Ante la demanda de sistemas que pudiesen automatizar el transporte interno de este tipo de cargas, se han desarrollado AGVs específicos para grandes tonelajes, capaces de mover más de 20 toneladas, sin perder la precisión de un AGV convencional.
Los métodos de producción Lean, defienden la minimización de procesos de ensamblaje en pos de menores errores de fabricación y aumentos de calidad y eficiencia. Pero cuando lo que construimos es el ala de un avión la cosa se complica. A pesar de las nuevas materias primas, que reducen significativamente el peso, los útiles de fabricación combinados con el producto, alcanzan dimensiones titánicas de más de 4 metros de envergadura y 20 toneladas de peso, que hay que mover entre los distintos estadios de producción, que incluyen la preparación, la aplicación de calor y el pintado como ejemplo.
A medida que ha evolucionado el mundo empresarial, la logística se ha revelado como un punto estratégico, al que hay que prestar especial atención para conseguir minimizar su efecto sobre el costo final del producto. Cuando hablamos de este tipo de cargas toma un cariz más importante, ya que su costo es demasiado elevado como para permitir que una manipulación inadecuada y/o un accidente o error humano, eche a perder el producto en curso.
Como solución a este problema encontramos vehículos automáticos diseñados a medida, en función de la carga a transportar, que son capaces de alzar el útil junto con el producto final para facilitar su transporte y, de esta forma, automatizar su desplazamiento mediante el uso de distintos sistemas de navegación.
A estos vehículos automáticos se les dota de distintos elementos, como son: un sistema de navegación, que servirá para indicarle la ruta a seguir y un sistema de seguridad, para garantizar la integridad de las personas e instalaciones en convivencia con el vehículo.
Dentro de los sistemas de navegación se diferencian varios tipos, en función de la aplicación a automatizar como son:
• Sistemas de guiado óptico, que son los más sencillos y por ende los más económicos, ya que sólo precisan de una banda pintada en el suelo, para marcar la ruta a seguir por el vehículo.
• Sistemas de guiado magnético, con la instalación ya sea de banda magnética o de tags enterrados en el suelo, el vehículo es capaz de seguir su camino.
• Y el más revolucionario, sistema de guiado por contornos, que es el más adecuado cuando el movimiento se efectúa a través de pasillos estrechos o incluso dentro de un autoclave.
Estos sistemas pueden ser complementarios entre sí para poder realizar una actividad completa. Si, por ejemplo, el vehículo automático ha de efectuar la carga y descarga de piezas en un autoclave, los trayectos entre almacén y el autoclave pueden estar guiados magnéticamente, mientras que los movimientos dentro del propio autoclave se guiarán por contornos.
Dentro de los sistemas de seguridad nos encontramos con fotocélulas, bumpers o láseres que al detectar cualquier obstáculo, reducirán la velocidad del vehículo hasta llegar a pararlo totalmente cuando éste se encuentre a una distancia de seguridad. No podemos olvidar las señales acústicas y luminosas que servirán para avisar de su presencia, ni de las setas de parada de emergencia. Todos estos elementos son combinables entre sí para encontrar el vehículo perfecto que cubra las necesidades concretas de cada cliente.
Esta revolucionaria gama de vehículos automáticos para grandes tonelajes garantiza el transporte de grandes cargas de manera segura y eficaz. Aumentan la productividad, al aprovechar mejor los tiempos y la completa utilización de los ciclos del autoclave, a la vez que contribuyen a una mejora en la ergonomía del puesto de trabajo del operario, y su utilización es tan sencilla que los periodos de formación son mínimos.