comerciales. En un mundo cada vez más unido por la globalización, la pieza fundamental para el rendimiento de una empresa es la cadena de suministro.
Una cadena de suministro moderna, capacitada y eficiente le permite a la empresa reducir costos y contribuye a darles un valor agregado, y con ello, que sean las mejores dentro de su sector. El cambio acelerado en las tecnologías no debe ser un impedimento para que las compañías las implementen, por el contrario, deben actualizarse constantemente para continuar siendo relevantes.
“Para que la cadena de suministro funcione óptimamente debe estar alineada al resto de la estrategia de la empresa. Esta es el resultado final de la suma de todos los procesos y deben considerarse las necesidades del consumidor final, así como de los trabajadores involucrados en la producción”, comentó Larry Lambert, gerente senior de Programas de Marketing en Latinoamérica para Manhattan Associates.
Si el objetivo es tener un lugar privilegiado en la industria, las organizaciones deben hacer un análisis detallado del negocio, contar con la infraestructura adecuada en términos de logística, mano de obra, etc. Al tener definidos y estructurados estos conceptos, además de la integración tecnológica, se favorecerá al desarrollo adecuado y productivo de la cadena. Estas son algunas actividades que pueden ayudar a impulsarla y hacerla más eficiente:
Formación y capacitación. Los trabajadores son los principales activos de la empresa por lo que deben conocer los procesos; además, integrarlos en las actividades genera compromiso y lealtad. En este punto la comunicación es esencial para un buen desarrollo de las estrategias.
Servicio al cliente. La cadena de suministro debe estar enfocada al usuario final. El buen rendimiento impacta en la percepción que la gente tiene de la empresa. Se deben considerar aspectos como inventario, calidad del producto, tiempo de entrega, etc.
Tecnología. Además de hacer más eficiente cada fase en la cadena, aporta transparencia y una línea de trabajo centrada y coordinada. La tecnología también tiene un impacto económico pues ayuda a facilitar las actividades y, en consecuencia, reducir costos.
Diferenciarse de la competencia. A veces es fácil seguir trabajando con un modelo que se ha usado por años porque “así lo hacen todos”, pero las empresas deben buscar nuevas formas de satisfacer las necesidades de los clientes sin descuidar los costos. Innovar sin descuidar los procesos hacen a una empresa líder en el sector.
Minimiza los riesgos. Esto se logra evaluando los ingresos, la operación, producción, las entregas, innovación, el personal y la reputación.